“Espero haya aprendido la lección”, dice Sergio Rodríguez del supremacista blanco

Sergio Rodríguez dijo que él ser “la voz” de aquellos que tienen hasta miedo incluso de enfrentarse a personas que las agreden y discriminan en EE.UU., un delito este, que es de carácter federal.

Sergio Rodríguez Beristain, el policía de origen cubano que trabaja para la Oficina del Sheriff del condado de Jefferson, Alabama, quien recientemente fue objeto de discriminación debido a su raza, por parte de unos supremacistas blancos, fue entrevistado por el destacado periodista Pedro Sevcec, en el programa que este conduce en el canal 41 de Miami.

Sevcec se interesó por detalles de lo sucedido, y Sergio Rodríguez volvió a contar lo que le ocurrió en un Walmart del estado donde él reside.

Sergio Rodríguez le comentó a Sevcec que se trató de un “pequeño incidente”, por cuanto no hubo arrestos, ni heridos, ni prensa. Ambos – Sevcec y Sergio – coincidieron en que aunque no fue un “aparatoso episodio”, sí forma parte de toda una serie de manifestaciones divisorias que están teniendo lugar en los Estados Unidos.

Sergio Rodríguez reafirma que le dio una soberana lección de civismo y leyes a estos supremacistas blancos.

Según se testimonio, luego de haberle explicado bien clarito a esos “supremacistas” que estaban violando una ley federal, por cuanto en los EE.UU. está penalizada la discriminación por origen étnico, status migratorio, y de otro tipo, además estaban insultando groseramente a un oficial de la ley, y que por eso él podía llevárselo preso.

Sin embargo, explica que él prefirió darle una especie de “consejo” al agresor, y asegura haber encontrado “una salida profesional, sencilla e inteligente” al problema en el cual él se vio envuelto.

“Espero haya aprendido la lección,” dijo Sergio.

Sergio Rodríguez dijo que él prefiere a menudo “hacer esas cosas”, de comentar sucesos como estos en Facebook, porque muchas personas tienen hasta miedo incluso de enfrentarse a personas que las agreden y discriminan, ya que por su situación en el país – no son residentes, no son ciudadanos, desconocen las leyes – y por limitaciones lingüisticas, prefieren hasta “irse del lugar” con tal de no verse envueltos en un problema con la policía.

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