Coronavirus Cuba
La Habana no es Stalingrado, ni los habaneros son rusos
La Habana estaba como aquella canción de Los Van Van. No aguantaba más y han tenido que salir “a la manigua” pidiéndole a los habaneros, disciplina.
En lo que sin dudas fue una decisión inesperada, la dirección del país decidió levantar paulatinamente las restricciones en La Habana con relación a la pandemia del coronavirus.
La decisión no vino de parte del Consejo de Defensa Provincial pues esta mañana la oficialista Agencia Cubana de Noticias se encargó de hacérnoslo saber de manera subliminal. En un artículo titulado La Habana: una reapertura responsable para contribuir a la economía se revela claramente la intencionalidad de esta “flexibilozación”. Está claro, necesitan reabrir para inyectarle dinero a la depauperada economía cubana.
Como dirían los Van Van: La Habana no aguanta más. La Habana y Cuba entera.
Los gastos que ha provocado el coronavirus en la capital ascienden a 125 millones de pesos. Siete millones, de esos 125, corresponden a gastos en alimentos, según reveló en una entrevista en la revista informativa Hola Habana, Jorge Luis Villa Miranda, coordinador de Programas de la Economía del Gobierno Provincial de la capital.
Una cola para comprar café en La Habana
En sus declaraciones, de las que se hizo eco la cadena de radio provincial, el funcionario explicó que las medidas aplicadas este primero de octubre tendrán un impacto positivo y en el incremento de ingresos al presupuesto.
Diez millones se han gastado en medicamentos que involucran el tratamiento de la pandemia; y otros 65 000 000 en pago del personal y prestaciones a trabajadores. Para completar la cifra: 13 000 000 en transportación; y otros 10 000 000 eb la reparación de instalaciones, entre otros gastos.
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Las afectaciones en general ascendieron hasta la fecha a unos 621 000 000 de pesos y al cierre del año, de acuerdo con estimados, se considera que deben alcanzar los 1 000 000 000 de pesos.
Mientras, en la reunión de los jerifaltes de la capital encabezados por Luis Antonio Torres Iribar, presidente del Consejo de Defensa Provincial en La Habana, explicaba más o menos lo mismo.
“La Habana, tiene que producir, dar servicios, importar y exportar, e incluso retomar poco a poco el turismo, pero con responsabilidad, las medidas aplicadas en la capital durante la presente etapa de transmisión autóctona limitada contribuyen a ello”, señala esta mañana ACN en su nota, que resume la reunión sostenida ayer por los máximos dirigentes en la capital del país en la que se le recordó a los habaneros “que deben actuar con mucha responsabilidad y velar por el bienestar propio, porque no todo recae en manos del Estado”.
Esta claro que La Habana no es Stalingrado, ni los habaneros son rusos.
Por más que algunos ideólogos socialistas apegados al marxismo y al “comunismo” -ruso o no- quieran, no hay modo en que los cubanos puedan soportar otra crisis. No existe ni el espíritu ni la voluntad para ello.
No hay modo en que los habaneros aguanten estoicamente como aquellos hijos de la extinta URSS que entre el 23 de agosto de 1942 y el 2 de febrero de 1943 resistieron lo que hasta el momento se considera uno de los más feroces cercos en la historia.
Las autoridades cubanas podrán decir que Cuba ha resistido durante más de 60 años un embargo y que el pueblo está capacitado para aguantar y resistir. La realidad, desde ayer, demuestra que había que abrir La Habana, porque el Titanic estaba a punto de irse a pique.
por Ariel P.
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