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Cuba

Se triplican peticiones de refugio de cubanos en Brasil

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Las peticiones de refugio se han triplicado, pero el otorgamiento que es lo que en realidad importa, es ridículo. Apenas 13 en lo que va de año, de miles de solicitudes.

Entre noviembre de 2018, mes en que finalizó el acuerdo de salud entre Brasil y Cuba, y abril de 2019, el Comité Nacional para los Refugiados (Conare), en Brasil, recibió 12,6 solicitudes de refugio de cubanos cada día.  Como modo comparativo, téngase en cuenta que en el 2018, en igual período fue apenas de un 4.8.

Así lo refleja el diario O´Globo en una nota que recoge el testimonio de médicos cubanos que permanecieron en Brasil acogiéndose a la promesa, aún inconclusa, hecha por el presidente brasileño Jair Bolsonaro.

El mandatario brasileño criticó duramente al gobierno cubano y lo calificó como “explotador” y dijo que el médico cubano que desease quedarse en Brasil, trabajando, recibiría el 100% de su salario íntegro; solo que Bolsonaro no lo explicó todo. Había que acogerse previamente a hacer el Examen Nacional de Revalidación de Diplomas Médicos Emitido por Instituciones de Educación Superior Extranjeras (Revalida), pero el Instituto que hace las revalidaciones, hace dos años que no las hace. Desde noviembre hasta ahora, julio, tampoco las ha hecho.

Pero si revalidarse como médicos les ha sido esquivo a los miles de cubanos, el asilo prometido por Bolsonaro tampoco llegó. Y no llegó porque es otorgado directamente por el Presidente de la República, en casos de persecución política individual y delitos políticos.

O´Globo señala que esa decisión la toma el Estado brasileño, “no sigue las convenciones internacionales y puede otorgarse a ciudadanos extranjeros en las embajadas de Brasil en otros países.”

Tenemos que dar asilo a las personas que lo deseen, no podemos seguir amenazando cómo fueron amenazados en el pasado gobierno … Si soy presidente, el cubano que quiera solicitar asilo aquí tendrá“, dijo Bolsonaro en noviembre del 2018. Todavía no se conocen datos exactos sobre los asilos concedidos. Es muy probable que ninguno. Al menos ni la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, ni el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, respondieron a la solicitud de O´Globo.

Así que en ausencia de la promesa de asilo hecha por Bolsonaro, los cubanos se han asido al único recurso legal que les ampara: convertirse en refugiados.

Refugio por asilo

Conare nada más ha otorgado 13 solicitudes de asilo este año. En el 2018 hicieron tres. Como norma, otorgar el status de refugiado demora 2 años. Son más de 2500 los médicos cubanos que permanecieron en Brasil.

Algunos, si nos guiamos por las palabras del coordinador del cuerpo, Bruno Laferté, pueden hasta haberse equivocado a la hora de solicitar el refugio. Laferté dijo que “algunas de las solicitudes no se ajustan a los requisitos de la condición de refugio“, y aclaró que esta “está reservada para aquellos que escapan de situaciones de violaciones de derechos humanos.

“Hay motivos alegados por los peticionarios que no cumplen con los criterios de la Convención de Refugiados [de la ONU] y se parecen a una migración económica”, dijo el funcionario.

Para tratar de resolver el problema, al menos en parte, dice O´Globo, “el Ministerio de Salud informó que existe una acción con el gobierno federal para “ayudar a la permanencia” de los médicos cubanos en el país y buscar “alternativas a su práctica profesional”.

Pero entre una promesa y otra, sería interesante ver quién o qué buffete colectivo de abogados se decidiese en serio a demandar al poder.

A los cubanos se les prometieron cosas que no se han cumplido. Alguien, ya sea una entidad jurídica o una persona debería responder por ello.

Tanta espera hizo que algunos ya se hayan aventurado a venir caminando desde Brasil hasta la frontera de México con los EE.UU. Algunos aprovecharon ventajas en sus pasaportes o en sus visas para viajar directamente en avión a México o a Nicaragua. Otros, la inmensa mayoría espera por la apertura del Cuban Medical Professional Parole. Muchos están sin trabajo.Muchos viven en grupos superior a doce personas en una casa para compartir gastos.

Las peticiones se han triplicado pero el otorgamiento, que es lo que en realidad importa, es ridículo.

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