En lo que constituye un hecho sin precedentes en la historia de la aeronáutica mundial y un justo homenaje a cientos de astronautas, en su inmensa mayoría soviéticos, rusos y norteamericanos, La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) logró en las últimas horas lo que hasta hace unos años era solo un sueño que ni siquiera pudo materializar en un libro Julio Verne: aterrizar una nave espacial en el planeta Marte. Se trata de la primera misión a la superficie del planeta en 6 años, fruto de la colaboración entre la United Launch Alliance y esa agencia gubernamental.
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Ambas, lanzaron en mayo pasado desde la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg en California la misión InSight, y tras seis meses de viaje finalmente ayer la nave depositó su estructura en el planeta más cercano al sistema solar.
Lanzamiento de InSight. / Wikimedia Commons
La sala de ingenieros del Jet Propulsion Laboratory rompió en aplausos interminables tras el suceso, que se desarrolló tal y como estaba previsto. InSight, transmitió en vivo su aterrizaje, y también transmitió imágenes del planeta.
Rob Grover, líder del equipo de ingreso, descenso y aterrizaje de InSight en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, no cabía en su traje de tanto júbilo, al igual que el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, y el vicepresidente Mike Pence.
Se trata de la primera misión a Marte desde que en el año 2012 la NASA lograra aterrizar el rover Curiosity en el vecino planeta.
El éxito supone además años de estudio de cómo hacer aterrizar un aparato no tripulado en Marte. Tan solo el 40 por ciento de todas las misiones enviadas a Marte han sido exitoso. El resto han sido fracasos, principalmente al momento del aterrizaje.
“Hay una razón por la cual nuestros ingenieros llaman a ese hecho (aterrizar en Marte) los siete minutos de terror. No podemos usar el joystick para el aterrizaje, por lo que tenemos que confiar en los comandos que preprogramamos en la nave; (…) Hemos pasado años probando nuestros planes, aprendiendo de otros aterrizajes de Marte y estudiando todas las condiciones que Marte puede ofrecernos”, dijo a la prensa Grover.
Ahora solo queda esperar, y confiar que dentro de unos años un ser humano podrá poner sus pies sobre la árida superficie; con un clima que scila entre 20 ºC en verano y -140 ºC en las noches . La primera parte de los imposibles ya ha sido cumplida. Esperemos.
Así fue el aterrizaje:
