Ni Díaz-Canel ni el PCC le responden a Javier Rodríguez

Tras un período de “cierta calma”, otra vez el destacado músico cubano Javier Rodríguez ha vuelto a Facebook con su reclamo al mandatario cubano Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez y al Partido Comunista de Cuba.

Rodríguez busca incansablemente desde hace ya un buen tiempo, y ganando cada día más adeptos a su causa, que las máximas autoridades del país se expresen sobre el asunto que le ocupa: una estafa a su madre.

Una estafa organizada por funcionarios del Partido, “cuadros dirigentes”, que supuestamente deberían repararle su auto, lo enviaron a un taller del Estado donde lo dejaron en la carrocería nada más, sin que hasta el momento se conozca el paradero del resto de las piezas.

La idea, según dijo alguna vez Rodríguez, era dejar que el tiempo pasase; que la anciana falleciera y todo quedara sepultado en el olvido; pero, evidentemente, estos “dirigentes” no contaron con la tenacidad del músico, ni con las redes sociales, en las que Javier Rodríguez ha venido librando una batalla durante varios meses. Una batalla por una respuesta. Una batalla cansado de “cuentos chinos” y de evasivas.

Luego de que el viceministro de Cultura de Cuba, Fernando Rojas, le aconsejara a Rodríguez que escribiera una carta a Atención a la Población del Consejo de Estado, cosa que hizo y entregó personalmente el 17 de diciembre del 2019, el músico ha estado esperando por una respuesta. Una respuesta que tampoco ha llegado.

Ahora, siete meses después de eso, 18 meses después que él denunciara el caso ante las autoridades pertinentes, continúa el caso sin resolverse. No aparecen las piezas del auto de su madre; nadie responde por el hecho.

Sin pelos en la lengua, Javier Rodríguez, director del grupo de rock Extraño Corazón, manifiesta: “Siete meses de cobarde y miserable silencio del Presidente y del Partido Comunista”.

“No hay ni valor, ni huevos, ni vergüenza, ni humanidad”, señala además este hombre que no ha hecho otra cosa que denunciar un robo; una estafa.

Rodríguez recuerda que entregó la carta -a petición de Fernando Rojas, viceministro de Cultura- y que más tarde fue publicada en Facebook, en enero de este año.

“El Partido Comunista de Cuba es literalmente un toca pelotas… y sospecho seriamente que está cada vez más lleno de indecisos…de personajes que no acaban de salir del closet de una buena vez…por aquello del que dirán y no perder las dádivas del poder”, afirma el músico, que además ha llegado a calificar a la Constitución de Cuba de “prostituta”.

“Sé que estoy bajo lupa hace rato, pero sepan que hasta que no obtenga justicia para mi madre y se le devuelva lo robado por el Partido Comunista, no dejaré de reclamar y denunciarlos públicamente”, agregó.

Ahora, expresa, llamó hace dos días al Jefe del Taller y este le comunicó que “le arrancaron la cabeza en diciembre 2019 y que además fueron removidos de sus cargos el director de la Unidad Nacional de Transporte del CC-PCC, Jorge Luis Vila Ortiz y a Ángel Morejón León, jefe de la Ofic. Administración y Servicio del Comité Central”, todos funcionarios relacionados con el caso.

“¿Coincidencia o consecuencia de mi carta? No lo sé y no me importa, aquí lo que importa es que la infamia continúa, que ahora tendré que lidiar con nuevos impresentables”, expresó Javier Rodríguez quien, de paso, anunció que no piensa quedarse callado:

“Voy a por ustedes. No pueden salirse con la suya y menos con mi madre”.

En enero de este año, Rodríguez publicó el triste caso.

Hace casi dos décadas, en el año 2002, el auto de su madre entró en un taller de autos del PCC provincial, para “desaparecer”. El auto, no como fue entregado, jamás regresó a su dueña.

Su madre, subdirectora de Información y Programación de la Radio Provincial de la Habana, y por aquel entonces miembro del Buró e ideológica del PCC municipal de Plaza de la Revolución, confió en la Revolución como tantas otras veces y entregó su auto en el taller del Comité Provincial del PCC de La Habana. Necesitaba el auto chapistería y pintura.

Lo entregó funcionando, con llaves y documentos de circulación.  Dos años después le comunicaron que ya estaba hecho el trabajo, pero no le entregaron el auto. Luego, en el 2006, le dijeron que alguien había entrado al taller y que le habían robado las piezas al carro. Cuando la anciana se presentó allí para hacer la reclamación, le prohibieron entrar al taller.

Desde entonces, año 2006, comenzaron las cartas de reclamación a las distintas instancias hasta que en el añ0 2014, doce años después de entregar su auto, le permitieron ver lo que del auto quedaba: la carrocería.

En septiembre del 2014 la madre del músico se reunió con uno de los funcionarios del Comité Central. En agosto de 2018 una autoridad de las oficinas de la Unidad Nacional de Transporte del Comité Central-PCC le expresó que el auto estaba a más del 60%.

Sin embargo, en mayo del 2019, Javier Rodríguez y su madre pudieron constatar lo avanzada que estaba la reparación del vehículo. Le habían puesto 4 gomas de medio palo y un motor oxidado. El resto de las piezas estaban pendiente de compra, y se necesitaban unas firmas.

Debido a la avanzada edad de su madre y todo el sufrimiento vivido por esta (lleva 18 años sin su auto), Javier Rodríguez no pudo más y reventó como un siquitraque. Desde entonces, Facebook mediante, el músico ha expuesto todos los pasos de su reclamación.

Una reclamación directamente dirigida a Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez y al PCC. El mismo PCC al que su madre entregó los mejores años de su vida y que ahora le responde de esta manera: sin responderle.

por Roberto A.

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