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Profesor universitario matancero defiende el consumo de tripas

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¿En serio cree el profesor universitario cubano Alfonso Alonso que las tripas que se venden en los mercados españoles y que son consumidas en bares y restaurantes españoles serán iguales a las que van a dar en las bodegas cubanas?

El profesor hace una “analogía” muy rara entre las tripas que consumen los turistas en los hoteles cubanos cocinadas “con todo lo que lleva” y las que les van a dar a los cubanos, que luchan diariamente por encontrar condimentos como ajo y cebolla. Y poder pagarlo a un precio “posible”.

Un profesor de la Universidad de Matanzas, identificado como Alfonso Alonso, defendió ayer el consumo de las tripas anunciado por el ministro de la Industria Alimenticia, Manuel Santiago Sobrino Martínez y dice que él personalmente ha visto a los turistas extranjeros en los hoteles matándose por los subproductos de cerdo.

¡Felicidades Alfonso! Tú que puedes ir a la Mesa -seguramente buffet- de un hotel donde se hospedan turistas extranjeros; seguramente no solo verlos comer y como disfrutan, tal vez hasta dialogar con ellos incluso. Seguramente conoces que hay miles de cubanos que no pueden darse ese lujo. Seguramente sabes que miles -como yo- fuimos alguna vez multados por orientar a un extranjero “perdido”.

“En nuestros hoteles, he visto a los turistas “matándose” por morcillas y blanquetas. Y no miento al decir que tienen mucha calidad. Y sus valores nutricionales están certificados internacionalmente”, dijo este profesor de la Universidad de Matanzas que, seguramente cree de manera firme y está convencido de ello, que las tripas que van a dar por la bodega serán similares a las “morcillas y blanquetas” que comen los turistas en los hoteles de Varadero.

El profesor universitario criticó a “los que nos critican y adversan, bien porque no saben, o por malas intenciones,” y dijo que en España y otros países es común “el uso de la tripa (que es limpiada, y utilizada, como envoltura de algunas productos, algo que se hace desde tiempos bien remotos) y la sangre para embutidos, morcillas, blanquetas, etc.”.

¿En serio cree Alfonso Alonso que las tripas que se venden en los mercados españoles y que son consumidas en bares y restaurantes españoles serán iguales a la que van a dar en las bodegas cubanas? ¿Cree en verdad este “súper comunista” quien era o aún es el secretario del PCC de la Universidad de Matanzas, que los cubanos tienen a la mano los condimentos necesarios para sazonar y cocinar esas tripas como mismo los tiene un español? ¿Cree él que “la tradición” culinaria y el arte para cocinar “tripas” en Cuba es la misma que en España?

Mal, mal anda Alfonso si cree que una de esas tripas cubanas se va a parecer y van a saber igual que estas otras tripas.

De hecho lo sabe y muy bien. “Fonfi”, para sus allegados, trabajó durante 15 años como capitán de salón y maitre en el Meliá Varadero.

“Si sabrá él lo que comen esos turistas. ¡Bien qué lo sabe!”, comentó a nuestro blog una fuente cercana.

“Trabajaba en Educación y se fue de Educación para el Turismo cuando apretó el zapato en el Período Especial, y ahora regresó a la Universidad para acumular un retiro más decente, porque el salario en la Universidad es más alto”, expresó M.A bajo condición de no ver revelado su verdadero nombre.

El destacado revolucionario manifestó que el Ministro de la Alimentaria no habló de “comer tripas”. Eso lo dijo -asegura él- “un periodista enojado en su muro.”

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“Estos son los hechos. Y luego, algunos, sin conocimiento de causa, como suele pasar se pusieron a repetir, como niños chiquitos, la desinformación. Para ellos no existe la búsqueda de información rigurosa, antes de hablar para emitir una crítica o un criterio”, señaló más adelante.

“No, de eso no hablan, los que sólo ven el modo de desacreditar logros, esfuerzos y políticas que nos darán mejor nivel de vida y más soberanía para nuestro noble y heroico pueblo”, expresó Alfonso quien sin dudas le creyó el cuento al ministro de la Industria Alimenticia cubana, que esta “estaba en condiciones de hacer productos extendidos con soya y otros extensores alimenticios, (…) con calidad certificada y que tuvieran buena aceptación” tal y como son las tripas que come él en Varadero, cada vez que su hijo, residente en Miami, lo invita a pasarse unos días.

por Ariel P.

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