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Cuba

La tesis de Díaz-Canel: ¿ficción o realidad?

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Parece tarea difícil que la tesis de Miguel Díaz-Canel “ancle” algún día en un puerto seguro.

No pocas buenísimas tesis viven engavetadas en universidades sin que al gobierno les interese ponerlas en ejecución.

El mandatario cubano Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez se graduó de Doctor, tras defender su tesis no sobre la limonada como la base de todo, sino sobre un tema que muy difícilmente pueda aplicar él mismo, si quisiera, y que la prensa oficialista en la isla lo resume de esta manera: “vínculo con la ciencia como uno de los tres pilares imprescindibles para la gestión gubernamental”.

Díaz-Canel en su tesis, de hecho, no ha descubierto nada nuevo; aunque muy probablemente su tesis corra mejor suerte que, por ejemplo, el trabajo científico realizado hace ya cerca de tres décadas por un ingeniero cubano, Doctor en Ciencias, que implementó una tesis relacionada con el uso del magnetismo para reducir el consumo de combustible, y esto jamás vio la luz en la isla.

“Las metas que el país se ha propuesto plantean un conjunto de desafíos de alta complejidad, que solo pueden ser asumidos movilizando todos los recursos disponibles en materia de capacidades de investigación-desarrollo, conocimiento avanzado, educación y potencial humano altamente calificado”, explica la investigación presentada por el mandamás cubano que si se mira desde un punto de vista global no tiene nada de novedoso. Claro, excepto que la escribió él.

¿La escribió él? Esa es la duda que un amigo, Doctor en Ciencias, exdecano, tutor de no sabe ni siquiera él cuántas tesis, oponente en otra inmensa cantidad, al recordarme “dos o tres casos” de tesis de doctorado de algunos altos dirigentes, que por protección de su identidad ni revelo la provincia en la cual surgieron estas “defensas de tesis de maestría”.

Trabajador durante varios años en el Ministerio de Educación Superior aclara que no es que él quiera dudar de los conocimientos de Díaz-Canel y que los pueda verter en una tesis, pero le parece difícil -“muy difícil”- que Díaz-Canel tenga tiempo para estudiar, razonar lo leído, fundamentar la idea en su cabeza y escribirla, en medio de toda la vorágine en la que se ve envuelto a diario, con visitas a ministerios, organismos, provincias, y una reunión diaria sobre la covid-19 en La Habana.

Tesis de doctorado famosas

Cuenta la fuente que en una ocasión él fue contactado para “ayudarle” en la tesis universitaria no a Díaz-Canel, pero sí al Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia en la cual él residía en ese momento; y él se negó.

“A pesar de ser yo una autoridad en el tema, probablemente el más destacado en la provincia, ni siquiera me valoraron de oponente. La discusión de la tesis fue un bochorno. “El oponente” le hizo una sola pregunta que cualquier estudiante de segundo o tercer año podría responderla”, explica.

A “fulana”, Primera Secretaria del PCC en esa misma provincia quince años después, en una reunión del gobierno le presentaron un proyecto que ella no entendía, recuerda la fuente.

“Curiosamente la persona que le presentó el proyecto la tenía a ella en las referencias bibliográficas del trabajo. Al hacérselo notar, delante de todos, ahí mismo se acabó el proyecto, y el “ingeniero” más nunca se apareció por el gobierno”.

Las anécdotas de este amigo, sin dudas con otras historias en su cabeza que ahora no le vienen a la mente, me recuerdan a mí el triste caso de una periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, muy renombrada ella, que fusiló a la cara -es decir, plagió en un 70 por ciento-, la tesis de una buena amiga, psicóloga, escrita diez años antes.

“Eso era normal; en (nombre de la provincia) los estudiantes de la Universidad iban a otras facultades a buscar tesis que pudieran plagiar aplicándolas a los intereses de la otra carrera. Por ejemplo, podían utilizar tesis de estudiantes de Eléctrica, para tesis de estudiantes de Agronomía cuya tesis tuviera que ver con electrificación del riego, o cosas parecidas”, admite el amigo.

Por lo pronto, imposibilitados de saber por cuestiones lógicas cuánto escribió Díaz-Canel de su tesis de doctorado, la pregunta más importante que flota en el aire quedó expresada en una idea al principio: ¿Podrá llevar a la práctica los adelantos de “la ciencia como uno de los tres pilares imprescindibles para la gestión gubernamental”?

Parece tarea difícil… que la tesis de Díaz-Canel “ancle” algún día en un puerto seguro.

Ariel P.

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