EEUU
Biden: Nadie en la familia participará en decisiones gubernamentales
Biden afirma que nadie de su familia participará en decisiones gubernamentales, sin dudas un paso importante pero que de seguro encontrará detractores y algún que otro “molesto”.
Joe Biden parece querer desterrar de la Casa Blanca toda sombra de la administración Trump.
Lo primero que hizo, como hace todo presidente recién llegado, fue ordenar las cosas en la oficina principal a su manera. Un libro aquí, una estatua más allá. Luego se puso a firmar varias acciones ejecutivas como no había hecho ningún otro presidente en la historia de los EE.UU. -de hecho la cantidad de órdenes ejecutivas firmadas por Biden superan en total a las firmadas por sus cuatro predecesores– y ahora ha afirmado que el nepotismo de la administración anterior, donde Jared Kushner, yerno de Trump, e Ivanka Trump, hija, tomaban decisiones gubernamentales, no ocurrirá en su mandato.
Sin dudas parece una decisión acertada para evitar conflictos familiares; para evitar favoritismos a la hora de la toma de decisiones. Visto así, ¿qué presidente se atrevería a vetar la decisión de un hijo o una hija?
Lo mejor, según Biden, es que nadie se inmiscuya en los asuntos del país. Que cada cual continúe con su vida de empresario y por muy inteligente que seas, siempre habrá otro como tú, que no sea familia mía, a quien se pueda contratar.
Así más o menos, palabras más o palabras menos, lo dijo Biden en una entrevista con la revista People publicada este miércoles.
Ante la reportera dijo que “nadie en su familia tendrá influencia sobre las decisiones de su gobierno” y hasta expresó:
“Vamos a ejecutar esto como la Administración Obama-Biden”.
La alusión, de paso, intenta limpiar un poco la imagen que se tiene sobre la posible influencia de Michelle Obama en las decisiones de su esposo, Barack, durante su mandato desde el 2008 al 2016.
“Nadie en nuestra familia va a estar involucrado en ninguna empresa gubernamental o política exterior”, agregó.
“Nadie tiene una oficina en este lugar”, remató.
Los comentarios del presidente suceden después de que la Casa Blanca dijera el jueves pasado que su política es no permitir que las empresas insinúen que tienen el apoyo o el respaldo de Biden. Curiosa acotación, por cuanto de todos es más que conocido el peso de los llamados lobbistas, amigos y empresarios que siempre han habitado, ya sea “en los pasillos del Congreso” o “en los jardines de la Casa Blanca”, si se entienden ambas expresiones.
Esta era, de hecho, una de las promesas de pre-campaña de Trump. Su conocido slogan de “Drain the Swamp”, que ni lo ejecutó, ni pudo ejecutarlo.
Biden, sin embargo, parece querer dejar como legado un modo de dirigir el país de manera distinta.
Nombró a personas para puestos claves que parecen tener, por raza y origen, más conocimientos sobre “qué se siente estar en los zapatos de”.
Ahora, al dejar afuera de las decisiones gubernamentales a cualquiera de su familia o de eso que llaman “familia extendida”, Biden parece querer borrar de la Casa Blanca todo posible tráfico de influencias y amiguismo.
Sin dudas será una tarea ardua. Muy ardua. Extremadamente ardua.
Ariel P.
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