Cuba
La unificación monetaria en Cuba: el nuevo teatrillo
Todo es incertidumbre en Cuba con el nuevo teatrillo de la unificación monetaria. Las explicaciones llegan con cuentagotas y son bastante ambiguas
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, ya hace su parte en el nuevo teatrillo de quienes gobiernan la isla. Ahora toca cacarear y “desinformar” al mundo sobre las bondades de la unificación monetaria próxima a llegar.
Dice el canciller en Twitter que se actualizará el modelo económico y social de la isla. Y acto seguido inserta un video “explicativo” que enuncia cuatro elementos: resolver dualidad monetaria, resolver dualidad cambiaria, eliminar subsidios y gratuidades indebidas, y transformar los ingresos de la población.
La reforma monetaria contribuirá al avance de la actualización del modelo económico y social de #Cuba.
Su implementación, en la esfera social, permitirá eliminar gratuidades indebidas y facilitar el proceso de análisis y asignación de los subsidios a las personas necesitadas. pic.twitter.com/oIEwQlLir4
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) November 19, 2020
Lo de actualizar el modelo económico y social recuerda sospechosamente a aquella frase de “Ahora sí vamos a construir el socialismo”, pronunciada por Fidel Castro en 2005. Pareciera luego de tanta improvisación que jamás han tenido muy claro por donde tirar. Y así, durante más de 60 años los cubanos de a pie son los mayores perjudicados.
Hoy mismo el portal Diario de Cuba publicaba testimonios de trabajadores estatales que ya han tenido en sus centros reuniones para adelantarles algo de lo que pasaría con la unificación monetaria.
La sorpresa es un adelanto salarial que se haría efectivo el venidero 1 de diciembre y que sería de 1 000 pesos. De esta forma se garantiza que puedan tener dinero para afrontar la subida de precios de los productos racionados. El mencionado adelanto luego se pagaría al Estado en cuotas, según el incremento que tenga el salario de cada trabajador.
Pero a muchos cubanos no les convence la idea. Nancy Valladares Estrada, que es recaudadora en un paradero de guaguas, lo expresó a Diario de Cuba tal como ella lo entiende:
“También en mi centro laboral varios trabajadores preguntaron si era posible la opción de no aplicar a este adelanto salarial por simple desconfianza. El problema es que estas reuniones se están celebrando solo a nivel de centros laborales, pero nada de esto ha trascendido a la prensa y por tanto, al menos yo, no me fío del secretismo. En primer lugar, porque están poniendo la carreta delante de los bueyes: nadie sabe qué y cuánto se podrá comprar con 1.000 pesos, o a cuáles servicios podré acceder. Y en segunda porque una unificación monetaria que empieza por endeudar a los trabajadores no es una buena decisión”.
Neus Francino
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