“No me arrepiento”, dice prospecto de Grandes Ligas que regresó a Cuba

Roberto Hernández, el talentoso pitcher cubano que fue fichado por los Indios de Cleveland (Grandes Ligas) y que tras una actuación deslumbrante en República Dominicana decidió regresar a Cuba para “estar con los suyos”, fue entrevistado por el agente de TSA que más sabe de béisbol en todo los EE.UU.: el cubano-americano Yusseff Díaz.

En la entrevista para Fansided, Yusseff le saca declaraciones sumamente impactantes a Roberto Hernández, en las que básicamente expresa que no se arrepiente de regresar a Cuba.

Cuando Roberto Hernández pitcheó en la Liga de Verano Dominicana en 2018 para 2.63, con un WHIP de 1.20, y sus oponentes batearon un miserable .227 contra él, parecía que su camino a las Grandes Ligas ya estaba allanado. Que sería cosa de “meses”.

Sin embargo, el joven espirituano le dio una vuelta al timón de su nave y “desembarcó en Sancti Spíritus”. Por esos días le habló a la colega Elsa Ramos, de Escambray, de que extrañaba “jugar dominó con sus amigos” y también “bañarse en el río”.

tal vez quieras leer: Firmó con Grandes Ligas pero regresa a Cuba, porque extrañaba “bañarse en el río” y “jugar dominó”

Ahora, meses después, tras liderar la Serie Nacional Sub 23 en ponches propinados y lanzar un no hit no run en la campaña, Hernández habla sobre su vida actual.

Reconoce que en Cuba no existen las mismas condiciones para los deportistas de talla mundial que en otros lugares del mundo, pero reconoce que en la isla pudo contar con la ayuda de su hermano y de su padre, además de su entrenador de pitcheo, Ismel Jiménez, y de Tomás Pardo Hernández. Todos, juntos, han sido pieza clave en la recuperación y fortalecimiento de su brazo de lanzar, después de una lesión sufrida.

“(Tomás) fue fundamental en la creación de un entorno propicio para mi recuperación. Le debo mi carrera y le agradezco todos los días. Gracias a él, muchos atletas de la isla se recuperan de sus lesiones,” señala el joven que, instantes después, ante la pregunta de Díaz sobre su regreso a Cuba, dice:

“Nunca cuestionaré esta decisión. Desde mi regreso me han pasado muchas cosas bonitas. El más importante fue poder pasar tiempo de calidad con mi familia y eso es algo que es sagrado para mi familia y para mí. Ahora que estoy completamente recuperado de mi lesión, el cielo es el límite.”

Del haber estado dentro de la organización de los Indios de Cleveland durante un breve tiempo explica que allí “dentro de una organización profesional y el mejor béisbol del mundo” aprendió “cómo ser un profesional en todos los sentidos de la palabra”.

Luego reconoce que la pelota cubana ha caído en un punto muy bajo.

“No es ningún secreto que con todas las deserciones el nivel de talento en Cuba ha disminuido”, señala Hernández que asegura tener el remedio para que el béisbol cubano vuelva a ser lo que fue antes.

“Necesitamos un esfuerzo grupal de todos nuestros atletas emergentes para alcanzar ese nivel”.

El jovencito que adoraba estar con su familia, jugar dominó y bañarse en el río aspira a volver a un día a ser “profesional”.

“Realmente no me gusta establecer metas. Un hombre sabio me dijo una vez que la lengua no tiene hueso y que las cosas en el papel no siempre dan frutos. Voy a darlo todo entre líneas y veré los frutos de mi trabajo como recompensa; pero poner buenos números entre líneas me llevará a donde quiero ir en un futuro cercano. No quiero hablar de números, solo quiero salir y dejar que mi pitcheo hable por sí mismo.

“Aunque no establezco metas, probablemente esa sería mi única meta. Si puedo mantenerme saludable, no tengo ninguna duda de que podré alcanzar este objetivo una vez más. Mejor dicho, volver a ser profesional es una de mis expectativas. Con la gracia de Dios y mi arduo trabajo, sé que puedo alcanzar ese nivel una vez más”.

por Ariel P.

tal vez quieras leer: Indios “lo intentaron todo” con pitcher cubano, pero este quiso regresar definitivamente a Cuba