Trabajadores cuestiona en Twitter “libertad” de los estadounidenses

El diario oficialista habla de faltas de libertades de los estadounidenses. Miran la paja en el ojo ajeno, sin ver la viga que tienen clavada en el suyo propio.

No es broma ni fake news. El diario Trabajadores, órgano oficialista cubano que todo lo que publica tiene que pasarlo por “el filtro” primero cuestionó en Twitter la falta de libertad de los ciudadanos norteamericanos, referidas a “dónde pueden viajar”, “dónde se pueden alojar”, “que pueden o no comprar”.

“¿Hay libertad en un país que prohíbe a sus ciudadanos alojarse donde deseen, comprar lo que quieran y hacer con su dinero lo que consideren necesario? Vaya libertad esa…”, tuiteó Arturo Chang, Community Manager del diario Trabajadores en respuesta a un tuit de Alejandro Gil Fernández, Ministro de Economía de Cuba.

¿Hay libertad en un país que prohíbe a sus ciudadanos alojarse donde deseen, comprar lo que quieran y hacer con su dinero lo que consideren necesario? Vaya libertad esa…

— Periódico Trabajadores (@50Trabajadores) September 24, 2020

Las respuestas, debajo, no se hicieron esperar.

Y no fueron las únicas. De modo general, los internautas le cuestionaron al diario Trabajadores “lo que todo el mundo sabe, pero ellos no dicen”.

Trabajadores, por ejemplo, ni tampoco Arturo Chang su “tuitero en Jefe”, cuestionaron nunca que los cubanos, aún teniendo dinero, pudiesen viajar al país que quisieran.

“Yo quiero, por ejemplo, viajar a Bolivia; visitar el lugar donde cayó el Che Guevara y tengo el dinero para viajar, ganado con el sudor de mi frente cultivando cebollas. ¿Por qué no puedo hacerlo?”, le preguntó Eliécer Ávila hace aproximadamente 15 años a Ricardo Alarcón de Quesada, presidente por aquel entonces de la Asamblea Nacional de Cuba. La respuesta de este funcionario ahora -felizmente y para siempre- en plan piyama fue:

“Si todos los que quisieran viajar por el mundo lo hicieran, se formaría tremendo caos en el cielo”.

La historia hace polvo a Trabajadores

Tampoco Trabajadores, ni Chang, cuestionaron que del 90´ hasta marzo del 2008´y sin que existiera un Decreto o Ley por escrito, a los cubanos le fue “yugulado” el derecho a hospedarse en hoteles.

Fue el domingo 30 de marzo del 2008 el día que “le devolvió” a los cubanos ese y otros “derechos” quitados que ni Trabajadores, ni Chang, cuestionaron nunca en su vida.

La medida entró en vigor a partir de las 12 de la noche de aquel domingo, y desde ese día, los cubanos pudieron alojarse en cualquier hotel de su país, alquilar un vehículo o una moto de turismo y pasar unas vacaciones, por ejemplo, en un establecimiento Todo Incluido del polo turístico de Varadero.

Fue una de las medidas más populares tomadas por Raúl Castro, entonces gobernante cubano, para acabar con toda una serie de “prohibiciones absurdas” que generaban gran malestar en la población. Según había dicho, como parte de un plan de cambios graduales para reactivar la economía y elevar el nivel de vida de los cubanos, en contraposición con todas las prohibiciones que le había dejado su hermano, Fidel Castro, tras su salida del poder por razones estrictamente médicas.

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Rául Castro había anunciado desde el 24 de febrero de ese año, en su primer discurso a la nación como “presidente de los consejos de Estado y de Ministros”, que comenzarían a levantarse las prohibiciones “más sencillas”.

Hasta entonces, y a pesar de que en su inmensa mayoría esas medidas habían sido adoptadas de espaldas al pueblo y que funcionaban como un limitante de felicidad y generaban desigualdades sociales, el diario Trabajadores jamás cuestionó “lo establecido”.

Por el contrario, celebró la decisión de Raúl y la entrada en vigor de la venta en las tiendas de divisas de las primeras computadoras, reproductores de DVD y algunos artículos electrodomésticos, cuya comercialización estuvo restringido hasta ese momento.

Días más tarde, y a partir del 4 de abril, los cubanos pudieron comenzar a tener acceso legal a los servicios de la telefonía celular.

Todavía, por ejemplo, los cubanos no pueden subir a bordo de una embarcación turística y dar un paseo en bote. Eso a pesar de que Cuba está rodeada de agua.

Trabajadores, ese diario oficialista, prefiere sin embargo hablar de las faltas de libertades de los estadounidenses, siguiendo la ya añeja y cansina fórmula de mirar la paja en el ojo ajeno, sin ver la viga que tienen clavada en el suyo propio.

por Ariel P.

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