Connect with us

Cuba

Los cubanos opinan: antes y después de la Mesa Redonda

Published

on

Por María Carla Prieto

La Mesa Redonda de ayer creó expectativas entre los cubanos. Aquellos que vivieron el Período Especial se muestran incrédulos. Si está todo garantizado, ¿por qué se toman medidas tan extremas?

“¡Niña, a las seis y media!” En el barrio todo el mundo está asustado. Hasta yo. Nadie quiere perderse la Mesa Redonda. La cosa está mala. Los vecinos hablan de apagones que suceden en barrios lejanos.

Diana, la vecina de enfrente, lleva días maldiciendo a las once mil vírgenes porque les quitaron el transporte del trabajo. Marta, que pertenece al Consejo de Dirección de la Universidad de La Habana, debe permanecer en el trabajo. Luego de las palabras del gobernante, deberán trazar una estrategia para reducir el horario lectivo, cosa que los alumnos no tengan que ir a la escuela diariamente. Casi no va a haber diferencias entre el curso diurno y la educación a distancia.

Miguel Díaz-Canel habla casi 40 minutos y no dice nada nuevo. Desde que empezó el programa no ha parado de repetir que se van a presentar mediante esa vía una serie de medidas energéticas, que nos ayuden a palear la situación crítica por la que está pasando el país. No se cansa de pedir la cooperación del pueblo.

Ahora cada carro estatal que pase por las paradas debe detenerse a recoger pasajeros. Díaz-Canel se refiere a las bondades de la informatización, recurso que debemos explotar para producir desde casa. La escasez de petróleo ya es un hecho reconocido.

No es tiempo de llorar sobre la leche derramada, y Miguel lo sabe. Ni siquiera toca el tema del robo de combustible, que es uno de los factores que nos ha llevado a esta situación. Es tiempo de vacas flacas, y una alusión de este tipo podría provocar reacciones adversas en un pueblo que ya está guardando las velas porque sabe la que se avecina.

Se advierte, primera y enérgicamente, que la situación es coyuntural. Para dar esa sensación, Díaz-Canel asegura que el próximo sábado arribará a la isla un barco de petróleo, y que para el mes de octubre están garantizados todos los contratos de abastecimiento del combustible.

Sin embargo, aquellos que vivieron el tan temido Período Especial, se muestran incrédulos pues si está todo garantizado, ¿por qué se toman medidas tan extremas?

Ministros en la Mesa Redonda

Rául García Barreiro, ministro de Energía y Minas, explicó que a las restricciones establecidas escaparán el gas licuado que se comercializa en balitas, el cual está garantizado para el resto del año, así como el gas natural –gas de la calle-, que es también la base, junto al crudo de petróleo, de la generación eléctrica en la isla.

Sin embargo, García Barreiro hizo especial énfasis en la necesidad de reducir el consumo en el sector residencial, para el cual se destina el 60 por ciento de la generación diaria; ahorro que, claro está, no será voluntario.

Por su parte, el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, comunicó que  el diesel será preservado para aquellas actividades que tiene que ver con el aseguramiento de los bienes y servicios de la población, por lo que se pospondrán algunas actividades relacionadas con las inversiones.

Lo curioso es que Gil Fernández manifiesta que el país podrá abastecer el total de la demanda de los servicentros, cosa curiosa pues hace un par de meses, cuando la situación era más favorable, muchos presenciamos las disputas, que fueron más allá de los insultos y llegaron a los golpes. En la red de Cupet faltaba combustible.

El sector del transporte también tuvo su representación. El ministro, Eduardo Rodríguez Dávila, mencionó las medidas más temidas por la población: “Vamos a reajustar las salidas de los trenes nacionales, sin cancelarlas, pero espaciadas en el tiempo, vamos a mantener una salida diaria de los ómnibus que van desde La Habana a todas las cabeceras provinciales, implementaremos además todo un sistema de inspectores para persuadir a los choferes de vehículos estatales a que cooperen”.

La otra Mesa Redonda, la del pueblo

Consignas y más consignas se sucedieron después. Cuando sonaba la música del final, ya estábamos todos afuera, en la otra Mesa Redonda, la del pueblo, compartiendo inquietudes.

“Yo pensé que iba a servir de algo, pero estoy igual. Dicen que le van a quitar un día a la semana de clases. ¿Eso no será malo pa los muchachos?”.

“A mí lo que me preocupa es que me quitarán la guagua del trabajo, ahora que es cuando más la necesito. Ayer, sin ir más lejos, tuve que pagar 1 CUC para venir desde Tulipán hasta el Vedado. Menos mal que lo tenía, pero ¿qué me hago cuando no lo tenga? ¿Vengo a pie?”

La vecina de abajo, que es maestra de una primaria, lo tiene bien claro: “Lo mío sí es musical. ¿No hay guaguas? Me levanto temprano y en la de San Fernando. Total”.

Algunos se muestran optimistas ante la llegada del barco del sábado. No saben que ese combustible solo bastará para abastecer al sector del turismo, el transporte de los ministros y alguna que otra tarea más.

Pedro, el excombatiente que siempre está ahogado, no cambia la pose. “Hay que demostrarle al enemigo que no le tenemos miedo. Yo con Canel hasta el final”.

Se forma la algarabía entre los que están a favor y los que están en contra. Mi vecino de al lado, el que trabaja en un crucero, sale en defensa del pobre Pedro y de la Revolución Pujante y victoriosa. Él tiene carro. Deja  ver si cuando le quiten la luz no se le olvidan las consignas.

Lo que todos reseñan al unísono fue que Raúl Castro faltara a la cita. “Estaba toda la plana mayor. Es rarísimo que él no estuviera”. Los más desinteresados solo asienten. “Sabrá Dios lo que estará haciendo”.

Poco a poco la puerta del edificio se va despejando. Todos se van a sus casas. En definitiva, ahora no tienen que ir a ningún lado y deciden disfrutar la corriente eléctrica, mientras la tengan.

En el programa no se habló de la desaparició de los ruteros, o de los precios de los taxi particulares o de que algunos choferes, para torturar a quienes se desesperan en las paradas, pasan con sus autos vacíos, suavecito, disfrutando, y no se detienen.

Mañana nadie se acordará de hoy. Mañana seremos Unidad, Compromiso y Victorias. Solo eso.

 


 

¿Quieres reportar algo? Envíanos tu información a:

[email protected]

Comentarios

LO MÁS TRENDING

LO MÁS VISTO