Los revendedores en Cuba, el “nuevo” enemigo en la mira

Un artículo publicado por la oficial Agencia Cubana de Noticias (ACN) bajo el título de “De pregones dominicales y especuladores” ataca frontalmente a quienes en la isla se buscan la vida con el comercio de productos que escasean o están completamente desaparecidos de las  tiendas estatales.

Según la versión de la ACN, un revendedor puede ofrecer sin pudor alguno una colcha para trapear el suelo a 40 CUP. El periodista explica así la situación: “Parece que los revendedores también tienen sus precios topados y ahora están en tiempos de zafra.  Ante el déficit de artículos de aseo o alimentarios, duplican o hasta más el valor de los productos sin ningún escrúpulo, todo lo contrario. El mercado negro, donde rige la oferta y la demanda, traza sus estrategias para obtener más ganancia y lucrar con las necesidades de la población, a la vez que corrompe a quienes tienen en sus manos la distribución y venta de las mercancías”.

Historias de necesidades de la población cubana abundan en los últimos meses en redes sociales.

No hay un solo cuestionamiento en el referido artículo para, por ejemplo, Betsy Díaz Velázquez, ministra cubana de Comercio Interior. Como titular de ese ministerio atañe a ella el control de los productos en medio de la crisis. Eso sí, se conmina a los cubanos a vigilar a sus  vecinos: “Identificar a los transgresores  y los lugares más vulnerables es una tarea en la cual la población debe estar como los habitantes de Fuenteovejuna, todos a una, en aras de despojar de abrojos el camino para centrar esfuerzos  en la producción de bienes de consumo, incremento de la calidad y defensa nacional”.

Y a los revendedores se les aconseja entonces no olvidar el artículo 230 del actual Código Penal que rige en la isla y que determina que “se sanciona con privación de libertad de tres meses a un año o multas de 100 a 300 cuotas o ambas al particular que: Adquiera mercancías u otros objetos con el propósito de revenderlos para obtener lucro a ganancia; o Retenga en su poder o transporte mercancías o productos en cantidades evidentes e injustificadamente superiores a las requeridas para sus necesidades normales”.