Doctora cubana con cáncer compra lavadora tras donación

Una doctora cubana con cáncer recibió ayuda para poder comprarse una lavadora, pues los equipos electrodomésticos se encuentran ahora en las tiendas en MLC.

El médico cubano Alexander Jesús Figueredo Izaguirre agradeció en su cuenta de Facebook la ayudada brindada a Ismaray Quintanilla, una doctora cubana con cáncer. Ella enfermó mientras cumplía misión médica en Venezuela y sus ahorros ahora no le sirven de mucho, debido al cambio de moneda, según contó el mismo doctor en otro post.

En una publicación del fin de semana, el galeno escribió: “cuando los amigos tienen el corazón más grande que el universo, los días en nuestra efímera vida se hacen inolvidables. Gracias, mis hermanos y hermanas por toda la ayuda a mi amiga. Ya ella tiene su lavadora y más aún el regalo de tener buenos amigos. Que dios le multiplique en salud y amor lo que hicieron posible que ella hoy pueda tener. Patria y vida”.

Junto a sus palabras, compartió las fotografías que muestran a la doctora cubana con cáncer mientras sonríe, junto al importante equipo electrodoméstico de marca Ocean, el cual se oferta en las tiendas en Moneda Libremente Convertible.

En escritos anteriores, Figueredo Izaguirre contaba la historia de Ismaray Quintanilla, quien vivió un verdadero calvario en su estancia en Venezuela como parte de la misión médica cubana, en donde comenzó a presentar problemas de salud.

Ella fue a ese país para reunir el dinero y poder comprar una casa para vivir con sus hijas cuando volviera, pero empezó a mostrar síntomas y su estado físico empeoró paulatinamente en el estado de Zulia.

Su viaje de regreso a Cuba se demoró debido al cierre de viajes por el coronavirus y mientras este llegaba, vivió una odisea en Venezuela, pues sufría la falta de medicamentos y hasta el acoso de un colaborador.

Cuando por fin pudo volar a la isla, según Jesús Figueredo Izaguirre, “llegó a Cuba y la Aduana hace lo suyo. Decomisan maquinillas de afeitar, hornillas eléctricas y otras pacotillas”, y entonces pasó el tiempo en aislamiento.

“El 12 de noviembre llega a su policlínico y solicita una placa. Ahí estaba el diagnóstico: linfoma en el mediastino anterior, ocupando pulmón, esófago y desplazando el corazón, según tomografía simple (…) Está psicológicamente devastada. Todo por lo que luchó se desvaneció. Con el cambio de moneda perdió mucho dinero. Ahora sus ahorros ya no son para un cuarto donde poder vivir, sino para comprar la comida si aparece y alimentar a sus hijas. Tiene llagas en las manos de lavar porque las lavadoras solo las venden en dólares y ella no cuenta con esa moneda”, añadía a finales de marzo sobre la doctora cubana con cáncer.

Gracias a la solidaridad de muchos amigos, por fin la profesional pudo comprar su lavadora en las tiendas en MLC.

Julio Linares