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Cuba

Las recetas de democracia de los represores del PCC

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Ya era sabido que en los días anteriores al Octavo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), el circo estaba garantizado. Desde los payasos hasta los malabaristas, todos hablan de democracia

En el único lugar de este planeta que en pleno siglo XXI se vocifera que “la condición de partido único no limita el ejercicio de auténtica democracia; al contrario, la hace participativa, fuerte, fecunda; le concede ética y transparencia, y estimula, en la organización política, una pluralidad que trasciende” es Cuba.

En la función circense del diario oficialista Granma, tocó el turno a 

Y es que Llamos Camejo en esa deseada retórica que no coagula -falta irrigación en esa cabecita, y en el circo completo del PCC- menciona al vilipendiado José Martí, a Julio Antonio Mella y a Rubén Martínez Villena. Para luego caer en el de siempre, un hombre que ni muerto deja en paz a los cubanos: Fidel Castro.

El discurso del artículo de Granma otea ya los que nos espera del 16 al 19 de abril. Más de lo mismo. Vejetes anquilosados, que se dormirán en las sesiones pero ahí siguen. Hasta que el chillido de un joven de los de la especie de Yusuam Palacios los despierte, o alguien le dé un mimoso codazo.

José Llamos Camejo está completamente ajeno a la Cuba de estos días. Quizás vive en la carpa del circo que han montado por el Octavo Congreso del Partido Comunista de Cuba. No sabe de de San Isidro, ni de la huelga de hambre de José Daniel Ferrer y los de la UNPACU, ni la de la eterna crisis agravada por la pandemia.

Desde su burbuja circense escribe:  “Algunos, al mirar a Cuba, hierven de rabia. Les duele ver a este pueblo victorioso abrazado al Partido que lo condujo en Girón, en la Crisis de octubre, en la lucha contra bandidos, en el período especial… Tampoco hallan el modo de ocultar la cercanía de este pueblo con la vanguardia política que brota de él, una alianza a prueba de desafíos, de peligros, de coyunturas difíciles, forjada con el personal ejemplo de Raúl y de otros incansables, a los que ya se suma una nueva hornada. Maestro entre ellos, Fidel”.

En otra de las pompas del circo -una carpa aledaña- se ocuparon en crear la serie Conquistando un sueño, en saludo al Congreso. Lo presentan como nueve capítulos que cuentan la historia del PCC. Es difícil pasar de los primeros 5 minutos del primero. Serie apta solo para payasos y malabaristas.

Andreu Romero

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