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Las nuevas medidas de Cuba contra el COVID-19

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“Son tiempos difíciles y de unidad de los cubanos”, dijo el primer ministro Manuel Marrero Cruz al hablar de la situación en el país con el covid-19. El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel dijo, por su parte, que «Esto es responsabilidad de todos y lo resolvemos entre todos».

Finalmente la alta cúpula de dirigentes cubanos cedió y abrió las entendederas. El gobierno de la isla accedió al clamor popular – visto, ya lo sabemos, en las redes sociales – y no solo mandaron a cerrar primero, el viernes, los aeropuertos, sino que este lunes mandaron a cerrar las escuelas; pero no fueron solo estas las buenísimas medidas tomadas por el estado cubano, aunque sí con días de retraso. Como diría la presentadora Edith Massola: “Tantas miradas, no pueden estar equivocadas”.

En un Mesa Redonda especial celebrada el día de ayer, que contó con la presencia de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez y todos sus ministros – en especial, Manuel Marrero Cruz, su Primer Ministro – el país pudo conocer de primera mano y de boca de sus dirigentes que ellos no eligieron, las nuevas medidas a tomar en el país en materia de lucha contra la pandemia del coronavirus.

En especial destaca una: el cierre de las escuelas; pero además se tomaron decisiones trascendentales con los más de 3500 turistas que aún permanecen varados en Cuba.

La situación con estos últimos es delicada. El pasado viernes Díaz-Canel les concedió una moratoria para que abandonasen el país pero, como castillo de naipes que se derrumba, así han ido “cayendo” una a una las aerolíneas que ofrecen servicios regulares a Cuba y que han decidido cancelar sus vuelos a la isla. Ayer, precisamente dos de ellas, LATAM y Copa Airlines no respondían a cientos de llamadas de clientes que se encuentran varados en el aeropuerto internacional de La Habana. Hoy la agencia AFP habla de 1500 argentinos, y también de 3000 franceses, 1500 españoles y otros miles de canadienses.

Lo importante de lo dicho ayer en relación con las medidas, es que estas tendrán vigencia por los próximos 30 días y habrá flexibilidad para garantizar la cooperación con otros países y en el comercio.

Prensa Latina dice que “los turistas extranjeros que queden varados en la isla estarán en aislamiento sobre todo en hoteles donde se les garantizará la atención y control médico”, pero se desconoce si ese servicio será gratuito o deberán pagar por ello.

Entre otras medidas que dictó la cúpula gobernante, con relación a los turistas, está la cancelación de las excursiones y la suspensión de la presencia de estos en las calles.

Suspensión de las clases en todos los niveles de la enseñanza.

No por esperada dejó de ser impactante conocer que el país decidió – ¡por fin, Manolo! – cerrar sus centros de enseñanza. Desde horas de la tarde se conoció del cierre de las clases en la Universidad de la Habana, y minutos después el periodista manzanillero e infoactivista social, Giordan Milanés, daba a conocer desde Granma similares medidas en las escuelas de ese municipio en el Oriente del país.

No pocas personalidades públicas del país, padres y madres muy preocupados por la salud y el bienestar de sus hijos venían pidiendo desde hacía ya varios días el cierre de los centros de enseñanza. No pocas madres decidieron por cuenta y riesgo, no mandar sus hijos a la escuela. Ahora, la “irreverencia”, tiene visos de legalidad.

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Otras medidas

La transportación interprovincial quedó “limitada” a casos humanitarios. Diariamente en el país se mueven, entre una provincia y la otra, cerca de 22 mil cubanos, ya sea por aire, mar o tierra.

Se suspendieron además las actividades en piscinas, gimnasios; en la actividad del comercio, se implementa la regulación de ventas de varios productos de primera necesidad “a fin de que lleguen con equidad y bajo regulaciones epidemiológicas a la población.”

Para evitar indisciplinas sociales, se reforzará la presencia policial en las calles, pero corresponde a la población más que a los agentes del orden, conservar la disciplina social, una materia sin dudas pendiente en el país y un “bien” perdido desde hace ya muchísimos años dentro de la población. El estado ha decidido tomar medidas incluso de manera drástica contra quienes violen las disposiciones que buscan detener el impacto de la enfermedad en la isla.

Al Habla Díaz-Canel

En una comparencia en la que el mandatario Miguel Díaz-Canel Bermúdez exigió “responsabilidad a todos los cubanos en el enfrentamiento a la COVID-19” se acertó por parte de este en pedir «el compromiso de las instituciones, la familia y la ciudadanía en general».

«El nuevo coronavirus viene hacia nosotros y lo está haciendo a una velocidad exponencial», dijo Díaz-Canel aunque, debió haber pronunciado esa frase una semana antes (al menos).

«Lo primero que hay que lograr es que la gente tenga percepción de ese riesgo, para que actúen responsablemente», dijo además Canel y esa falta de percepción de riesgo es la que ellos nunca tuvieron y jamás le transmitieron al pueblo en toda una semana; por el contrario, el país se enfocó en hacer una campaña de país seguro y sistema de salud fuerte, para no hablar del “Sol cubano”, responsable – según Havanatur – de darle muerte al virus si se aparecía en el territorio.

