EEUU
EEUU: Cliente deja propina de $1300 dólares en restaurante
Según el dueño del local, David Fernández, quien dio declaraciones a CNN, el hombre pidió además que se le cobrara el doble por su consumición.
Según el dueño del local, David Fernández, quien dio declaraciones a CNN, el hombre pidió que además de la propina, se le cobrara el doble por su consumición.
Para apoyar y estimular el esfuerzo de los meseros y bartenders, un cliente de un restaurante en Texas dejó una propina de 1.300 dólares el día de la reapertura del negocio, luego de que las autoridades de ese estado decidieran abrir nuevamente la mayoría de los pequeños negocios.
Tras casi un mes cerrados, nada más estimulante que recibir una propina tan generosa. El hombre no reveló su identidad, ni quiso posar para las cámaras, ni para una foto; simplemente firmó la cuenta con una simple nota: “Buena suerte”, y se marchó.
El hecho sucedió en el restaurante de tapas Frog & Bull de la ciudad de Austin (Texas, EE.UU.)
On Friday, the first day restaurants re-opened after Governor Gregg Abbott’s stay at home order expired, a man left a $1,300 tip to his waiter at the Frog and the Bull restaurant in Steiner Ranch. https://t.co/USYWjDMhRK
— CBS Austin (@cbsaustin) May 2, 2020
Según el dueño del local, David Fernández, quien dio declaraciones a CNN, el hombre pidió que además que se le cobrara el doble por su consumición.
Al decirle que entonces, su cuenta para dos personas de 337 dólares, se convertiría en 674 usd, y traerle el cheque, el buen samaritano fue por un extra y le dio al camarero una propina de 300 dólares, y otros 1.000 dólares al restaurante.
En total pagó por la cena – propina incluida, unos $2.029 dólares.
El restaurante fue uno de los que se vio severamente golpeado por la crisis del coronavirus, dijo su propietario a la cadena CCN. Fernández explicó que lastimosamente, tuvo que despedir a la mayoría de sus empleados.
Ya de vuelta al ruedo, y tras la generosa propina dada por el desconocido que, según Fernández ayudará al restaurante a pagar sus facturas, esperan que ese gesto les sirva como talismán de “buena suerte” y que tiempos mejores vengan.
Seguramente Fernández deseará que el lugar sea frecuentado por clientes generosos como este hombre que, de la nada, decidió dar una mano a gente desconocida para él.
De eso se trata, entre otras cosas, esta crisis del coronavirus: de darnos la mano.
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