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La Habana: 17 millones recaudados en multas

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En La Habana se ha logrado recaudar 17 millones de pesos con las multas impuestas. Se reveló además que en septiembre ya se cuentan 15 617 multas

La importancia que, para frenar y controlar la COVID-19, tendría un acrecentamiento consciente de la disciplina y la responsabilidad colectiva, familiar y de cada individuo“, y que en la práctica ha desembocado en La Habana con la imposición de multas hasta al gato que camina de noche por los tejados, fue resaltada por Luis Antonio Torres Iríbar, durante la última -por ahora- reunión del Consejo de Defensa Provincial.

Allí, entre medidas y orientaciones e intervenciones de todo tipo, se dijo que “de las notificaciones por contravenciones relacionadas con la COVID se han logrado cobrar el 60%“. Ello representa un total de 17 millones de pesos, según la nota del diario oficialista Tribuna de La Habana.

Sobre el tema habló Orestes Llanes Mestre, jefe del subgrupo de Fiscalización y Control. Este funcionario explicó que durante el mes se han impuesto 15 617 multas bajo el Decreto 14 del Consejo de Ministros.

Fue Grisel de la Nuez, directora de Finanzas y Precios en La Habana, quien informó que ya el 61% de estas multas habían sido cobradas y dijo que los municipios con más retraso en el pago son La Habana Vieja y La Lisa.

“Suman mil 653 las duplicadas por no concurrir a las oficinas de abono en el tiempo establecido, y fueron pactados 137 convenios de pago. De los indisciplinados, 13 resultan reincidentes, y de ellos dos, repitieron por tercera ocasión”, destaca el Tribuna de La Habana.

Sin dudas, la imposición de multas ha significado “un alivio” en los depauperados ingresos en moneda nacional del Estado cubano.

En días pasados, a través de la red social de Facebook, se revelaba el caso de un anciano de 80 años que se quitó un momento el nasobuco para respirar un poco mejor pues le faltaba el aire con la sofocación lógica que propicia estar de pie en una cola tanto tiempo y el clima caluroso. El anciano, que vive solo, sin familiares conocidos, fue multado con 2000 pesos. Al ir a reclamar la multa le dijeron que “su reclamación” parecía sincera y lógica, pero que debía pagar la multa primero y reclamarla después. El anciano refirió no tener ese dinero ni en su casa ni en el banco, ni siquiera juntos, que él no podía pagarla simplemente aunque quisiera.

La respuesta de la funcionaria que atendió su queja fue cruzarse de brazos y no ofrecerle otra solución.

por Ariel P.

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