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Cuba

Los cubanos también apuestan por el estilo de vida swinger

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Texto y foto: Ana María Alba

La comunidad swinger en Cuba acumula alrededor de cuatro mil parejas y el mismo número de  activistas. Todo se gestiona desde la web www.cubaswinger.com 

Los cubanos vivimos por décadas aislados del mundo real, convencidos de que todo lo que “viniera de fuera” era malo y lo que oliera a capitalismo era sinónimo de “enemigo y lavado de cerebro”. La generación de los 60 y 70 se formó bajo un régimen frenéticamente machista y patriarcal donde ser gay, infiel o escuchar música en inglés, por ejemplo, era una ilegalidad digna de hasta largas penas de cárcel. Una realidad triste pero real y que hasta hoy no se ha desarraigado totalmente de la mente de los cubanos.

Cambiar los valores en una sociedad es tarea harto difícil y en la cubana mucho más… No obstante la vida ha evolucionado y ya para algunos se está haciendo normal que crezcan comunidades gay, o que lo que antes llamaron “modas capitalistas” lleguen a la isla con fuerza.

Entre esas nuevas tendencias los cubanos están aportando por el swinger, ese estilo que promueve una forma de vida sexual diferente al “sagrado matrimonio” y que está basado en el intercambio de parejas bajo la anuencia de ambos.

Y si alguien pensaba que en la isla, tan acostumbrada al habitual aislamiento del mundo real, el sexo swinger (del verbo swing: columpiar, balancear, cambiar, ir de un lado a otro) era desconocido, pues en Cuba existe hasta una comunidad swinger que funciona “ordenadamente” y desde la que se establecen encuentros, se organizan actividades, encuentros íntimos, horarios y hasta existen penalizaciones por mal comportamiento.

Cubacomenta contactó con el coordinador nacional de Cubaswinger, Eduardo Expósito. A bordo de una de las gacelas que transportan a los capitalinos y de la que es chofer, Eduard —como se le conoce— refiere que la comunidad swinger en la isla acumula alrededor de cuatro mil parejas y el mismo número de  activistas singles, es decir hombres y mujeres solteros que desean adentrarse en ese mundo.

De  manera bien desinhibida este hombre de 53 años habla: “A mí no me da vergüenza tratarlo porque vivo muy tranquilo conmigo mismo. Además he salido hasta en la televisión cubana…”

Se refiere a su participación hace algunos meses en Pasaje a lo desconocido, popular programa que desde hace casi 20 años conduce el periodista Reinaldo Taladrid y que en esa ocasión presentó el documental Parejas swingers. El audiovisual debe haber dejado boquiabiertos a no pocos nacionales de mente intrincada, pues no se encuentra en el canal de Youtube de Pasaje a lo desconocido. “Lo censuraron”, me aclara.

Eduard confirma que desde la comunidad son muy activos y que entre ellos si se cumple la máxima de “el relajo con orden”. Y aunque sin lugar a dudas es controvertido, afirma que “el swinger no es más que un estilo de vida con el que vives en tranquilidad, sin celos, y donde el amor va separado del sexo, se respetan los estilos y reglas de la vida establecidas a nivel internacional para esta práctica”.

Desde que se inició en ello en los años 90, se siente una persona diferente, se volvió más romántico, comprensivo y ha logrado el consentimiento en todos los sentidos con las parejas que ha tenido en todo este tiempo.

El apasionante mundo swinger, como lo califica Eduard, lo llevó a estudiar bien el tema. “A medida que pasaron los años me percaté de que existían muchas personas con esas tendencias en este país. Comenzamos a indagar entre amigos y amigos de los amigos que también lo practicaban y nos dimos cuenta que no éramos los únicos. Fue entonces que decidimos crear una comunidad que hoy se extiende”.

El grupo lo componen cubanos de todos los estratos sociales, abogados, maestros, ingenieros, choferes, médicos, mecánicos, carpinteros. “Todos coinciden en que después del stress del trabajo diario, lidiar con las carencias y todos los problemas que sufrimos en Cuba, no hay nada como un fin de semana swinger. Después de vivir algo así, reinicias el lunes activado y totalmente descargado para volver a enfrentar al mundo”.

Reglas del estilo de vida swinger en Cuba

Aunque el perfil más reconocido del estilo swinger es el de parejas estables y casi siempre por encima de los 30 años, que se unen para tener sexo en dúos, tríos, grupal o simples intercambios, existen otras muchas categorías que incluyen todas las formas y deseos que puedan imaginar los practicantes. Pero para cualquiera de esos contextos existen reglas y condiciones que todo swinger debe tener en cuenta.

Eduard nos explica que la principal disposición es que “el NO es NO. Lo que no quiera uno de los integrantes, pues no se hace. También es imprescindible el uso obligatorio del condón y su sustitución cuando cambias de pareja sexual. La higiene es fundamental y una de las reglas más importantes”, asevera.
Tampoco “mezclarás los sentimientos con el sexo. El amor es para tu pareja y nunca, jamás, tratarás de quedarte con la pareja de otra persona. Simplemente te estás liberando sexualmente. Todo es convenido, por tanto no consideramos que existan infidelidades ni daños a terceros”.

La comunidad es muy bien llevada y los pocos problemas surgen cuando no se cumplen las reglas preestablecidas y/o cuando se necesita imperiosamente repetir, porque el placer “tradicional” ya no es suficiente.

