Comienzan a verse “los resultados” en G y Malecón

Sí, la naturaleza es sabia; y en G y Malecón no solo el mar quiere recuperar lo que es suyo.

Ya comenzaron a hacerse palpables y visibles los resultados del cambio hecho “por alguien” en la concurrida intersección de G y Malecón.

¿Recuerdan el debate que se generó en las redes, entre cubanos, hace cuestión de dos meses por el asunto de la eliminación del área verde en la Avenida de los Presidentes, entre la Calle 3ra y 5ta, en el Vedado capitalino? ¿Recuerdan los adoquines que sustituyeron el césped -o lo que de él quedaba- para resolver el problema de la tierra, el polvo y el fango que, al parecer, afectaba a los diplomáticos del MINREX? ¿Recuerdan que luego las máximas autoridades de La Habana mandaron a “desarmar” todo aquello, que al parecer se hizo de manera inconsulta por alguien que aún no se sabe quién fue, pero que al parecer lo hizo de espaldas al criterio de instituciones encargadas de velar por el patrimonio urbanístico en La Habana? Pues bien, al parecer los árboles que quedaron en la cuadra, escucharon a Luis Torres Iribar , Primer Secretario del Partido en la provincia, y sus raíces comenzaron a crecer y ya, al menos una raíz de un árbol, comenzó a poner orden en las cosas.

Alguien que le avise, por favor, a la diplomática Johana Tablada y a su esposo, el también diplomático Eugenio Martínez.

La ex embajadora de Cuba en Portugal, a raíz del debate sacó a flote la casta que tienen los dirigentes cubanos, de hablar de todo y querer ser “influencers” y dijo que allí, no se estaba destruyendo nada. Y… su esposo, salió en su defensa, cuando gente con mayor y mejor criterio sobre arquitectura y urbanismo le respondieron a la funcionaria del MINREX.

Tablada, por el momento, no se ha expresado sobre este “resultado” novedoso en la explanada que ella tanto defiende.

Según una fotografía que circula en internet y entre celulares cubanos, la raíz de uno de esos árboles sacó de su lugar a los adoquines en una parte del entramado que, como puede apreciarse, aún no se ha removido del lugar a pesar de la orden dada por la máxima autoridad en La Habana. Es presumible que, el resto de los árboles, o las demás raíces del mismo árbol, continúen con su lógico crecimiento biológico, contrariamente de lo que puedan pensar y querer Johana, su marido Eugenio, Iroel Sánchez y toda esa caterva de defensores iracundos del ridículo urbanismo y atentado estético hecho en la concurrida Avenida G. Al menos en esa cuadra.

El resultado logrado en G y Malecón por la raíz del árbol que se empeñó en recuperar lo que por derecho propio le corresponde es un verdadero peligro. Si ya una raíz “por fuera” es un peligro para los caminantes, imagínense lo que representan varios adoquines salidos del lugar. Es como si la raíz se multiplicara por diez o veinte.

Sí, la naturaleza es sabia; y en G y Malecón, no solo el mar quiere recuperar lo que es suyo.

por Ariel P.

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