«Las medidas en marcha pueden detener el virus antes de que se extienda», señaló Canel que al parecer, por una vez en su vida, decidió hacerle caso a las redes sociales.

El nunca votado Díaz-Canel pidió – ¡por vez primera! – el aislamiento social.

«(…) lo tenemos que provocar hoy, no mañana, esto significa mantener la mayor cantidad de gente posible en casa y con el menor contacto con otros», afirmó.

Por si fuera poco, Díaz-Canel urgió a eliminar la aglomeración de personas.

El mandatario dijo que el pueblo “ha ido tomando conciencia en los últimos días y ha actuado de manera diferente”, pero no mencionó que ese “cambio” se gestó por las redes sociales y seguramente por las llamadas de no pocos cubanos residentes en el exterior que sí tenían real percepción del peligro y comenzaron a alertar a sus seres queridos en la isla sobre la importancia del auto aislamiento.

«Esto es responsabilidad de todos y lo resolvemos entre todos».

Todavía persiste el gran problema: como evitar las colas, y la gente encimándose una sobre las otras en las colas.

El mandatario cubano dijo que “estamos en el momento de poder entrar en pleno pico del virus” y debió explicarle a las  autoridades territoriales, como si diera la “papilla”, cucharada a cucharada, otra vez, los elementos conceptuales del distanciamiento social.


“Son tiempos difíciles y de unidad de los cubanos”, dijo el primer ministro.

El Primer Ministro cubano Manuel Marrero Cruz dijo por su parte, que los más de 9000 turistas que se encuentran alojados en casas de renta particulares en el país, se trasladarán a los hoteles para evitar “contacto” con las familias cubanos y “por contar con mejores condiciones de infraestructura y de atención médica” en esas instalaciones. La permanencia de estos en las casas particulares, pone en riesgo a las familias que viven en esos hogares, pero más importante que esto es que esas casas carecen de enfermerías y/o personal médico capacitado para asistirlos, sobre todo en los casos que uno de ellos comience a desarrollar los síntomas de la enfermedad del coronavirus.

De igual modo, dijo Marrero “pedimos que nos abstengamos de recibir visitas en nuestras casas, si usted tiene una piscina no debe recibir a nadie”.

Al hablar de las famosas “colas” para la compra de productos alimenticios dijo que “esta preocupación de la población de la concentración, del acaparamiento, de muchas personas en grandes colas, tenemos que resolverla.”

Marrero planteó además que “los productos liberados se les establecerá un máximo de venta por persona para evitar la concentración de personas y acaparamiento con fines comerciales”.

El Primer Ministro dijo que varios establecimientos hoteleros que en la actualidad se encuentran cerrados o sin turistas, “están preparando varias ofertas para la venta de comida a domicilio.”

“Esto para que los hoteles que estén cerrando sigan percibiendo ingresos”, explicó.

Al hablar de las llamadas “candongas”, lugares donde se aglomeran a trabajar cientos de trabajadores por cuenta propia, dijo que “en su momento se conversará con esas personas para dispersarlos y que continúen vendiendo, pero sin aglomeraciones”.

Igual señalamiento deberán acatar las instituciones religiosas del país, Estas deberán reducir las reuniones y en caso de efectuarse, los feligreses deberán respetar el espacio entre personas.

“Todos sabemos que hay templos que, según el culto, agrupan determinados días de las semanas a sus fieles, y no tenemos ningún inconveniente en ello; pero sí le hemos pedido tratar de evitar concentraciones por la salud de los fieles y de sus familiares”, expresó Marrero.

La movilidad fuera del país

“Todos los cubanos quedan regulados a partir de hoy”, advirtió Marrero.

“Hemos llegado a la consideración que se ha de tomar una decisión para poner fin a esta tendencia, por lo que se está regulando a partir de estos momentos la salida del territorio nacional de todos nuestros compatriotas por una sencilla razón: cuidar de su salud, de sus familiares, sus vecinos y compañeros de trabajo”, explicó Marrero y recordó que a partir de este martes los aeropuertos y fronteras del país quedarán cerrados, excepto para los cubanos y extranjeros residentes que regresan de terceros países, con el fin de evitar que entren más casos infectados.

Sin embargo, todavía en La Habana y Varadero, ciudades donde han sido concentrados los casi 6000 turistas que aún permanecen en la isla a la espera de salir del país, la situación es caótica porque muchas de las aerolíneas encargadas de transportar estos pasajeros de regreso a sus países “cancelaron” o “modificaron” de fecha sus boletos.

Quedará suspendido la aglomeración en los aeropuertos para despedir o recibir familiares. En el caso de aquellos que lleguen – residentes en el país – se trasladarán a centros de aislamiento que han sido ubicados en varias provincias del país. A los que regresen se les prohibirá abordar los aviones con más de una maleta de mano y una en la barriga del avión pues, dijo Marrero, el país no cuenta con la logística necesaria para manejar la entrada de 3 000 o 4 000 cubanos al país, con un promedio de cuatro o cinco maletas cada uno.

El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) anunció este lunes que el número de casos de COVID-19 en Cuba aumentó a 40. Ingresados, bajo vigilancia, se tienen a 1 036 pacientes, de los cuales 531 son considerados casos sospechosos.


 

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