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Cuba

Los cubanos aprovechan el Internet en los celulares y transmiten el ambiente de las inundaciones

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Texto y fotos: Liliana Suárez

Los habaneros fueron testigos este fin de semana último de un evento climatológico poco común para esta época del año, según consideraciones del Instituto de Meteorología (INSMET),  que provocó fuertes vientos del noroeste superiores a los 60 kilómetros por hora e inundaciones en las zonas bajas del litoral.

Los anuncios del INSMET entre los habaneros generalmente suscitan opiniones encontradas que van desde el apasionamiento por acaparar alimentos por lo que pudiera suceder, hasta el desenfado y la incredulidad ante los pronósticos.

Esta vez surgía entre casi todos la expectativa a causa del parte dado por el Doctor José Rubiera a mediados de semana, que pronosticaba la combinación de una vaguada y una baja extratropical procedente de Estados Unidos, la cual traería intensas lluvias, vientos favorables a penetraciones del mar y olas hasta de cuatro o cinco metros.

El viernes se cumplió la predicción. Tras la alerta dada por la Defensa Civil  las condiciones del tiempo comenzaron a deteriorarse sobre todo en zonas cercanas a la costa de Miramar, el Vedado y Centro Habana. Algunas quedaron bajo el nivel de las aguas, fueron evacuadas numerosas familias y otras tantas apostaron por guarecerse en casas y apartamentos de vecinos, amigos y familiares a sabiendas, como ya es habitual, de que en menos de 78 horas no se volvería a la normalidad.

En su recorrido Cuballama pudo comprobar como el mar entró hasta cerca de la calle Línea, desde G, donde los turistas eran trasladados del Hotel Presidente a instalaciones más seguras, en áreas del Hotel Meliá Cohiba y de la tienda Galerías Paseo, en el Vedado.

Junto a su esposa un visitante canadiense comentó en buen español a esta redactora su agradecimiento a las autoridades turísticas por la atención rápida y el cuidado con que eran tratados en el Hotel Presidente. Ellos, como el resto de los viajeros, cargaban sus equipajes hacia los ómnibus que los evacuaban.

Las inundaciones en redes sociales

Además de las cámaras de la prensa nacional e internacional, esta vez otras se integraron al paisaje: mujeres y hombres de cualquier edad tomaban instantáneas y videos con sus celulares. Muchos aparecieron casi de inmediato en redes sociales, lo que es noticia en una ciudad que, poco a poco, avanza en la aplicación de las tecnologías de la información, y en este mes de diciembre dio el paso para acceder a Internet desde los móviles.

Cuballama intercambió en la calle G con un par de jóvenes, que luego de conseguir las fotos no querían llegar tarde a la “competencia”. Sentados en un banco se trataban de conectar paras subirlas a las redes sociales.

Julio, como dijo llamarse uno de ellos, no lograba calmar su inquietud: “es que parece que el mal tiempo ha afectado la conexión, ahora está más lenta y quiero poner las fotos en mi Facebook”. El otro le contradecía: “oye, es tu celular, el mío es un Huawei y ya estoy subiendo las mías, así que voy a llegar primero que tú”.

Curioso fue, igualmente, el ecuánime y cordial comportamiento de los policías que desplegados en toda la franja costera afectada no pusieron objeción a que esa masa de habaneros que se aventuraban por vez primera en estas lides llegaran hasta muy cerca de las penetraciones del mar, a unas cuatro o cinco cuadras de las olas del Malecón. “Usted, ciudadano, solo puede llegar hasta el borde del agua, pero tenga cuidado que puede ser peligroso”, escuchamos decir a un policía cincuentón que custodiaba en la calle E y Avenida 7ma.

La furia del mar, las inundaciones y los afectados

Desde el jueves en la tarde y horas tempranas del viernes, los centros de producción y servicios  del litoral habanero suspendieron sus labores por las experiencias ya vividas en períodos del año en los que la isla está expuesta a contingencias climáticas complejas.

Tal fue el caso, por ejemplo, de las áreas bajas del Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Amejeiras, donde en otras ocasiones han sufrido perjuicios equipos y materiales de alto valor, como pudo comprobar Cuballama en Centro Habana. Allí las aguas penetraron desde Prado hasta el sitio en el que está ubicado el Consejo Popular de Colón.

Órganos de prensa oficiales apuntaron a que como se acostumbra ante catástrofes meteorológicas, el gobierno de la provincia activó las unidades de Rescate y Salvamento, de Bomberos, la Policía y el Ministerio de Salud Pública para evitar accidentes y asegurar bienes privados y estatales. Sin embargo, medios alternativos fustigaron las precarias condiciones del alcantarillado habanero, al que atribuyen las inundaciones que suceden en la ciudad incluso cuando las lluvias no son intensas.

La furia del mar en estas zonas de La Habana casi siempre es un duro golpe a las familias. Rosa, una señora de 74 años, remisa para evacuarse a tiempo, vio como el agua entró a su casa convirtiendo en desechos sus colchones, otros objetos domésticos y alguna ropa que no tuvo la precaución de recoger. “No pensaba que iba a pasar de esta manera. Otras veces he llevado a un piso más alto, de una vecina, mis cosas, pero ahora me tomó desprevenida. No creí mucho en el parte de Meteorología”, explicó a Cuballama esta mujer que vive sola en la calle San Lázaro, Centro Habana, desde que falleció su esposo y la hija emigró a Italia.

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