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Cuba

La realidad vs la versión de los hechos del canciller cubano

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La investigación aún está en curso, pero ya el canciller Rodríguez Parrilla ofreció su versión de por qué sucedió el tiroteo contra la embajada de Cuba en EEUU

El canciller Bruno Rodríguez Parrilla ofrecía ayer una conferencia de prensa virtual en la cual dio su versión de los hechos y aseguró que el tiroteo contra la embajada de Cuba en Estados Unidos, ocurrido el pasado 30 de abril, fue un ataque terrorista.

La diplomacia a nivel internacional suele ser mucho más cauta y prudente ante sucesos como este. Si acaso las acusaciones se intercambian por debajo del tapete, no públicamente. Pero en La Habana parecen no estar dispuestos a esperar las conclusiones de la investigación.

Dice el canciller cubano: “El autor, Alexander Alazo Baró es una persona de origen cubano que vive en los Estados Unidos desde 2010. El Departamento de Estado y el Gobierno de los Estados Unidos, lamentablemente, han optado por silenciar este grave ataque terrorista.  Hasta este mismo instante no se ha producido ninguna declaración pública de condena a este hecho, ni de rechazo a un acto terrorista; ante una situación de esta gravedad, es necesario denunciar el silencio cómplice del Gobierno de los Estados Unidos”.

En otro momento de su conferencia de prensa virtual, Rodríguez Parrilla lanza cuestionamientos muy poco argumentados: “Hay que preguntarse y hay que preguntar al Gobierno de los Estados Unidos cómo un individuo con una conducta normal, religiosa, pacífica se transforma en alguien con problemas mentales que, con escasos recursos económicos, se hace poseedor de un fusil de asalto, se traslada, viaja de un estado a otro de la Unión y se lanza a cometer una agresión armada contra una sede diplomática en la capital de esa nación”.

Posteriormente el canciller cubano “aconseja” al gobierno de EEUU que se apreste a hurgar en las relaciones de “Alazo Baró con grupos e individuos, dentro de los Estados Unidos, con una trayectoria conocida de manifestaciones de odio y de instigación a la violencia o, incluso, al terrorismo contra Cuba”.

Una de las “pruebas” fehacientes que presenta Rodríguez Parrilla es un perfil en Facebook que dice es de la persona que disparó contra la sede diplomática de La Habana en Washington, bajo el nombre de Hamilton Alexander. “Promueve canciones de estilo y contenido marginal, con incitaciones abiertas a actos de violencia contra funcionarios diplomáticos, precisamente, en los Estados Unidos”, declara el titular cubano de Exteriores, y luego agrega: “se observan vínculos con los autores de actos de profanación contra los bustos o esculturas de José Martí que se produjeron para ofensa de nuestra nación hace algunos meses”.

El ministro de Relaciones Exteriores de la isla explica además en su intervención que Alexander Alazo Baró habría residido en Miami desde el 2010 y hasta fecha que él no precisa. Luego vivió en “Texas, Pensilvania y quizás en otros lugares” -manifiesta el canciller.

Sin embargo, no duda -diez años después, estamos en 2020- en asociar al hombre que disparó contra la embajada de Cuba en EEUU con el el pastor Frank López, del centro religioso llamado Doral Jesus Worship Center, en Miami. Y es justo ahí cuando “arma” su versión de los hechos: “Puedo informar con toda responsabilidad que Alazo Baró durante su estancia en Miami se asoció a un centro religioso llamado Doral Jesus Worship Center, Centro de oración de Jesús, en Doral, en Miami Dade, al que se aproximan regularmente y en el que se reúnen personas con reconocida conducta a favor de la agresión, la hostilidad, la violencia y el extremismo contra Cuba. El pastor López es un individuo que mantiene estrechas relaciones con personas como el senador Marcos Rubio, con un venezolano llamado Carlos Vecchio y con otras figuras de conocido extremismo contra Cuba y promotores de la agresión a nuestro país, incluido el congresista Díaz-Balart”.

Carlos Vecchio, algo que desconocemos si el canciller oculta con segundas intenciones, no es “un venezolano”. Era el segundo de Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López. Cuando López fue puesto en prisión por el gobierno de Nicolás Maduro, durante las protestas de Venezuela en 2014, Vecchio marchó al exilio porque también había una orden de arresto contra él. Actualmente es el embajador de la República Bolivariana de Venezuela ante los Estados Unidos, tras su designación en febrero de 2019 por el denominado presidente Interino Juan Guaidó.

Quizás con el propósito de dar fuerza a sus denuncias, Bruno Rodríguez asevera algo que quienes nacimos en Cuba sabemos que no es cierto. El gobierno de la isla no puede presumir de esto: “dentro de las relaciones normales que tiene el país con los cubanos que residen en el exterior, dentro de sus propósitos de reunificación familiar, facilitación de los viajes y del derecho a viajar, Alazo Baró visitó frecuentemente nuestro país, la última vez en el año 2015”. Es una verdad a medias: el gobierno cubano alienta los vínculos solo con los que nacieron en la isla y apoyan a eso llamado Revolución. Otros, muchos, son tildados de mercenarios. Como si todavía estuviéramos en aquellos días de junio de 1961 en los que Fidel Castro no tuvo reparo alguno en expresar: dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada.

(Artículo de opinión)


 

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