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Cuba

Cubadebate “reconoce” problemas con comida para ancianos

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Un portal oficialista cubano publicó un reportaje en el cual “reconoce” los problemas que presentan los centros del Sistema de Atención a la Familia (SAF), con la comida para ancianos.

Desde que se produjo el reordenamiento monetario, los cubanos se han quejado del aumento desmedido en algunos servicios sin que lleguen con el incremento de la calidad, y no escaparon de la polémica los centros del Sistema de Atención a la Familia, en los que se oferta comida para ancianos jubilados de bajos ingresos, casos sociales o discapacitados, entre otros.

Las molestias en redes sociales empujaron a Cubadebate a investigar el estado de los alimentos en varios SAF de la capital de la isla, para “descubrir” que con el incremento de los precios ha disminuido la afluencia de personas necesitadas que viven con los alimentos de estas instituciones.

Según el medio oficialista, “comprobó que persisten dos preocupaciones entre los clientes: la subida de los precios y la mala calidad del servicio”, situación de la cual se ha debatido desde que empezó el año.



En estos sitios donde se expende comida para ancianos y necesitados, de acuerdo con datos oficiales ofrecidos por el mismo portal, son atendidos 76 175 personas, de ellas 47,7% son jubilados, 21,9% casos sociales, 15,9% protegidos por la Asistencia Social, 7,5% discapacitados, 6,8% no jubilados y 0,3% embarazadas.

Los problemas de calidad en los alimentos expendidos fueron criticados por varios de los usuarios, en su mayoría ancianos, que viven solos o perciben bajos ingresos, como José Gallén Guerra, de 85 años.

“Yo solo almuerzo porque es demasiado caro. Me cuesta ocho pesos y pico. Hace falta que bajen un poco los precios y den más comida porque dan muy poquito. La cuenta no da”, afirmó el anciano jubilado, quien añade: “no me quejo de la comida. Yo como cualquier cosa. Me quejo de lo poquito que dan, lo mal hecho que está, porque no tiene condimentos, y que no sabe a comida”.

Ante los precios establecidos, que subieron de un 1 peso cubano a estar en un rango entre los 8 y los 13 pesos por comida, muchos ancianos jubilados y otros que necesitan de este servicio han disminuido su asistencia a esos lugares, como reconoció Beatriz Vázquez, administradora del SAF H. Upmann.

“Tenemos censados en nuestro centro a un total de 112 personas. Antes del ordenamiento venían a comer un máximo de 100 y ahora solo llegan hasta aquí el 50 o 60% de ellas. Algunos aducen que han dejado de venir mayormente por el problema del precio y un poco también por la calidad, algo que estamos manejando”, explicó.

Para Yuris Mario García -tiene 52 años y se ocupa de su mamá con demencia senil, quien se encuentra postrada en cama-, “los nuevos precios están un poco apretados. Nosotros somos dos y compramos cuatro comidas diarias, así que me sale diariamente en 32 pesos. La ayuda que yo recibo está bien, pero entre la comida y todo lo demás, se me hace muy difícil”.

Los problemas con los SAF son una parte de las dificultades que enfrentan los ancianos en la isla, un país con un elevado envejecimiento poblacional, pues de acuerdo con el censo de 2012, el 18,3% de la población cubana tenía 60 años o más y durante 2020, esta cifra creció a un 21,3%.

Marino Murillo, jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, advertía en una Mesa Redonda días atrás que “no es posible que toda la responsabilidad caiga en el Estado cubano. Tiene que haber también una responsabilidad de la familia”, y poco después afirmó que nadie iba a quedar desamparado.

Los persistentes problemas de calidad y la caída de la asistencia a estos SAF parecen otra de esas clásicas situaciones de “prueba y error”, a las que los cubanos se han visto sometidos desde que empezó 2021, pues pese a ser un proceso que se preparaba desde hace tiempo, las quejas por la gestión del gobierno no cesan de aparecer.

Julio Linares

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