A partir de hoy, cubanos tendrán más difícil alcanzar “el sueño americano”

Varios de los cubanos varados en México reaccionaron a la medida. Un gran por ciento de ellos lo abandonó todo en Cuba

“Sinceramente me siento mal, he depositado toda mi confianza en el actual presidente de Estados Unidos”, dijo a Telemundo Carlos Navarro, un cubano que despertó del sueño americano sin siquiera haberlo soñado de verdad alguna vez.

A partir de este martes, y con la entrada en vigor de la nueva medida impulsada por el gobierno de los Estados Unidos que impedirá a los migrantes que lleguen a su frontera sur pedir asilo político, los cubanos tendrán más difícil alcanzar “el sueño americano”, dos años y medio después que que otro presidente norteamericano, Barack Obama, les quitara de un plumazo – entiéndase prerrogativa presidencial – la Ley de Pies Secos, Pies Mojados la cual les garantizaba al menos, los diamantes de la corona.

Varios de los cubanos varados en México reaccionaron a la medida. Un gran por ciento de ellos lo abandonó todo en Cuba; vendieron sus pertenencias, y se embarcaron en una travesía incontable a través de selvas y montañas, donde en no pocas ocasiones arriesgaron sus vidas y fueron víctimas de chantajes, extorsiones, secuestros… otros, encontraron la muerte.

Ya ahí, se sabe, suman miles los que esperan y esperaban por su turno para sentarse delante de un oficial de inmigración y narrarle de la mejor manera posible y la más convincente de todas, el porqué ya no podía regresar a Cuba. Ahora, eso no será así. Las reglas del juego han cambiado.

Muchos se encuentran devastados y decepcionados con esta nueva medida. Todos consideran que ha sido no una piedra en el zapato, sino una muralla en el camino.

“Nadie lo esperaba, todos llevamos aquí muchísimo tiempo. Yo en mi caso he sido secuestrado, extorsionado, he gastado muchísimo dinero en otros países”, declaró a Telemundo 51, Yunel, un migrante cubano que se encuentra en México. Otro, identificado como Carlos Navarro,  dijo sentirse profundamente decepcionado por el presidente Donald Trump.

“Sinceramente me siento mal, he depositado toda mi confianza en el actual presidente de Estados Unidos, no creo que todos tengamos que pagar justos por pecadores”, expresó.

Navarro despertó del sueño americano sin siquiera haberlo soñado de verdad una vez.

Solicitar asilo en un tercer país.

No es la primera vez que “alguien” ha aconsejado a los cubanos que soliciten asilo en México. A pesar de la incomunicación, a pesar de que el número de migrantes suele desbordar la capacidad organizativa de las agencias, COMAR, activistas y abogados que han trabajado con cubanos varados en territorio azteca han insistido en que la ley mexicana los ampara a solicitar el status de refugiados; más, si han sido víctimas de las bandas organizadas de narcotráfico humano.

Eso es, en parte, lo que pide EE.UU. ahora. La nueva regulación del gobierno de Estados Unidos prohíbe solicitar asilo en la frontera sur a quienes hayan pasado por un tercer país sin haber pedido refugio. Si lo hace y le es negado, podrá entonces hacerlo ante las autoridades migratorias norteamericanas siempre y cuando presente constancia del fallo.

La medida es temporal. Al menos eso han garantizado desde los EE.UU. sus máximas autoridades. Será – ya está siéndolo – una medida controversial que busca frenar el número de solicitantes de asilo.

El anuncio oficial lo hizo este lunes el Registro Federal de EEUU., y la regulación va a enfrentar efectos legales pues es anticonstitucional. La Ley Suprema de los EE.UU. estipula que cada persona que llegue a su territorio tenga las facilidades necesarias para demostrar “miedo a regresar” a su país de origen, y solicitar el Asilo Político.

Para un país fundado por inmigrantes, hijos y nietos de inmigrantes, devolver a un menor que vino sin acompañante, la regulación no convence a los luchadores por los derechos humanos, civiles y de inmigrantes. Es convertir en pesadilla el llamado “sueño americano”

Ventajas y desventajas de la nueva medida

Solo existen tres excepciones posibles para que una persona que llegue a Estados Unidos vía México pueda solicitar el asilo. La primera: si el extranjero demuestra que solicitó protección contra la persecución o la tortura en al menos uno de los países por los cuales transitó rumbo a Estados Unidos y le negaron el refugio. En ese caso deberá presentar la documentación con el fallo alcanzado en el juicio.

La segunda: si el extranjero fue “víctima de un caso grave de contrabando de personas” y puede demostrarlo con pruebas.

La tercera: si el país o los países por los que el extranjero transitó rumbo a Estados Unidos no son parte de la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados, el Protocolo de 1967 o la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos Crueles e Inhumanos.

Si bien la medida contribuirá a disminuir enormemente la cantidad de solicitantes de asilo en territorio estadounidense, queda por precisar dos detalles:

Uno, fundamental; si bien dentro de los solicitantes de Asilo hay casos verdaderos de persecución política, amenazas, y víctimas de la violencia y el tráfico de personas, está claro que más del 80% de los solicitantes son migrantes económicos.

Dos, hasta cierto punto se hace lógico que pidan asilo “en la primera oportunidad” – o país – que encuentren. Solo que EE.UU. no entiende as causas estructurales que generan los crímenes, la violencia, el tráfico humano. Al menos no con esta medida.

Lo importante es llegar a EE.UU. 

Durante años el llamado “sueño americano” ha encajado muy bien en los planes de miles y miles de migrantes; pero las causas de la emigración – o algunas de ellas, mejor dicho – pueden solucionarse en otro lugar. ¿Por qué si pasan por varios países, tiene que los EE.UU. hacerse cargo finalmente de ellos? ¿Por qué no lo solicitan en México, por ejemplo? ¿Por qué tiene que ser los EE.UU.?

O como lo dice el abogado de Inmigración Angel Leal. “Lo que es nuevo ahora es que si usted atravesó un tercer país [sin pedir refugio] queda descalificado, porque la expectativa es que usted pida refugio” en la primera oportunidad disponible.

Las respuestas a estas interrogantes tienen poderosas respuestas estructurales e históricas. Nadie, en América, puede suplantar a EE.UU como modelo de país. No hay otro sueño como el “sueño americano”.Por mal que les pese a algunos, es una realidad. Solo otra nación puede hacerle competencia a la prosperidad del Tío Sam: Canadá. Pasándole “la papa caliente” a México, EE.UU. busca descalificar automáticamente a quien ya haya sido aceptado como protegido.

Entendiendo el problema

En días pasados se dijo que el número de casos de solicitantes de asilo en EE.UU. supera los 800 mil. De esos, al menos unos 45 mil estarían ahora mismo en centros de retención para inmigrantes en la frontera sur. La realidad ha superado las potencialidades de “asilo”. La tradicional hospitalidad del sistema de Protección de Fronteras y en las cortes de Inmigración roza con lo caótico; y no por voluntad de las agencias o sus agentes, sino porque son demasiados los casos; son demasiadas las víctimas. Lo peor es que la pobreza los seguirá empujando hacia el Norte.

No existe ley que frene el deseo de una persona a emigrar a otro país si le es necesario hacerlo; pero tampoco los EE.UU. tiene la obligación de aceptar todos los migrantes centroamericanos, latinoamericanos y caribeños.

The Land of Opportunity es hoy, a partir de este martes, más esquiva a los inmigrantes que llegan a la frontera mexicana. Sean del país que sean.