Los cubanos también compran para sus negocios en mercados de la capital de Haití

“Cada tarde, cientos de cubanos revolotean por una encrucijada llena de baches en la capital del país más pobre del hemisferio buscando ropa, bombillas, perfumes y otros productos que escasean en su país”, según un reportaje de la agencia Associated Press (AP) fechado en Haití.

El despacho de AP cuenta que en Puerto Príncipe los haitianos, para ofrecer mejor las mercancías, ponen reggaetón de Cuba, a todo lo que da; mientras Angelina Luis Domínguez, nacida en La Habana y su sobrina Yeleny Terry Luis ofrecen en una cafetería frijoles negros, arroz y cerdo asado. “Hay miles, por todos lados. Antes eran cuatro o cinco; ahora se ha minado. Es Cuba que creo que está aquí”, declaró Angelina Luis Domínguez a la agencia de prensa.

En la capital haitiana los cubanos buscan los mejores precios en productos de cuidado personal, ropa, artículos del hogar y hardware para computadoras. Algunas fuentes a las que ha tenido acceso Associated Press aseguran que el “mercado cubano” de Puerto Príncipe forma parte de un comercio global que se calcula en más de 2 mil millones de dólares, luego de que los de la isla pueden viajar libremente, con menos restricciones, a algunos países.

De acuerdo con estimados, para viajar a la capital haitiana con el propósito de hacer compras, un cubano puede necesitar aproximadamente 700 dólares en concepto de pasajes aéreos, comida y alojamiento. Los otros 700 los destinan a adquirir mercancías, que luego revenden de manera que la estancia en Puerto Príncipe signifique beneficios para “su negocio”.

Hace cinco años el gobierno de La Habana suprimió el permiso de salida. A partir de ese momento los cubanos comenzaron a viajar a lugares que no exigen demasiados requisitos para entrar legalmente: el propio Puerto Príncipe, ciudad de Panamá, Cancún (México), Guyana, Trinidad y Tobago, e incluso Moscú (Rusia), como han podido constatar los reporteros de AP. En los vuelos de regreso a la isla, muchos vienen cargados de mercancías para vender y poder ir sobreviviendo.

Luis Carlos Saenz, subdirector general de la zona libre de Colón, en Panamá, confirmó a Associated Press que en 2017 los cubanos se gastaron 308 millones de dólares, “y van camino de gastar quizás hasta un 8% más en 2018”.

Entrevistado también por AP, un comprador de la isla en la zona libre de Colón explicaba: “Para nosotros, llevarnos un split (aire acondicionado), una motocicleta, es muy importante. Eso en Cuba es oro”.