México: Cubana revolucionaria dice que “ella iba a pagar los 40 dólares”

Karima Oliva Bello, cubana residente en México, ataca a los miles de cubanos que tras masiva protesta en las redes, le ayudaron a ella a ahorrarse 40 dólares cada mes. Dice que el mérito de la eliminación de esos 40 USD es del gobierno cubano, que tiene “capacidad de diálogo”.

Una joven profesional cubana que reside en México y que en sus tiempos libres ejerce como “gatillo alegre” en las redes -siempre a favor del gobierno cubano- parece estar muy triste porque el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba ha eliminado de golpe y porrazo la posibilidad de pagar 40 dólares como “contribución” al socialismo, por cada mes que ella está fuera de la isla.

¡Qué nada te detenga, Karima Oliva Bello! Si, tal y como dices, estabas dispuesta a pagar los 40 dólares, pues ¡págalos! ¡regálalos! ¡dónalos! Miles de cubanos ahora mismo estarían muy contentos con esos 40 dólares. Todos los niños de cualquier Círculo Infantil también. Ancianos jubilados, animalistas cubanos, comedores obreros, ¡qué nada te detenga, mujer revolucionaria! Toda esa gente precisa mucho más que letras escritas en Facebook o en Granma.

Oliva Bello refiere que “desearía que, en algún momento, se eliminara cualquier trámite que condicione el estatus de residencia y los derechos en Cuba de los cubanos que estamos fuera,” para luego decir que “al eximir a los viajeros cubanos del trámite consular de prórroga de estancia en el exterior, el Gobierno de Cuba ha dado muestras, una vez más, de sensibilidad y capacidad de diálogo, así como de la voluntad política de rectificar cuando es pertinente y justo, incluso, ante quienes, a pesar de hablar todo el tiempo de democracia, libertad de expresión y pluralidad, no hacen más que ofender, atacar y calumniar al Gobierno cubano”.

La joven olvida, al parecer, que fue el gobierno cubano el que de la noche a la mañana sacó el puñal este de los 40 dólares -40 euros en Europa y 150 dólares en los EE.UU.- y que no fue gracias a su voluntad “y capacidad de diálogo -de hecho, fue nula, pues fue una medida inconsulta la que tomaron- sino gracias a la movilización de miles de cubanos en el exterior que protestaron sobre una medida a todas luces injusta, que ella ahora se va a poder ahorrar 40 dólares cada mes.

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Su ceguera política, claro, le hace ir más lejos aún -vaya, se puede ser arrastrado pero no para tanto- para intentar darle rienda suelta a su imaginación y ejercer como quintacolumnista del exilio, con facilidad para publicar en el diario Granma, cosa esta que, por ejemplo, no tienen oportunidad de hacer jóvenes como Carlos Manuel Álvarez, Abraham Jiménez Enoa, Carla Colomé Santiago o Mónica Baró Sánchez, entre otros periodistas cubanos, jóvenes como ella, y cuestionarse el pago o la tenencia de los 40 dólares como una “culpa” del capitalismo.

¿Dónde quedó la prosperidad capitalista y todas sus oportunidades? Pues si ella, que está en México ahora mismo, y que puede darse el lujo de comer fajitas, carnitas, tacos, pupusas en lugar de “almorzar” un pan con aceite, ajo y sal, como tiene que hacer en cada “almuerzo” nuestra colaboradora Sandra, que con tristeza ha asumido que no puede darse el lujo de comer dos veces al día, sino una, porque no puede, es señal de que Karima necesita graduarse los espejuelos, ¡pero ya!

“Yo iba a pagar los 40 dólares, en primer lugar, porque si los tengo es gracias a la formación que recibí en Cuba, que me permite sobrevivir en un contexto donde las mujeres que nacen pobres y negras no tienen mi destino” dice la joven y en verdad sería interesante que alguien abriera en la plataforma Change.org una convocatoria para que Karima no desista en el empeño.

Una compañera de estudios de Karima asegura que esta tiene una tía en La Habana que “se está comiendo tremendo cable” y pasando tremenda necesidad, sin que a ella le conste -aunque pudiera estar equivocada- que esta joven revolucionaria le haya enviado no $40, $10 desde México.

¡Qué nada te detenga, Karima! Puedes mandárselos -si no quieres mandárselos a tu tía- a Teresa Fiallo González, residente en calle 82, No. 10305, entre 103 y 103 A, Güira de Melena, Artemisa; una anciana cubana enferma, que espera desde el 2017 por un subsidio que la ayude a reparar su vivienda porque su salario de jubilada no le alcanza.

¿Qué te parece esa idea?

Sandro Nieto