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Cuba

Díaz-Canel le pinta gracias al sector no estatal

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“El sector no estatal es nuestro. La Revolución no va a entregar el sector no estatal,” dijo ayer Díaz-Canel en un giro de política económica “pequeño burgués”.

Hasta de eso quieren apoderarse…

“Cuba seguirá avanzando en el desarrollo de las formas de gestión no estatal”. Así se resume, grosso modo, la intervención del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez en un encuentro con trabajadores por cuenta propia y cooperativistas no agropecuarios, donde el llamado “puesto a dedo” intentó convencer a todos estos trabajadores del sector no estatal, cooperativas, y cuentapropistas en general, de que las medidas de ahogo económico en las que han venido viviendo ellos durante años, fueron necesarias en su momento; pero ahora no.

En el encuentro, Díaz-Canel hizo malabares con el verbo y el idioma español para demostrar que Fidel Castro estaba equivocado, pero sin decirlo. ¿Dónde quedó aquello que decían era “rezagos de pequeños burgueses”, “manifestaciones capitalistas” , “espíritu contrarrevolucionario” y “desviaciones ideológicas? ¿Acaso no decía el occiso que la propiedad privada era intrínsecamente contrario al socialismo? ¿No decía que esta tenía que desaparecer para fundar las bases de una socieda más pura y plena, económicamente sustentable, bases indispensable para construir el socialismo?

Pues todo eso se acabó. No existe. Kaputt. Se comió mucha cativia – o catibía, que se puede escribir de las dos formas y de ambas formas es válido – durante más de 60 años, y ahora es “voluntad política y gubernamental” del gobierno en la isla “seguir avanzando en el desarrollo de las formas de gestión no estatal (FGNE)”.

Atónitos quedaron – de seguro – los trabajadores por cuenta propia, cooperativistas no agropecuarios al escuchar las palabras de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, luego de años de persecución, multas, irreconocimiento. Flota una pregunta en el aire, ¿acaso – por lo menos – considerarán esos años de clandestinaje “no estatal” y los sumarán a los años trabajados a la hora del retiro?



Está claro que ya la historia no regresará al punto aquel, en que un día, se dijo que el diablo obraba en los sentimientos de todos aquellos que, de manera privada, y sin ataduras del Estado, intentaban una mejoría económica que a la larga, repercutiría también en la población. En más alimentos. En mejor calidad de vida.

Hasta no hace muchos años atrás, ni el Segundo Secretario del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura; ni el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz; ni el Vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, y muchísimo menos Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional, movieron un dedo o dijeron una palabra para contradecir aquella locura.

Ayer, en presencia de Díaz-Canel, esos mismos “cuadros” parecieron reconocer que durante todo ese tiempo habían estado comiéndose las uñas del pie con la boca.

Se prevé ahora una “libertad sin precedentes” en matería económica, luego de reconocer “el aporte a la producción, a los servicios y al empleo, de las FGNE como complemento de la economía estatal”.

Díaz-Canel incluso dijo que esa valor, ya estaba reconocido “en los Lineamientos de la Política Económica y Social, la Conceptualización del Modelo, el Plan de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 (PNDES) y la Constitución de la República.”

“Las relaciones con las FGNE también están contempladas en la estrategia económica y social aprobada en julio pasado y en el ordenamiento monetario y cambiario vigente desde el pasado 1ro de enero,” añadió el mandatario.

“La Revolución no va a entregar el sector no estatal”

Luego de varias décadas de marginarlo y no reconocerlo, además de imponerle no pocas trabas, ahora resulta ser que “la Revolución no va a entregar el sector no estatal”.

Así lo enfatizó Díaz-Canel, que parece haber encontrado – ¡por fin, válgame Dios! – un recoveco en los libros de Marxismo, en las tesis del Leninismo y hasta en las Reflexiones de Fidel, por donde pueden imbricarse los trabajadores privados en la construcción de una sociedad más justa y socio-económicamente más próspera.

El gobernante no perdió oportunidad para echarle la culpa “al enemigo”, el cual dijo, “no descansa en tratar de fracturar la relación entre el sector estatal de la economía y el no estatal.”

Parte de su tesis, chocó y duro cuando al parecer por debajo de la mesa “Machadito” le dio un pisotón y reconoció que el sector estatal no puede desconocerse; ni tampoco el gobierno, algo que está más que claro en la mente de cualquiera que tenga dos dedos de frente, en muchos de los que durante varios años han expuesto “obstáculos y trabas que aún persisten y limitan” a la sociedad, pero que entonces, los solían llamar “gusanos”.

Díaz-Canel pareció señalar a Marco Rubio – uno que dijo que el fin de los viajes en cruceros no afectaría a los cuentapropistas cubanos – cuando señaló que “manteniendo el bloqueo (embargo) favorece fuentes de financiamiento al sector no estatal”.

Díaz-Canel dijo que este es “un planteamiento totalmente descarado, porque todo el pueblo cubano sufre el bloqueo” – muy probablemente ninguno de ellos lo sufra de modo igual que “el pueblo” – y dijo que  “cuando el gobierno cubano toma una decisión para tratar de satisfacer las necesidades de la población, no distingue entre trabajadores estatales y no estatales.”

Luego, y para rematar y ponerle la tapa al pomo, para demostrar que aún así, abriendo el banderín, todo les pertenece, expresó:

“El sector no estatal es nuestro.”

por Ariel P.

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