Neveras y estanterías vacías en Cuba: el desabastecimiento sigue golpeando

En su perfil de Facebook, el cubano Pedro Luis García nos ilustra cómo se encuentran ahora mismo las neveras y estanterías de la tienda El Tangana, en el Vedado. El desabastecimiento en la isla viene siendo el tema central de numerosas publicaciones en redes sociales durante las últimas semanas. Algunos prefieren tomárselo a broma y comentan en el post de Pedro Luis García: “Surtidito surtidito”.

Desde comienzos de este año, la zona de los cárnicos en los comercios de la isla tenía la misma apariencia que en las imágenes de arriba: desde Santiago de Cuba y hasta La Habana. Y cuando aparecía el pollo las colas se hicieron infinitas. En un post de Beatriz Batista de hace tan solo una semana se podía leer: “Ayer, desde las 11 de la mañana hasta las 3 de la tarde, en 3ra y 70 para la cola del pollo… Igual…solo 2 paquetes por personas y solo 2 pomos de aceite por persona”.

Los cubanos, tan apegados a sonreír en medio de cualquier adversidad, probablemente para hacerla más llevadera, hasta han comenzado a postear su diario peregrinar para conseguir alimentos con el hashtag #lacolachallenge. Hace apenas unas horas, posteaba María Antonieta Colunga: “Temprano por la mañana en #lacolachallenge”.

La periodista independiente Yoani Sánchez lo plasmaba así en el sitio digital 14yMedio el pasado viernes:  #LaColaChallenge: El único reto 100% cubano ha nacido y el desafío es inundar las redes con las largas filas para comprar en la isla.

Hace apenas unos días sabíamos por el periodista Mario J. Pentón, del diario El Nuevo Herald, de un documento, emitido por la gerencia de Mercadotecnia de TRD Caribe, y fechado el 7 de mayo del 2019, que regulaba la venta de determinados productos para “evitar el acaparamiento y el desabastecimiento en la red comercial de las Tiendas Recaudadoras de Divisa”.

De acuerdo con las nuevas disposiciones cada cliente podría llevarse 2 botellas de aceite, 2 paquetes de sal, 20 manzanas, 2 cajas de cerveza, 2 frazadas de piso y únicamente seis kilogramos de muslo o pechuga de pollo.