Biden escoge a cubanoamericano Alejandro Mayorkas para su gobierno

El presidente electo Joe Biden no se ha detenido mucho a analizar los esfuerzos de Donald Trump para intentar recuperar en los tribunales unas elecciones que dice él le robaron. Biden ya está nombrando puestos y gente y, entre los nominados ya apareció un cubanoamericano nacido en La Habana: Alejandro Mayorkas.

Alejandro Mayorkas será nominado como secretario del Departamento de Seguridad Nacional, un puesto de gran importancia dentro del futuro gobierno de Joe Biden. Será el primer latino e inmigrante que ocupe tan importante puesto.

“Alejandro Mayorkas, exsubsecretario del DHS, quien ha sido confirmado por el Senado de Estados Unidos tres veces a lo largo de su carrera, será el primer latino e inmigrante nominado para servir como secretario del Departamento de Seguridad Interior”, informó el equipo de transición de Biden en un comunicado.

Alejandro Mayorkas ya ocupó un cargo durante el gobierno de Barack Obama, pues se desempeñó como subsecretario del Departamento de Seguridad Nacional entre 2013 y 2016. Ahora encabezará esa agencia, que tiene a su cargo asuntos claves como la migración.

Además de la nominación de Alejandro Mayorkas como secretario del Departamento de Seguridad Nacional, se conocen ya otros nombres que apuntan a un gobierno bastante heterogéneo. Un vistazo rápido a la Oficina de Seguridad Nacional nos muestra que Biden ha sido bastante inclusivo.

Dos mujeres integran la oficina; una de ellas, afroamericana.

Tener una oficina de Seguridad Nacional “fuerte” es clave en las aspiraciones de toda administración estadounidense. Biden, vicepresidente en la época de Barack Obama, conoce muy bien que seleccionar gente “correcta” para puestos claves en los distintos roles de seguridad nacional y política exterior, puede ayudarle a fundamentar pilares sólidos, lejos de los vaivenes a que nos acostumbró Trump durante 4 años.

Biden también planea nominar a Antony Blinken como su secretario de Estado, según varias personas familiarizadas con la planificación del equipo de Biden. Al nominar a Blinken, Biden eludiría temas potencialmente espinosos que podrían haber afectado la confirmación del Senado de otros dos candidatos en su lista corta para ser el máximo diplomático de Estados Unidos: Susan Rice y el senador Chris Coons.

Blinken, de 58 años, se desempeñó como subsecretario de Estado y asesor adjunto de seguridad nacional durante la administración de Obama y tiene estrechos vínculos con Biden. Si es nominado y confirmado, sería una fuerza líder en el intento de la administración entrante por reformular la relación de Estados Unidos con el resto del mundo. Blinken es un avezado diplomático que desde su puesto número dos del Departamento de Estado, pudiera cumplir las órdenes de Biden en un retorno hacia el multilateralismo y las alianzas tradicionales, un cambio más que significativo con relación a la estrategia de Donald Trump que por momentos parecía interesado en separarse de los aliados tradicionales.

Blinken también sirvió en el Consejo de Seguridad Nacional durante la administración Clinton antes de convertirse en director de personal del Comité de Relaciones Exteriores del Senado cuando Biden fue presidente del panel.

Graduado de la Universidad de Harvard y de la Facultad de Derecho de Columbia y con una presencia demócrata en la política exterior desde hace mucho tiempo, Blinken se ha alineado con numerosos exfuncionarios superiores de seguridad nacional que han pedido una reinversión importante en la diplomacia estadounidense y un énfasis renovado en el compromiso global.

En los primeros años de la administración Obama, Blinken regresó al NSC y fue asesor de seguridad nacional del entonces vicepresidente Biden antes de trasladarse al Departamento de Estado para servir como adjunto del secretario de Estado John Kerry.

John Kerry, exsecretario de Estado, dirigirá por su parte el esfuerzo de la administración entrante para combatir el cambio climático, una agenda de la que el gobierno saliente de Trump se distanció bastante, con la salida incluso de los EE.UU. del llamado Acuerdo de París.

Biden está avanzando con planes para completar su gobierno incluso cuando Trump se niega a admitir la derrota. A Biden tampoco parecer haberle importado mucho que la directora de la “independiente” Administración de Servicios Generales, insista en prestarle servicios a Donald Trump en lugar de a la Constitución de los EE.UU. a la cual juró defender y servir. La directora de la GSA no está colaborando en el respaldo del funcionamiento básico de las agencias federales durante la transición de gobierno, pero Biden parece enfocarse en lo que le toca y esto es: construir su administración.

Avril Haines será la Directora de Inteligencia Nacional. Avril Haines es una abogada estadounidense y exfuncionaria del gobierno que se desempeñó como asesora adjunta de seguridad nacional de la Casa Blanca, también en la administración de Barack Obama. Anteriormente fue subdirectora de la Agencia Central de Inteligencia, siendo la primera mujer en ocupar este puesto.

Linda Thomas-Greenfield es una diplomática estadounidense que se desempeñó como Subsecretaria de Estado para Asuntos Africanos en la Oficina de Asuntos Africanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos de 2013 a 2017 – también en la época de Barack Obama – y desempeñará el cargo de Embajadora ante las Naciones Unidas.

Jake Sullivan, por último, asesor desde hace mucho tiempo de Biden y Hillary Clinton, será el Consejero de Seguridad Nacional.

Entre los cargos que faltan por nombrar y nombres por aparecer se menciona otra mujer: Michèle Flournoy, una veterana en trabajos de política del Pentágono. Parece ser una de las mejores opciones para liderar el Departamento de Defensa.

Biden se ha comprometido a construir el gobierno más diverso de la historia moderna, y al menos en los primeros nombramientos apunta en esa dirección.

Ariel P

con información de AP.