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Cuba

Talan bosque en Granma y no hay respuesta

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Un mes después de presentada la queja en el Gobierno Municipal, ningún funcionario ha ofrecido una respuesta sobre la tala indiscriminada de un bosque en Granma.

En momentos en que el planeta Tierra percibe con dolor la deforestación de la selva del Amazonas y los incendios que la afectan, un cubano, identificado como Roberto Feitas Anaya —vecino de Guillermo Alarcón, No. 57, Pueblo Nuevo, Media Luna, provincia de Granma— escribió a la sección Acuse de Recibo del diario Juventud Rebelde para denunciar la tala indiscriminada que está ocurriendo en un bosque vecino al lugar donde él vive.

Feitas Anaya alega que ese bosque, además de ser un reservorio de vida para diversas especies de la flora y la fauna, los ha protegido durante años de los fuertes vientos, que actúan como cortina protectora a bendecir durante la época de huracanes y ciclones.

Sin embargo, el remitente en su misiva alega que “algunos irresponsables han olvidado sus bondades (las del bosque) y han arremetido contra él de manera desmedida, talándolo al punto de convertirlo en una sabana.”

«Los vecinos estamos preocupados porque en esta etapa en que ocurren ciclones y otros eventos meteorológicos nos están quitando nuestro único respaldo», explica el cubano en su queja.

Una similar presentó hace aproximadamente 30 días en las oficinas del Gobierno Municipal. Sin embargo, aún no ha recibido respuesta.

“¿Por qué en tiempos que demandan como nunca cuidar al medio ambiente ocurren hechos como ese?”, se preguntaba Feitas Anaya en su carta.

El bosque no es el Amazonas, pero es un bosque

Con justicia expresa que ese pequeño bosque, no es el Amazonas, pero a la hora de combatir el cambio climático y atenuar los efectos del llamado efecto invernadero, cada bosque cuenta.

“Quienes hemos seguido de cerca los incendios que devoran la Amazonía y los bosques africanos, hemos sufrido cada uno de los estragos de vida que allí se producen, más allá de lo lejos que se encuentran de nosotros geográficamente”, expresa el diario.

Y es cierto. Y lógico.

Lo que parece ilógico es que un mes después de presentada la queja en el Gobierno Municipal, ningún funcionario le haya dado una respuesta al quejoso, con relación a ese pequeño bosque.

La gobernabilidad persiste en los estados de derecho y respetando las leyes; y ello incluye, las respuestas rápidas y efectivas a los planteamientos de la población.

Acomodarse tras buroes y sillas, agradecer una alerta pero no darle seguimiento, y más que nada, no ser proactivo con quienes ayudan al funcionamiento de las instituciones civiles, es un craso error. Un error que induce al “afectado” a creer que su planteamiento cayó en un saco roto.

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