La literatura sobre swinger hace énfasis en que personas o las parejas que eligen estas prácticas deben saber entrar y salir de ellas sin más repercusión que la obtención de un goce sexual. “Para nada deben generar culpas, autoreproches o conflictos vinculares, de ahí que se cada uno tiene que estar seguro de las posibles repercusiones emocionales”, agrega Eduard.

www.cubaswinger.com, el portal del estilo de vida swinger en Cuba


La página web www.cubaswinger.com  está activa desde hace cinco años. Eduard la dirige desde Cuba y otra persona la opera en Estados Unidos. Ahí se planifican todo, pero para hacerse miembro premium hay que pagar una suma de cinco dólares que el interesado transfiere al celular de Eduard. “Ese dinero es para el mantenimiento de la página y garantizar que accedan solo las personas verdaderamente interesadas”.

Para suscribirse solo hay que tener un correo electrónico activo, un número de teléfono, especificar lo que buscas y crearse un perfil. “Todo se concreta a través de ahí, los encuentros íntimos o entre varios, las fiestas de la comunidad o cualquier otra actividad. Es una página totalmente privada e inmediatamente que se hace transfiere al pago a mi móvil, se activa la cuenta y el interesado puede comenzar a navegar”.

Y algo muy importante, puntualiza Eduard: “En este espacio no se puede hablar de otra cosa que no sea del tema que nos atañe. No se tratan cuestiones políticas, ni sobre carencias, ni problemas de ningún tipo. Si alguien viola esas reglas, se les retira de la página”.

Sus reuniones son totalmente cerradas y entre ellos. No se invita a nadie que no pertenezca a la comunidad, salvo que sea un nuevo integrante.   Dos o tres veces al año alquilan en alguna base de campismo y ahí se juntan. Se renta todo el espacio y con disciplina se divierten durante todo un fin de semana.

No existe acá ningún típico club para organizar grandes eventos, aunque desde la comunidad también han logrado organizar fiestas en algunos bares privados, pero por algún motivo “oculto” se les ha hecho difícil. Cada vez que programaban una, que previamente se promocionaba en la página de Facebook, algo ocurría y tuvieron que suspender esta práctica o hacerla sin publicidad previa.

Experiencias swinger en Cuba

Aun cuando los conceptos de pareja cambian aceleradamente, la gente sigue atrapada en el “debe ser” y cuesta romper esquemas, pero esta práctica nos demuestra cuán diversa es la humanidad.

Algunas parejas swinger con las que charló Cubacomenta prefirieron hablar pero sin dar su nombre real y todas lo hicieron vía Whatsapp para mantener su identidad oculta.

Alina y Ariel son dos jóvenes de 25 y 29 años, respectivamente. Precisan que decidieron entrar a este mundo,  pero fue él quien  hizo todas las gestiones. “Lo de poner un anuncio tiene sus riesgos, pero mi novio sabe manejar bien la situación, así que no me da mucho temor, aunque siempre cuando conocemos a alguien por primera vez me entra un poco de nerviosismo”.

Cubacomenta también conversó con la pareja de Walter y Sonia, miembros de la comunidad en La Habana. De manera bien desinhibida expresa que desde que iniciaron la relación, hace ya cinco años, han mantenido este estilo de vida.

Se conocieron en Italia, ambos trabajaban allá. Ella como bailarina y él es músico con un contrato en esa nación europea. “Allá es super común ese estilo. Las parejas lo practican también como una forma de divertirse y pasarla bien. Nos conocimos justamente en un bar swinger. Yo iba con un grupo de amigas, y él con los suyos. Coincidimos y nos vimos varias veces más hasta que nos enamoramos. Realmente esa es una de las reglas que no se deben violar, pero ninguno de los dos teníamos pareja estable y hasta hoy estamos juntos”, relata Sonia.

Walter explica, por su parte, que son muy selectivos a la hora de escoger sus “relaciones”. Casi siempre optan por la misma persona con quien a los dos les gusta estar. “Solo buscamos personas responsables y discretas que sepan pasarla bien sin malos rollos, somos una pareja limpia, sana en todos los sentidos, y muy cariñosos, además también estamos abiertos a la amistad”, explica.

Dos décadas llevan juntos Dianelys y César, por tanto no tiene temor a casi nada. Ya acumulan bastante experiencia y han disfrutado a plenitud tanto el sexo con dos mujeres, o ella con dos hombres y con otra pareja.

Por ejemplo, especifica César, les gusta reunirse en la casa, una comida, unos tragos y todo lo demás o irse de vacaciones a un hotel en Varadero e invitar a una pareja amiga y compartir un fin de semana.

“Mi mujer es muy bella, es muy sensual y ardiente, disfruta lo bisexual, le encantan las mujeres lindas y tiene muchas habilidades. Que nos atraigan físicamente los dos miembros de la pareja, es el único requisito importante para poder compartir juntos”, puntualiza. Dania es una muchacha single que a veces practica el swinger. Acostumbra a intercambiar con parejas que quieren introducir un miembro más en su vida sexual porque eso es lo que le atrae. “Pienso que el swinger puede ayudar a que cada quien se sienta seguro de lo que hace y que aquello que haga sea lo que realmente desee. Puede que un intento de ese tipo arregle una relación, pero también puede que la empeore”, opina.

Siendo una mujer sola le pregunto sobre los celos que puedan surgir de una de las partes involucradas. “Es relativo, para mí los celos son síntomas de inseguridad y una experiencia de este tipo no creo que ayude porque engendraría más temores, mi objetivo es solo ceder a la tentación de la fantasía de cada uno y a la mía…”.


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Comentarios
1 Comment

1 Comment

  1. Reiner A Roque

    March 22, 2021 at 9:09 am

    Hola
    Soy de Santa Clara.VC…54 años,me interesa este mundo y quisiera saber como contactar con alguien que me oriente…
    …Gracias.

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