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Premier 12: ¿Será posible que Cuba logre el boleto olímpico?

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Texto y fotos: Roque Díaz

Cuba tiene a Canadá como primer rival en el torneo Premier 12. Será el primer paso  en la lucha por lograr un boleto olímpico para el béisbol

Este fin de semana comenzaron las acciones en el Premier 12, torneo que reúne a los primeros doce países del ranking mundial según la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (WBSC, por sus siglas en inglés) y que dará una plaza para los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al mejor ubicado de los seleccionados de América.  Cuba tiene una motivación extra pues por primera vez siente que está en riesgo la participación de su deporte nacional en este tipo de citas estivales.

No obstante a tener otras dos oportunidades para lograrlo (preolímpico de América en marzo y mundial de Taipéi en abril), la selección nacional de la isla asiste al Premier 12 con ese propósito, a pesar de sus pésimas actuaciones de los últimos tiempos en la arena internacional, sobre todo la escenificada en los pasados Juegos Panamericanos en los que decepcionaron con su peor actuación histórica, cayendo derrotados ante escuadras de mucho menor nivel que las que estarán enfrentando en esta competencia.

Esta vez, con un par de sustituciones de peso (Comisionado Nacional y director del equipo) y una renovación de un 50 por ciento en sus filas, regresan los sentimientos optimistas y algún que otro discurso triunfalista por parte de los dirigentes de este deporte.

La realidad se presenta como un muro infranqueable ante las aspiraciones de atletas y aficionados, sobre todo por el envejecimiento del pensamiento beisbolero de los hombres encargados de dirigir ese deporte en Cuba y el desarrollo en otros países, acorde con las nuevas tendencias.

Primer obstáculo: clasificar entre los dos mejores del grupo

La ubicación de Cuba en el grupo C (a desarrollarse en Corea), provoca otra vez -a pesar de la calidad de sus contendientes- un suspiro de alivio al quedar alejado de otros equipos con más tradición y fuerza. Sin embargo, lograr el pase a la llamada Súper Ronda (clasificar entre los dos mejores del grupo), parece una tarea bien difícil.

Canadá es el primer escollo que tendrán los antillanos mañana martes en la noche (hora de Cuba). Es una escuadra que se ha convertido en “ogro maldito” en los últimos eventos de importancia en los que han chocado, por propinarles dolorosas derrotas en los Juegos Panamericanos del 2015 y 2019, así como en la anterior edición de este mismo torneo hace cuatro años.

Luego, un día después les tocará el turno a los australianos. Aunque los caribeños salen como favoritos, no se pueden olvidar las agónicas victorias que se lograron sobre ellos en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y en los Clásicos Mundiales de los años 2009 y 2017. Podría constituir un presagio de lo que puede deparar este duelo.

Por último, la pelea será contra los anfitriones y favoritos coreanos, campeones hace cuatro años y dueños de unas de las mejores ligas profesionales del planeta, dirigidos por la leyenda local Kyungmoon Kim, quien estuvo al frente de la selección que venció a Cuba en la final de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

Con estas cartas sobre la mesa, bastaría para dar por descartado el cupo que se ofrece, ya que pasar a la siguiente ronda es apenas un paso, si se tiene en cuenta que otros equipos del continente deben clasificar por sus respectivos grupos.

Los puntos a favor del equipo cubano

En primer lugar Cuba ha logrado hacer una selección bastante justa y por primera vez en mucho tiempo sus jugadores van a una competencia en perfecta forma deportiva al estar inmersos ahora mismo en su campeonato nacional, sin tener que pasar por esos largos entrenamientos a los que son sometidos antes de los torneos, tan criticados por la afición y culpables muchas veces del hastío y el cansancio mental que exhiben.

Otro de los puntos a favor es que sus mejores hombres a la ofensiva (Alfredo Despaigne y Yurisbel Gracial) y su cerrador estrella (Liván Moinello), no tuvieron que sufrir los trastornos de los cambios de horarios por haber terminado recientemente su accionar en la Liga Japonesa y ahora mismo se encuentran en el clímax de su rendimiento, algo que otras veces no se ha podido aprovechar.

Por otra parte, la nueva dirección del conjunto, liderada por el camagüeyano Miguel Borroto, les ha imprimido una fuerza mental a sus jugadores, visible en los partidos previos de preparación, que independientemente de las victorias o derrotas que han tenido, le ha cambiado la cara a la selección.

“Creo que el primer objetivo es lograr a toda costa el boleto olímpico porque después no tenemos garantías de lograrlo en otra competencia y no sabemos cuándo el béisbol estará nuevamente en el programa olímpico. Tenemos que aprovechar todas las posibilidades”-declaró el director a los medios antes de partir hacia el continente asiático.

“El equipo no está malo y es competitivo. Nuestro deber es imprimirles a los peloteros una mentalidad ganadora porque son ellos los que van a jugar. Soy optimista, de lo contrario no estuviera aquí”-agregó.

La verdad es que esa mentalidad ganadora de los equipos cubanos se ha esfumado con el paso del tiempo producto de la pérdida de todas las supremacías en las diferentes categorías y de las crisis que han azotado al béisbol cubano. Quizás esta nueva dirección pueda hacer un trabajo psicológico diferente a las que le han precedido y esto se pueda unir a la carga motivadora de los premios en metálico que entregará la WBSC en el torneo, tan necesaria para los atletas de casa.

La realidad es que todas las metas que se han trazado los directivos son muy difíciles de lograr. Pasar a la Súper Ronda, mejorar el quinto lugar de la pasada edición hace cuatro años y conseguir el boleto para las Olimpiadas de Tokio, parecen un sueño quijotesco, pero la última palabra estará en el terreno de juego.

 


 

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