Comenzó la venta de la canasta básica familiar de enero

La canasta básica familiar correspondiente al mes de enero comenzó a venderse con nuevos precios en algunos productos y con otros, que ya no son subsidiados

La venta de la canasta básica familiar normada correspondiente al mes de enero del 2021 comenzó hoy en la isla de Cuba, como parte de la llamada Tarea Ordenamiento y a primera vista resalta un detalle: la mayoría de los alimentos tiene un incremento de precios.

Esto, que ya se había anunciado con anterioridad aunque con poco tiempo, forma parte de uno de los primeros escenarios del Ordenamiento; más bien un choque frontal, duro y frío, contra unos precios impensables tiempo atrás y que no pocas familias del país lo sentirán como si lo estuviesen pagando con un ojo de la cara.

No por previsible deja de preocupar; sobre todo porque además de esos productos que se les aumentó el precio, están “los otros”: el grupo de alimentos que dejó de ser subsidiado.

El panorama es hasta complejo para los propios bodegueros y carniceros, y así lo señaló en declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias, Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior.

La funcionaria planteó que esta comercialización de productos, con diferentes precios, “exigirá de los dependientes de esas unidades evitar equivocarse y ser capaces de explicarles a los consumidores los cambios en el sector”. Algunos no podrán explicarse del todo bien, otros optarán por no hacerlo; y del otro lado están los que no lo entenderán, los que sí, los que no quieren entenderlo y aquellos otros: los resignados, que no les quedará más remedio que aceptar el “ordenamiento”.

La funcionaria dijo que es fundamental que “la población no reciba una percepción contraria al proceso, dirigido a ordenar nuestra economía”, pero la realidad suele imponerse, y no precisamente ahora, sino más adelante; cuando avance el “ordenamiento” y se vea en la concreta qué núcleos familiares pueden afrontar o no la subida de precios en algunos alimentos de la canasta básica familiar y el subsidio quitado en otros.

A pesar de lo mucho que se han preparado los organismos, siempre existe la percepción, nacida de la práctica, de que este “Ordenamiento” tendrá su desorden y desorganización. No será la primera vez que la implementación de determinadas medidas en el país, por mucho que se haya anunciado, orientado y exigido, choque en la práctica con no pocos inconvenientes, la poca preparación de los actores implicados y algún que otro factor objetivo, de esos que solemos llamar “burocracia”; donde los más perjudicados parece ser que serán los jubilados.

Lo peligroso de este proceso, complejo como pocos, es que estamos hablando de la canasta básica familiar; entiéndase comida, y como bien reza el refrán, “con la comida no se juega”.

Ariel P.

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