Coronavirus Cuba
La doble cara del gobierno contra la epidemia
El gobierno de Cuba anda preocupado por el brote de coronavirus y en Bayamo, con la anuencia del gobierno, Lola se soltó el pelo.
Esto, a no dudarlo, es una burla contra los científicos cubanos del Instituto Finlay y del Centro de Genética y Biotecnología. Es casi un “cállate, Doctor Francisco Durán”.
Coincidentemente con el anuncio de severas medidas en La Habana para evitar la propagación del coronavirus, y el análisis hecho ayer por altos cargos del gobierno con relación a la baja percepción de riesgo entre los cubanos con relación a la pandemia, en la capital han multado, bajo el delito de propagación de epidemias a un payaso que repartía caramelos.
Alarmante inicio de abril, con promedio diario de más de mil casos, la mayoría en La Habana. En próximas horas habrá medidas de cierre más drásticas, como ante el primer rebrote de #Covid19. Baja percepción de riesgo es el mayor peligro. pic.twitter.com/IguMW8OjQm
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) April 6, 2021
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La multa no fuera tan risible – perdón por la risa, pues en realidad es un mecanismo de defensa contra el absurdo – si no hubiese ocurrido “en tiempo” con otro hecho trascendental en el oriente del país.
Mirémoslo así: multan por propagación de epidemias a un payaso, y en Bayamo, Granma, provincia con una complejísima situación con el coronavirus, el equipo de pelota gana el Campeonato Nacional y se desata el pandemonio en las calles.
Un iluso e incrédulo revolucionario pudiera pensar que sí, que todo fue pura espontaneidad popular; pero no. Tiene, además, rasgos de inconcebible tanto festejo, porque no es la primera ocasión que Granma gana el título nacional en la pelota.
La habían ganado, de manera consecutiva, en el 2017 y en el 2018. Ahora, en el 2021 vuelven a ganar y salió tanta gente a la calle, que parecía Brasil o Argentina, tras ganar un Campeonato Mundial de Fútbol, y no Granma, ganadora de un campeonato de béisbol cada día más desprestigiado.
En fin, que un mar de pueblo salió a las calles custodiados por la policía. La misma policía que multa por propagación de epidemias.
Con esto el gobierno de Cuba demuestra tener una doble cara. Está claro que luego de los sucesos del Parque Trillo en el 2020, al gobierno y las autoridades no le queda moral alguna para multar a nadie; pero sí, “tiran con el rostro”, como ahora, que luego de ver este festejo popular, lo mínimo que pudiera suceder es que dimitiesen no pocos cuadros del Partido y el Gobierno. Y no solo los de Granma y Bayamo.
¿Y Granma de qué me habla?
Así habla el diario Granma. Sus dirigentes atribuyen a la baja percepción de riesgo el brote descontrolado de covid-19 y miren cómo en Granma pisotean lo que dice el Primer Ministro de Cuba.
Críticas por la celebración.
La gente con dos dedos de frente, los verdaderamente preocupados por el auge del coronavirus en Cuba en los últimos meses, quedaron atónitos tras ver cómo en Granma, una provincia “escogida” – y no por gusto – para ser piloto en la prueba con uno de los candidatos vacunales cubanos contra la covid-19, la gente salió a la calle a “formar lo suyo”, pechito con pechito, cómo si ahora mismo ese mismo territorio no presentase uno de los panoramas más complejos en la lucha nacional contra la epidemia.
Los peloteros iban en un autobús de turismo, recorriendo las calles de Bayamo, mientras que estas, abarrotadas de aficionados, mostraba la peor imagen. En la multitud, encimados unos sobre otros, había no pocos jóvenes – los de más baja percepción de riesgo – sin mascarilla y sin distanciamiento social ninguno.
No le dio pena alguna a la emisora CMKX Radio Bayamo publicar las fotos en su perfil “empresarial” de Facebook; y si uno suma, multiplica y analiza, no hay modo de encontrar justo que las autoridades de un país multen a un payaso – además, injustamente – por propagar epidemias y no multen a cada uno de los dirigentes del territorio que propiciaron, contribuyeron, permitieron, o siquiera no intentaron impedir el desmadre por el campeonato alcanzado por los Alazanes de Granma.
No hay moral, hay doble cara, doble discurso, doble rasero. Díaz-Canel lo sabe y hasta Mahoma y Masantín el Torero lo conocen.
De aquí a unos días, cuando “exploten” las cifras del contagio en Granma – si no es que las ocultan, como mismo debieron ocultar los que se infectaron en el Parque Trillo durante la tángana revolucionaria – ya veremos los lamentos.
Díaz-Canel, el MINSAP, los CDP y la madre de los tomates no tienen verguenza alguna para anunciar medidas más severas de contención contra la pandemia en La Habana, cuando en Granma, por estas horas, la gente anda festejando a tutiplén con toda la anuencia posible del gobierno.
por Ariel P.
