Cuba para vacuna rusa; México para vacuna estadounidense y China

Rusa, china, inglesa o americana; a los cubanos les da lo mismo de dónde venga “el pinchazo” contra la covid-19. El lío es vacunarse, y en eso, somos “expertos” desde chiquitos.

Medios y agencias cubanas ponderan “la llegada de Rusia a la meta” -estamos hablando de esta especie de carrera biotecnológica a nivel mundial por descubrir la vacuna del coronavirus primero que todos-, a la vez que anuncian que La Habana podría producir en conjunto con Moscú millones de dosis de vacunas contra el coronavirus, justo cuando expertos y científicos de países occidentales cuestionan la misma.

Sí, Rusia iba “detrás” de Inglaterra, China y EE.UU. en esto de “la vacuna contra el coronavirus” pero ahora, aparece de primera y La Habana cree que la “indestructible amistad” entre sus gobiernos le permita a ellos tener acceso a la vacuna; producirla, copiarla si fuera preciso, mientras que algunos creen que Cuba aportará no solo “capital  científico”, sino también capital “humano”: los conocidos “conejillos de Indias”; los bien llamados voluntarios; personas que a menudo son menospreciadas y hasta les llaman “ratas de laboratorio”, pero que en la concreta, son héroes.

Que Rusia pruebe con cubanos su vacuna, a la par que la prueba con “su gente”, no es para alarmarse. Ha sucedido, por ejemplo, con la empresa farmacéutica británica AstraZeneca, cuya vacuna, en colaboración con la Universidad de Oxford, ya está confirmado que se estudiará en Brasil; y sucede con México, donde se probarán vacunas estadounidenses y chinas.

Las vacunas americana y china en México.

La firma estadounidense Janssen Pharmaceuticals, filial de Johnson & Johnson, realizará en México ensayos de fase III del protocolo para la vacuna contra el COVID-19, dijo este martes Marcelo Ebrard, canciller del país latinoamericano que con 53,000 muertes es el tercero con más decesos asociados al coronavirus en el mundo: México.

No será esta la única farmacéutica que “probará” su vacuna en el territorio azteca. También lo harán las chinas Walvax Biotechnology Co Ltd y CanSino Biologics Inc. Ambas naciones, EE.UU. y China, han estado enviando en los últimos meses toneladas de equipos y utensilios médicos a México.

Al anunciar los acuerdos del gobierno de Manuel López Obrador con la unidad de J&J, Walvax Biotechnology Co Ltd y CanSino Biologics Inc., Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, expresó que “el objetivo es que en México se lleven a cabo lo que se denomina la fase III del protocolo clínico de cada una de estas vacunas, o posibles vacunas”.

De hecho, la inmensa cantidad de infectados y fallecidos en México, donde el ritmo de crecimiento actual de los contagios es del 0.8% y el de las muertes es del 1%,  los ha obligado a trabajar con más compañías aun, y habló de 15, con las cuales espera llegar a más convenios, entre los que figuran sendos acuerdos con los gobiernos del Reino Unido y Alemania para promover un acceso universal a esos antídotos. A finales del mes de julio, Ebrard informó también que México participaría en la fase III del protocolo para la vacuna del COVID-19 que realiza la francesa Sanofi.

La vacuna rusa

Fuera de las alarmas lógicas por la vacuna rusa que no ha sido probada lo suficiente, las palabras del jefe del Fondo Ruso de Inversiones Directas (RFPI), Kirill Dmitriev, de que Rusia podría coordinar la producción en Cuba de su vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, para noviembre próximo, teniendo en cuenta “la gran capacidad de Cuba para producir medicamentos, y en específico vacunas, con un personal altamente calificado”, es para el gobierno cubano más que una buena noticia, “derrotados” por no haber podido llegar ellos de primero ni siquiera al peralte norte, por más que lo han intentado.

“Podríamos coordinar con el Gobierno de la isla para iniciar la producción de la vacuna, incluso en noviembre venidero”, declaró el funcionario ruso antes de informar que ya él mismo, se aplicó la vacuna “y solo sintió una fiebre de 38 grados el primer día”, pero sin más ninguna complicación ni efecto secundario.

