Anciana cubana enferma espera desde el 2017 por un subsidio

Una anciana cubana enferma espera desde el 2017 por un subsido que la ayude a reparar su vivienda porque su salario de jubilada no le alcanza.

La mujer se ha entrevistado ya con diversos “factores” y ha recibido la visita de funcionarios y trabajadores sociales. La respuesta es que tiene que esperar porque hay una lista y hay casos más críticos.

Una anciana cubana de 62 años de edad, seguramente una de tantas que lo entregó todo por la Revolución cubana, como muchísimos cubanos, se encuentra esperando un subsidio desde el año 2017 para reparar su vivienda. Lo ha contado en la sección Acuse de Recibo del oficialista Juventud Rebelde.

Identificada como Teresa Fiallo González, residente en calle 82, No. 10305, entre 103 y 103 A, Güira de Melena, Artemisa, esta mujer jubilada, que padece además de una enfermedad respiratoria crónica dice que “su pensión de jubilada es de 320 CUP apenas le alcanza para cubrir las necesidades más elementales”; una verdad recurrente en miles de jubilados cubanos.

Lo que hace su caso más sensible de “lo normal” es que Teresa vive sola y no tiene hijos que puedan ayudarle. Por si fuera poco, la anciana sobrevivió a un paro respiratorio en 2004, que le dejó secuelas irreversibles, y la obligó a ser atendida durante años en el Hospital Neumológico Benéfico Jurídico.

Las secuelas, le obligan a consumir estos medicamentos: Montelukast, Salbutamol, antihistamínicos. Los tiene que consumir de por vida y son difíciles de encontrar y caros y no son las únicas medicinas que tiene que consumir Teresa, por los cuales tiene que pagar cuando va a la farmacia pues no se los regalan.

A ese gasto, súmele la electricidad, el agua y teléfono.

Con todos estos problemas encima la anciana tiene que vivir con otro problema: el de su vivienda. La misma se ha ido deteriorando poco a poco con el transcurso de los años. La cubierta del techo, de tejas y madera, está en muy malas condiciones.

La anciana asegura que el comején se ha apoderado de la madera de la techumbre, sí, pero que también se ha expandido por toda la casa a tal extremo que hasta en el escaparate hay comején.

Lo peor son las lluvias. La podredumbre de la madera lógicamente propicia las filtraciones y estas se manifiestan en las habitaciones, además de la cocina y el baño.

“Las paredes reventadas y con mucha humedad. La meseta con retazos de mosaicos antiguos y filtraciones en su totalidad. El baño con problemas de tuberías y desagüe”, describe sus problemas la anciana en su carta.

Teresa no se ha quedado de brazos cruzados y por tal motivo solicitó un subsidio para reparar su vivienda. Lo solicitó desde el año 2017. Ha recibido la visita de las Direcciones de la Vivienda y de Trabajo municipales, además de la de los Trabajadores sociales. Todos le dicen lo mismo: “Mi vieja, hay una lista. Hay que esperar”.

“Me dicen que mi caso fue analizado, pero que quedé pendiente para el próximo, alegándome la existencia de casos ¿más críticos?, en lo que no estoy totalmente de acuerdo. Y así llevo casi cuatro años,” señala la anciana en una misiva publicada el pasado sábado en el diario oficialista Juventud Rebelde.

La anciana se ha reunido con el Intendente del municipio; con el Director de Infraestructura de la Vivienda; con la presidenta de la Oficina Auxiliar de la Asamblea Municipal del Poder Popular; y con la Primera Secretaria del Partido en funciones hasta el 10 de julio del presente año.

La anciana teme por su vida. ¿A qué se espera? ¿A que el techo le venga encima una noche mientras duerme?

por Ariel P

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