Prensa oficial ataca sin periodistas al Movimiento San Isidro

La prensa oficial en Cuba (des)informa a los cubanos sobre lo que sucede en Damas 955. Lejos de investigar, elucubra ideas y los llama “simuladores” y “asociados con terroristas”.

La prensa oficial de Cuba vulnera las leyes de la lógica. Lejos de enviar periodistas a Damas 955, habla de lo que está sucediendo allí sin estar, y los acusa sin pruebas de lo que les da la gana.

Lo de la prensa oficial en Cuba es ya para competir con el Circo Nacional.

• Si no les parecía suficiente que el director del Juventud Rebelde se encerrase en su oficina y se negase a conversar de los problemas del diario con sus subordinados alegando mucho trabajo, mientras empleaba el tiempo en calentarse cibernéticamente con el ex Diputado a la Asamblea Nacional, súmele a eso el hecho de que la directora del diario Granma, Yailín Orta Rivera, no sabe escribir una nota periodística porque, en el tiempo que se supone debió aprender, ahí mismo en el Juventud Rebelde, el actual presidente de la UPEC Ricardo Ronquillo Bello era uno de los que las escribía por ella, o terminaba rehaciéndoselas en un 70 u 80 por ciento. Los otros dos eran el difunto Tamayo y Pepe Alejandro. Después de eso, hay que decirlo, ella dejó de escribir, ocupó la Jefatura y se dedicó a custodiar el combustible de los carros de la piquera, algo que ahora ha continuado haciendo en el Granma.

Perdón, es verdad, que iba a hablar del Movimiento San Isidro.

Hoy, la prensa oficial cubana “atacó” al Movimiento San Isidro y se dio el lujo, por ejemplo, Cubadebate, de sacar  -copiar y pegar del blog Heraldo Cubano- un texto titulado Toda la verdad en San Isidro. Perdón por el enlace, no quiero hacerles esa porquería.

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Lo menos que uno podía esperar es que los obedientes chicos de Cubadebate tuviesen un corresponsal dentro de la vivienda ubicada en la calle Damas 955, o investigando, pero no. Nadie de Cubadebate ha ido allí, pero publican -copian y pegan- un texto del blog el Heraldo de Cuba, sin rigor periodístico alguno, que nos deja ver un antecedente de qué va el asunto y el profesionalismo de quien lo escribió cuando, desde el primer párrafo aparece una palabra como esta: “antescedentes delictivos”.

Con este “antescedente” ya usted se puede imaginar el resto. Puras especulaciones con la idea centrada, en el 50 por ciento del texto, en que “son gente que no trabaja y que de un modo u otro están vinculados a grupos terroristas”.

Granma, para no ser menos, y por ello creo que hablé primero de Yailín, su directora en funciones, nos regaló una joya típica del periodismo oficial cubano. Una pieza vital dentro del género “quiero decir pero no puedo”, en la que Oni Acosta Llerena tiene un Doctorado en la asignatura “No puedo decir el nombre del artista”.

Otra vez, como ya nos tienen acostumbrados el “ex” agente de la Seguridad Raúl Capote, el homofóbico y delator de homosexuales de la Facultad de Física, Ernesto Estévez  Rams, el represor de las manzanas Iroel Sánchez y otros nos dejaron para la posteridad un texto de circunloquios y verborrea donde -y en esto sin dudas el Granma es pionero y líder mundial- dejan la idea central de lo que querían decir para el último párrafo, pues quieren que la idea pase como el poema de Buesa, “sin saber que pasaste”, pero que quede dicha; como hace a cada rato Oni Acosta Llerena, el dizque musicólogo de la perreta por Plácido Domingo en Facebook. Por supuesto, un texto con tal rigor debía venir, como siempre viene, sin pruebas de ningún tipo; o mejor dicho: con la falta absoluta de ellas.

Esta es la prensa oficial cubana que, lejos de informar e investigar con sus periodistas, a los que paga alrededor de mil pesos en moneda nacional, se decide a socavar las leyes del oficio  y tira cualquier orientación que le envían del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido.

Por supuesto la gente inteligente se da cuenta, pasa de largo y los critica. Granma no responde. Sus periodistas están ocupados cada día en deleitarnos con maravillas del lenguaje lo bien que marcha la economía cubana y cómo, ahora sí, vamos a construir el Socialismo; o en explicarnos cómo tendremos una sociedad próspera con el venidero -nadie sabe cuándo- reordenamiento monetario.

Tal vez Granma pudiera mandar a alguno de esos recién graduados de Periodismo que le llegaron, y a los que tienen mirándose las caras en sus pasillos sin computadora para trabajar, a investigar lo que de verdad sucede en Damas 955, lejos de dejarnos un párrafo como este, donde al hablar de “simuladores” afirma: “aquí, en casa, también tenemos nuestros ejemplitos: delincuentes que simulan ser disidentes, cazafortunas que simulan ser periodistas, mediocres que simulan ser artistas y mercenarios que ya ni se molestan en disimularlo”.

Ariel P.

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