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Cuba

Emigrante cubana ayuda a muchos a alcanzar el “sueño americano”

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La historia personal de Nadia Toledo está marcada por un sucesivo empezar de cero… una y otra vez. Cuando se fue de Cuba, emigró a Lima, la capital del Perú. Luego vinieron Dublín (Irlanda), y California, Arizona y Miami, en Estados Unidos.

Es pedagoga de formación, pero en cada sitio que ha estado e inspirada por sus propias vivencias ha intentado vincularse de una manera u otra al mundo de la inmigración.

Hoy reside en Miami y da clases a quienes necesitan ayuda para sacarse la nacionalidad estadounidense. Dialogamos en exclusiva con esta emigrante cubana que ayuda a muchos en su “sueño americano”

Eres una cubana que ha tenido que empezar varias veces de cero, ¿cómo lo logras?

Ha sido un acto de amor, porque he tenido siempre bases muy sólidas con la familia que he formado y que me acompaña a todas partes. A veces no sé si he logrado todo lo que he querido;  pero el moverme ha sido una motivación, o como se dice “el pollo del arroz con pollo”.

Llevo conmigo cosas que me sostienen además de mi familia… mis libros, uno que otro recuerdo, y el tratar siempre de encontrar en estas ciudades lo que me hace feliz. Desde pequeña siempre tuve el acercamiento con una parte de la cultura que me hace el ser humano que soy: la música clásica, el ballet, la ópera, el teatro. Si las tengo, pues sustituyo lo que significa emigrar.

Apoyo para alcanzar el “sueño americano”

En tu opinión, ¿qué es lo mejor y lo peor de ser emigrante?

Lo mejor, la idea de reinventarse, es como los actores cuando se preparan para un personaje. Es vestirse con los colores de un lugar, incorporarte a un nuevo mundo. Esa es la parte del descubrimiento.

Lo feo es que siempre dejas cosas atrás. He dejado gente que he querido mucho en todos los sitios en los que he estado. Voy cargando con esas memorias, con esos recuerdos, y a veces me pesan mucho. Me duele el alma al haber tenido que dejar cosas atrás, aunque siempre intento pensar que es para bien, personalmente y para mi familia. Siempre he tenido buenos motivos, pero no deja de ser triste.

¿Cuáles son tus motivaciones para ayudar a las personas de Miami que requieren apoyo para obtener la nacionalidad estadounidense?

Las motivaciones que me llevan a ayudar a tantas personas a lograr la ciudadanía tienen que ver con el sentimiento de entender o ponerse en los zapatos de la persona que lo necesita. He emigrado tantas veces, que no tengo dudas de la sensación que provoca tener a lo que asirse, tener tierra firme bajo tus pies. Siempre hay una conexión pues aunque todo el mundo cuenta una historia diferente, hay una raíz común, sentirse parte de este país, lograr un sueño, un objetivo, que tiene que ver con la libertad y la democracia.

Cuéntame un caso de los más difíciles que te hayas encontrado, que pensabas no lo lograría.

Uno de los casos más difíciles que me tocó fue el de un cubano muy singular. Un hombre de una procedencia muy humilde, que toda su vida había trabajado en el campo. Tendría si acaso un sexto grado, o los primeros años de la secundaria. Nunca había estudiado inglés en su vida, pero transmitía una ternura y una paz que me sensibilicé mucho con su caso. Y lo peleé: estuvimos muchos meses para que él alcanzara lo que era el sueño de su vida.

Ahora con el tiempo obviamente me río, pero cuando estaba con él me quería morir. Porque realmente no podía. Hay una de las partes del examen, write and reading… y le costaba. Hay una anécdota muy simpática; le dictaba una oración: The President of the United States lives in the White House. No había manera, me decía, “de presidente”. Y yo dudaba: Dios mío, cómo se va a parar delante del oficial.

Fue tan reconfortante cuando finalmente lo logró, con sus escasos recursos pudo desenvolverse. Hasta hoy está muy agradecido por mi ayuda.

La nacionalidad estadounidense: realizar el “sueño americano”

Estas personas que acuden a ti, ¿tienen alguna característica en común o son gente muy diversa?

Algunos me conocen porque estuvimos juntos en la Lenin, la escuela que marcó una etapa de mi vida. Otros son amigos del barrio. En general son gente diversa, incluso amigos de algún amigo.

En común tienen, lamentablemente, que todos se encuentran con el agua al cuello. Les falta un mes para hacer la entrevista y hay que hacer magia. Pero seguimos casi invictos: una sola persona ha debido presentarse a segunda vuelta.

Defíneme con una sola palabra el sentimiento que provoca en ti cada país donde has vivido: Cuba, Perú, Irlanda y Estados Unidos.

Cuba, nostalgia. Irlanda, cultura. Estados Unidos, reto. He dejado para el final Perú, aprecio. Es el país donde más feliz he sido en toda mi vida.

 


 

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