Cuba
La “lucha” diaria de los habaneros para encontrar comida en los mercados
Texto y fotos: Liliana Suárez
El habanero, como el cubano en general, se la pasa haciendo acrobacias para saldar su deuda con la cocina, el terror y el estrés de la mayoría de las familias. La primera de esas peripecias de cada día llega con el desembolso del dinero que hay que pagar; y la segunda está en que los alimentos, sobre todo los cárnicos, no se distribuyen por igual en todos los barrios, o suceden rachas de ausencia casi total de estos en las tiendas en moneda libremente convertible (CUC).
Luego de casi un mes con altas y bajas en los abastecimientos, el fin de semana último “aparecieron” en puntos de algunas localidades ciertos productos aislados como el picadillo de res de segunda (2.10 CUC, 500 gramos), picadillo de pollo (0.90 CUC, 460 gramos), salchichas de pollo (1.10 CUC, 340 gramos) y hamburguesas de res (0.45 CUC, 75 gamos) o de pollo (1.00 CUC, 300 gramos). Lo que más demanda tiene entre la población de la capital es el nailon de muslos o pechugas de pollo.
“He caminado todas las tiendas del barrio y no he encontrado en ninguna parte nada de pollo y me hace falta para reforzar la comida porque esos paquetes de picadillo me dan solo para dos comidas o una y se va el dinero en esa bobería”, le decía una consumidora que salía de la tienda de la cadena Panamericana 26 y 17, en el Vedado, a otra que andaba en gestiones similares.
En 26 y 17 el viernes último solo se encontraban en la nevera hamburguesas y albóndigas mixtas a 1.85 CUC, cuatro bolitas pequeñas en un pequeño paquete. “Hasta el momento no hemos recibido otros comestibles, es cierto que tenemos mucha inestabilidad con la llegada del pollo”, comentaba una de las trabajadoras del piso.
En el mercado de la tienda también Panamericana Danubio, la situación era parecida. Solo que uno de los frigoríficos contaba con picadillo de res. En La Mariposa, de la cadena TRD, en Nuevo Vedado, excepcionalmente ofertaban unos pollo enteros a 5.20 CUC (2200 gramos). Pero nadie apostaban por ellos: “Esos, que va, es puro hielo, grasa, pellejo grueso y el carapacho que te sirve solo para un caldo y ya. Una comida y no da la cuenta para ese gasto”, fue la respuesta atropellada de Lucía Almaguer cuando le preguntaba por qué si busca el producto no lo lleva. “Yo lo que quiero porque me resuelve algo son los nailon de muslos de pollo, tú sabes, más baratos y resuelven más. Pero siempre es lo mismo, no sé esta gente cómo piensa que va a vivir el pueblo, pero ellos no tienen que romperse la cabeza para encontrar comida”.
Se concentran las ofertas en los supermercados más grandes
“Yo vengo del Cotorro para tratar de buscar qué poner en la mesa, las tiendas allá están peladas y hay que terminar comprando los pedazos de puerco en las tarimas estatales o particulares, que en cualquier parte están más caras que nunca. Y siempre no se puede hacer ese gasto”.
“¿Y la carne de res? Ni hablar de eso, me la llevaban por la izquierda a la casa y eso me resolvía más pero con Díaz-Canel la cosa se ha puesto mala, la cogió con las ilegalidades pero ellos no le venden carne (de res) al pueblo. Parecen animales sagrados”. Eso dijo de un tirón a Cuballama Israel Villar, que junto a la esposa, esperaba en una larga fila que daba la vuelta en U para pagar sus compras en la Plaza Carlos III, de la cadena de grandes tiendas CIMEX, en el municipio Centro Habana.
“Y yo, vivo en Alamar (al este de la ciudad) y no me quedó otro remedio que hacer lo mismo. Porque al parecer la cuestión es sacar lo poco que hay todo junto en las tiendas grandes”, añadía a la pregunta de esta reportera María Julia Duarte, otra consumidora que trataba de hallar paciencia para seguir en aquella concentración de personas que estaban en el mercado.
“No entiendo por qué no distribuyen parejo en todas partes. Yo vengo desde La Lisa, allá en las tiendas desde hace semanas solo abastecen el picadillo de pollo y la hamburguesas, salchichas a veces porque últimamente están escaseando. Y de pollo nada. Por eso es que sobre todo vengo para acá porque es donde único lo encuentro”, asegura Estela Gutiérrez que se acompañaba de su hija. “Y no creas que siempre lo hay, hemos venido otros fines de semana y las neveras están vacías”, agrega.
En este recorrido que hizo Cuballama estuvo también la tienda de CIMEX Puentes Grandes y en menor escala, pero de igual manera, concentraba mayor cantidad de productos que las visitadas en otros municipios de La Habana.
Los clientes cuando se habla del asunto coinciden en si es un problema de facilismo de quienes controlan las tiendas en divisas, o existe alguna particularidad en cuanto a la política de distribución en las tiendas CIMEX.
El aumento en el precio de la carne de puerco en los mercados
En esta carrera para solventar las carencias que sufre el cubano en las disponibilidades de una alimentación adecuada, el habanero acude necesariamente a los puestos de venta de carne de cerdo cuyos precios han aumentado ostensiblemente en menos de un año. De 30 CUP la libra de carne de pierna, paleta o lomo, por ejemplo, ya se alza hasta más de 35. Si se trata de bisteces, estaremos hablando de 50 CUP la libra. La grasa o los trozos para hacer los populares chicharrones, se venden a 30 CUP.
Estas opciones de ofertas de cerdo pueden ser crudo o ahumado. Una pierna de ahumado puede costar cerca de 500 CUP. “Un lujo, eso es para cuentapropistas, gerentes o para los que reciban dinero de familiares afuera”, enfatizó a Cuballama Ana Ceballos, una mujer de poco más de 40 años que se presentó como cabeza de familia.
En un país en el que el salario medio solo alcanza el equivalente a 30 dólares, unos 767 CUP al mes, el cliente que llega a estos mercados por lo general pide un “pedazo” de carne: “por favor pero que no tenga mucha grasa, búscala limpia, Luisito”, decía una señora de avanzada edad en una venta cercana a la calle Virtudes, en el municipio Centro Habana.
Los spots de la televisión cubana anuncian a diario entre sus habituales programaciones la necesidad de una dieta balanceada que incluya carne, pescado, pollos, legumbres, vegetales, frutas, lácteos, entre otros, para evitar enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial con sus sabidas secuelas de accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares. De igual manera se anuncia en pancartas en instituciones de salud o lo aconsejan los médicos en la consultas.
Aunque la realidad es que el ciudadano, a pesar de tales recomendaciones, se ve obligado a recurrir a los alimentos que estén a su alcance aunque hagas esfuerzos para llevar un estilo de vida sano. Los productos del agro como legumbres, frutas y vegetales, si es que se encontraran porque escasean de manera general, han aumentado los precios, lo que dificulta tenerlos en la mesa familiar.
Por eso una paciente, hace poco mirando uno de esos carteles en una de las áreas del Hospital Universitario Calixto García, del Vedado, diría muy a lo cubano: “aquí la realidad va por un lado y la filosofía por el otro”.