Las “mulas” y las nuevas tiendas en Cuba

Por Lucía Jerez

¿Acabarán las nuevas tiendas con el negocio de las “mulas”? Muchos de los cubanos que se dedican a esto se muestran optimistas

Una de las interrogantes que ha suscitado en Cuba la creación de las nuevas tiendas MCL es cómo quedarán ahora aquellos cuyo negocio era comprar artículos en el exterior y revenderlos en la isla.

Por mucho tiempo la carencia de productos ha provocado que emerja un sector que viaja a otros países, importa lo que está en falta, y luego lo comercializa a precios que hagan rentable la inversión.

“Yo tengo visa a México por diez años. Me la dieron en 2016 y desde entonces traigo aires acondicionados, neveras, lavadoras, cafeteras eléctricas, y electrodomésticos que escasean aquí. Mi interés no ha sido abusar de los clientes, pero pongo tarifas a partir de lo que invierto. Necesito sacar el dinero del pasaje, la estancia y la compra neta del equipo. Por supuesto, tengo mi margen de ganancia”, comentó Lourdes.

“Nunca le he robado a nadie. Al contrario, creo que hemos resuelto un problema. Cobramos porque vivimos de eso. Pero si finalmente esa mercancía va a estar en los establecimientos nacionales, exploraré y me dedicaré a traer otras. O sea, seguiremos buscando lo que está ausente”, añadió William, residente en la calle Acosta, del municipio Diez de Octubre.

Según la prensa oficialista, si se tiene en cuenta el estado de opinión y las consideraciones de expertos sobre el tema, “es totalmente permisible que las personas dedicada a estas cuestiones continúen con su negocio. Podrá seguir, pues no está prohibido actuar como ha hecho hasta la aplicación de la estrategia que incluye a las entidades prestar servicios de importación a personas naturales con posibilidades de pagar en moneda libremente convertible”.

“Pienso que puede ser una buena opción. A veces las “mulas” o los comerciantes se aprovechan de las ausencias y disparan los valores. Tampoco resuelvo nada con que lo traigan si no lo puedo alcanzar. La solución sería que el Estado, de una vez y por todas, establezca costos intermedios y asequibles”, dijo Sofía, vecina de Tulipán, en el municipio Plaza de la Revolución.

Los enigmas acerca de las recientes medidas pululan de una parte y de otra. Como siempre, cada cual defiende la elección  con la que saldrá favorecido.

“Como negociante que soy, por tradición familiar, prefiero esperar. Dudo que estos centros permanezcan abastecidos regularmente. Como mismo se pierde el papel higiénico y el detergente, también comenzarán a disminuir los dispositivos en venta. Solo resta esperar. Únicamente la realidad podrá poner punto final a las aspiraciones”, señaló Vicente, quien tiene visa para Haití.