EEUU
Ocasio-Cortez cuestiona precio de medicamento Truvada; cuesta $1780 en EEUU y $8 en Australia
La congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez (D-N.Y.) “se enfrentó” durante una audiencia pública a Daniel O’Day, el CEO de la compañía Gilead, fabricante del medicamento Truvada, un medicamento diseñado para reducir el riesgo de transmisión del VIH que se vende en Australia por $ 8 dólares pero que en los EE.UU. cuesta más de $ 1,500.
Aunque O´Day se defendió excelentemente bien y fue preciso en sus respuestas las preguntas que le formuló Ocasio-Cortez impactaron profundamente entre los presentes y la prensa estadounidense presente en la audiencia.
Ocasio-Cortez comenzó preguntándole a O´Day si era cierto que su compañía, Gilead, Gilead obtuvo $ 3 mil millones en ganancias por la venta de Truvada en 2018, y este le aclaró que no fueron en ganancias, sino en ingresos, y no solo en los EE.UU., sino de manera global. Ocasio-Cortez entonces le disparó a boca de jarro otra pregunta:
“El medicamento cuesta mensualmente en los EE.UU. unos $ 2,000 dólares, ¿correcto?”; a lo que O´Day precisó: “Son $ 1,780 en los Estados Unidos”.
La escena quedó lista entonces para la pregunta esperada:
“¿Por qué entonces cuesta $8 en Australia?”, expresó Ocasio-Cortez.
“Truvada aún tiene protección de patentes en los Estados Unidos y en el resto del mundo es genérico”, explicó O’Day, y agregó que el medicamento “estará disponible genéricamente en los Estados Unidos a partir de septiembre de 2020”.
We the people developed this drug. We paid for this drug. Despite the fact that the patent is owned by the public, we refuse to enforce it. There is no reason this should be $2,000 a month. People are dying for no reason.
–@AOC on Gilead's price gouging of an HIV prevention drug pic.twitter.com/HSYPivMjGb
— Public Citizen (@Public_Citizen) May 16, 2019
La respuesta, por supuesto, no satisfizo a la representante demócrata. La diferencia entre $8 dólares y $178o es abismal; especialmente cuando estamos hablando del mismo medicamento.
“Creo que es importante aquí que notemos que nosotros, el público, nosotros la gente, desarrollamos este medicamento. Pagamos por este medicamento, lideramos y desarrollamos todas las patentes para crear Prep y luego esa patente se ha privatizado a pesar del hecho de que la patente es propiedad del público, que se negó a hacerla cumplir”, dijo Ocasio-Cortez.
“No hay razón para que este medicamento cueste $ 2,000 al mes. La gente se está muriendo a causa de eso y no hay ninguna razón para hacerlo”, terminó diciendo Ocasio-Cortez en una intervención que ha vuelto otra vez a traer al tapete público cuestionamientos sobre el alto costo de la medicina, los medicamentos y los seguros médicos en los EE.UU.
Ocasio-Cortez es partidaria del llamado Medicare for All. El debate sobre el Truvada, aunque duele a muchos reconocerlo no es exclusivo. Incluye a otros muchos medicamentos y tratamientos que, en otros países – incluso vecinos como Canadá – cuestan hasta cientos de dólares menos de lo que cuestan en los EE.UU.
El debate sobre estas estrategias que en algún momento han llamado “filibusterismo” y que cuenta tanto con detractores como con adeptos, a menudo excluye e incluye – según quien lo defienda – el hecho real de que muchas personas, especialmente aquellas de los grupos denominados “de bajo ingreso” no pueden pagar un tratamiento tan caro como este, precisamente, el de Truvada.
No es Ocasio-Cortez por demócrata la única que lo cuestiona dentro de su partido, y tampoco son los demócratas los únicos que cuestionan este tema. Se trata de un cuestionamiento nacional, el pasado lunes 29 de abril, fueron los demócratas de la Florida quienes se opusieron en el Senado de la Florida a la aprobación de un Proyecto de Ley que busca importar medicamentos recetados de Canadá y otros países.
El 20 de febrero de este año, el diario El Nuevo Herald, de la Florida, señalaba que el recién electo gobernador de ese estado, el republicano Ron de Santis, estaría buscando el modo de importar medicamentos desde Canadá y dijo que “estas disparidades de precios son indefendibles e inexcusables”.
Conocido como Ley HB 23 (la versión de la Cámara de Representantes, ya aprobada), fue aprobada ese lunes por la mañana por el Senado, y con un margen de 27-13 el proyecto de ley que ahora, solo espera por la firma del gobernador Ron DeSantis. Y este se mantiene firme. Quiere y va a firmarlo.
“Uno de los mayores impulsores del gasto sanitario descontrolado de este país es el costo de los medicamentos recetados. Si bien nuestros precios siguen siendo altos, nuestros vecinos de Canadá gastan mucho menos por los mismos medicamentos”, dijo DeSantis.
Millones de personas buscan fuera de los EE.UU., el país más poderoso del mundo y dueño de casi todas las patentes industriales y de medicamentos a nivel global, medicinas más baratas fuera de sus fronteras.
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