El Hotel Capri cumple 62 años y los habaneros recuerdan sus años de esplendor

La apertura del hotel Capri, el 27 de noviembre de 1957, es todavía recordada como una noche de lujo. Algunos habaneros la recuerdan

“Ya no es lo que era antes, pero para mí tiene algo especial. Ahí pasamos la luna de miel mi esposo y yo, cuando los cubanos se podían permitir ciertos lujos con el dinero de su salario. Me da gusto que siga funcionando y que conserve el mismo nombre”, cuenta Olga García, de 76 años.

El 27 de noviembre de 1957 gran parte de la élite habanera se preparaba para una noche de lujo. Sería la apertura de uno de los hoteles más fastuosos de La Habana de entonces, al que acompañaría un casino de juegos. Todo bajo el amparo de la Ley de Hotel 2070, promulgada por Fulgencio Batista, que ofrecía incentivos fiscales y préstamos a cualquiera que deseara construir este tipo de instalaciones. Así, en la populosa esquina de N y 21, en el Vedado, entraba el Capri a la lista de sitios encumbrados para la urbe de aquella época.

“Dicen que era propiedad del famoso Santo Trafficante Jr., el mafioso norteamericano que, a juzgar por las malas lenguas, se llevaba de maravillas con Batista”, rememora Anselmo Iglesias. “Recuerdo que se comentaba que la inauguración fue tremenda. Se juntó no solo la élite de la isla, sino políticos, senadores y famosos negociantes de Estados Unidos. Claro, Cuba, cuando aquello, era la Perla del Caribe, y una pieza importante en los negocios de cualquier empresario de estos contornos”.

Cuando la Revolución de Fidel Castro acabó con el juego en el país, se apagó una parte importante de este inmueble. El silencio y la quietud con los que él no había nacido, además del abandono, lo condujeron a un paulatino deterioro hasta que terminó por cerrar sus puertas en el año 2003.

“En el 2010 se comenzó a reparar. Calculamos que hayan sido cerca de 300 obreros implicados en esta tarea y alrededor de 30 millones de pesos invertidos”, explicó a Cubacomenta uno de sus trabajadores.

Actualmente la edificación pertenece a la cadena Gran Caribe S.A., y es también administrada por el grupo español NH Hoteles, el cual regresó a la mayor de las Antillas para la reapertura de este centro en diciembre de 2013.

Según Avianna, relacionista pública del hotel Capri, recientemente se han visto afectados por las medidas impuestas por el gobierno estadounidense; sin embargo, casi siempre suele estar lleno. “Nuestro principal mercado es Alemania, aunque también Inglaterra y España. La mayor efervescencia de clientes ocurre entre los meses de noviembre y marzo, que coinciden con la temporada alta para el turismo en la región. Ante tanta competencia hemos tratado de ofrecer el servicio personalizado como una estrategia para afianzar clientes”, añade.

Rosa Estévez, anciana que asevera haberse hospedado allí varias veces, dice que “aunque no sea ni la chancleta de lo que era antes, es bueno que continúe ahí. A pesar de que no podemos frecuentarlo como hacíamos, al menos nos queda recordar sus años de esplendor”.

Texto y foto: Lucía Jerez