La falta de medicamentos la lleva al suicidio

Desde Caibarién reportan el suicidio de una cubana de 52 años: Minercy Hernández Pérez

Lo que sucede en Cuba acongoja. Aunque la prensa oficialista parece ignorarlo y presentar una realidad que transcurre entre lo edulcorado y los actos que reafirman la defensa de la llamada Revolución. De suicidio no, de eso no se habla.

Pero quienes gobiernan han perdido ya hace mucho el control de lo que se cuenta y se sabe de la vida de los cubanos. Hace apenas unas horas en Facebook se sabía del suicidio en Caibarién, Villa Clara, de una cubana enferma de los nervios.

En su perfil de la red social, Gabriel Alemañy -residente en el territorio- explicaba: “Ayer aquí en donde vivo en Caibarién, en el Reparto Van Troi # 1 en los edificios que están por la circunvalación se tiró de un quinto piso una muchacha llena de vida relativamente joven, 52 años, por estar enferma de los nervios y no tenía medicamentos. Me hago una pregunta es culpa del bloqueo… digo esto porque todo lo que pasa en este país se lo echamos en cara al bloqueo. Cuándo va a entrar el medicamento, cuando haya unos cuantos suicidio más”.

La identidad de la cubana trascendió en una información del sitio digital ADNCuba. El reportero Pedro Manuel González Reinoso logró hablar con un familiar de Minercy Hernández Pérez: “Mi hermana se le escapó a mi madre de la casa ayer temprano y se fue hasta el [reparto] Van Troi a tirarse de un 5to piso”.

En el citado medio se refiere asimismo que según el psiquiatra que la atendía, Minercy estaba diagnosticada de una enfermedad depresiva de origen nervioso, agravada por eventos de esquizofrenia, y episodios de epilepsia. Las medicinas que requería no las podía encontrar desde hacía ya mucho tiempo en las farmacias de Caibarién.

Las últimas cifras del Anuario Estadístico, publicadas por el Ministerio cubano de Salud Pública (MINSAP), indican que el suicidio es la novena causa de muerte en la isla. En 2019 se registraron 1 462 defunciones por lesiones autoinfligidas intencionalmente (así  denominan a los casos de suicidio), para una tasa de 13,0 por cada 100 000 habitantes.

Andreu Romero

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