Cubanos opinan sobre el supuesto restablecimiento del transporte interprovincial

Por María Carla Prieto

¿Ha vuelto a la normalidad el transporte interprovincial en Cuba? Opinan quienes deben emprender un viaje en guagua o tren

La terminal de ómnibus amaneció más animada. Con el supuesto restablecimiento de la disponibilidad de combustible en el país, llegó también la normalización de la transportación interprovincial, aunque aún no podemos hablar definitivamente de una vuelta a la normalidad.

La solución parecieran ser los trenes. Este medio, que entró en la palestra nacional el 15 de septiembre pasado, realizará la misma cantidad de salidas que antes de la crisis. El problema en este caso es la reticencia de los cubanos para con los trenes.

“A mí me queda el amargo recuerdo de los trenes viejos. Era mejor morirse que viajar en uno; y estos nuevos dicen que están muy buenos, te atienden bien y son más rápidos, pero que va, el chucu-chucu no lo soporto”, me comenta Magdalena.

Marta ya hizo su primer viaje: “La verdad es que no se puede uno quejar, el servicio y el confort son lo máximo, pero sigue siendo un tren. Si aseguran que se normalizó la llegada de combustible, deberían dejarlo para los viajes cortos y priorizar la guagua para los de larga distancia, porque ir hasta donde yo vivo es una verdadera tortura”.

Javier y unos amigos de la universidad manifiestan que el mayor problema recae en el mal servicio por parte de las ferromozas y de los policías asociados a la seguridad del tren. “Entendemos que es obligatorio cuidar todos los medios del estado pero no creemos necesario poner una multa cuando un muchacho apoyó la rodilla unos segundos en el asiento. Como ciudadanos no estás obligado a conocer todas las normas del tren si no hay un cartel o no te las explican. Estás pagando un servicio y te tratan como si estuvieran haciéndote un favor”.

“Hace tres meses saqué mi pasaje para Cumanayagua”

La empresa Ómnibus Nacionales tiene mejores noticias. Según detalló en conferencia de prensa Oscar Alberto Carvajal, su directivo, la entidad recuperará el 95% de sus salidas, las cuales hará de manera diaria y en algunos casos, de forma alterna.

Esto no significa que la decisión haya generado menos quejas. “La lista de espera no se ha restablecido, y yo tengo mi negocio de comprar cosas aquí para revenderlas allá” –en provincias del interior-, explica Juan José. “Dependo de la lista de espera para ganarme unos pesos”.

Ahora, si tu destino no está dentro de aquellos que volvieron a la normalidad, tienes un problema. “Mírame aquí, hace tres meses saqué mi pasaje para Cumanayagua –en la provincia de Cienfuegos- y todavía no me he podido ir. Cuando se armó todo el problema, empezaron que si había muchas personas en mi posición, que si cooperación y comprensión, que si el país. Ahora me comunicaron que como esa provincia sale una vez en la semana, y mi pasaje no es para ese día, me tengo que ir en tren. Yo devolví el pasaje para que me dieran mi dinero, porque yo en tren no voy a ningún lado, y en mi caso hay mucha gente. Ah, y ¡cómo está la agencia de pasajeros! La cola empieza desde la madrugada. Perdí allí toda la mañana”.

Los recorridos programados para los ómnibus no contemplan provincias como Cienfuegos, Matanzas, Artemisa, Mayabeque o Las Tunas y, ni siquiera haciendo trasbordos es posible ir de La Habana a Guantánamo en autobús.

“Lo que me maravilla es que Vía Azul no ha parado. Lo único que entra en la terminal son los pocos que tienen reservación y muchos extranjeros. No me queda claro si este país es para ellos o para nosotros”, se queja en voz alta una señora en la terminal nacional.

“Y los particulares son otros que no han parado. Si tienes 5 CUC, estás en Pinar en un abrir y cerrar de ojos. Se les prioriza a ellos, y así se siguen enriqueciendo a costa de las necesidades de otros”.