Su jerarquía dentro del gobierno ruso le permitió a sus padres que también pudieran acceder al preparado, que dice Rusia estaría abierta para compartir con otros países pero siempre de forma voluntaria.

El registro oficial de la vacuna rusa contra la COVID-19 fue anunciado este martes por el presidente de Rusia, Vladimir Putin con tanto bombo y platillo que Granma, el diario oficialista cubano de mayor tirada hasta sacó una noticia: En fotos, ¿cómo se produce la vacuna rusa? que en la concreta no muestra nada, pero le enseña al pueblo cubano subliminalmente que “estamos en el lado correcto” y con “los amigos adecuados”: los rusos. Los rusos de siempre.

La vacuna cubana

El país caribeño, a través de la agencia Prensa Latina esta mañana divulgó una noticia bajo el título de “Cuba también en camino de una vacuna contra la Covid-19″, en la cual da cuenta -otra vez- de cómo “biotecnólogos cubanos laboran hoy en la búsqueda de un medicamento específico contra el nuevo coronavirus, a partir de experiencias anteriores con otras fórmulas.”

En la fórmula, trabajan instituciones como los institutos de Medicina Tropical (IPK), de Vacunas y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.

Partiendo de plataformas anteriores como las usadas contra la hepatitis B y la pentavalente, que incluye antígenos contra cinco enfermedades diferentes, Cuba se encuentra en la fase de encontrar los voluntarios ideales para el estudio que los llevaría a formular una inmunización segura y eficaz que proteja contra el SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.

“La vacuna cubana contra el coronavirus estaría desarrollándose a partir de experiencias anteriores con otros inyectables, aunque en este caso en específico se trata de una estrategia propia y nueva para lograr un compuesto que genere respuesta inmune específica y además protectora de modo que se evite la replicación de este virus y sea de larga duración,” dice la noticia “de hoy”, que no difiere mucho de otras que ya fueron publicadas semanas y meses anteriores.

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“Lograr una vacuna efectiva contra la Covid-19 es prioridad para todo el sistema de ciencia e innovación de Cuba”, afirmó hoy el presidente del grupo empresarial Biocubafarma, Eduardo Martínez, en la red social Twitter.

Lograr una vacuna efectiva contra la #COVID19 es prioridad para todos nuestro sistema de ciencia e innovación en @BioCubaFarma. Hoy vemos en el @FinlayInstituto como se ha avanzado con solidez y de forma acelerada e este proyecto. #CienciaCubana #CubaSalvaVidas pic.twitter.com/FmoVTHe1ud

— EdMartBCF (@EdMartBCF) August 10, 2020

El hecho fue destacado por el gobernante cubano Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez.

Científicos de BioCubaFarma avanzan en la búsqueda de una vacuna contra la COVID-19 y estoy seguro que lo lograran #SomosCuba #SomosContinuidad pic.twitter.com/SDWYFLNTeP

— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) August 11, 2020

¿Qué riesgo tiene vacunarse con una vacuna desconocida?

Lo hizo ya en Cuba, también, hace muchísimos años, con sus propios hijos, el insigne doctor Tomás Romay. Lo hicieron también, en Cuba, con la vacuna contra la hepatitis B; contra el cáncer de pulmón, también. Las vacunas se ensayan también en humanos -fase última- y se acierta o se falla, todo es posible.

Sí, porque agobiados por una pandemia que parece estar dondequiera y donde menos lo esperas, no duden que, de ser posible, exista quien se vacune con todas: con la vacuna rusa, la estadounidense, la china y la inglesa -por hablar de las que ya están “a la vuelta de la esquina”- y de seguro si aparece otra, y se pudiera, también se pincharán para evitar que el SARS-Cov-2 les entre en el cuerpo.

Querámoslo o no, los cubanos somos expertos en vacunarnos desde chiquitos, incluso forzados, contra la voluntad de algunos padres; contra la voluntad nuestra, además, que bebés al fin o niños, ni siquiera teníamos derecho a opinar o protestar.

por Ariel P.