Cuba: Luis Manuel Otero cuenta cómo era la tortura psicológica

Tras casi un mes de estar retenido en el hospital Calixto García en La Habana en contra de su voluntad, Luis Manuel Otero Alcántara fue liberado y contó sobre la tortura psicológica que sufrió en la institución durante este tiempo.

Desde el 2 de mayo pasado, el artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara fue objeto de tortura psicológica por parte del gobierno cubano durante su detención arbitraria, después de que fue sacado de su hogar en la sede del Movimiento San Isidro (MSI) cuando llevaba a cabo una huelga de hambre.

El líder del MSI, recién salido de la improvisada prisión en un hospital habanero -como daba a conocer la Dirección Provincial de Salud La Habana en un post de Facebook este lunes-, reafirmó a medios independientes que no fue doblegado por la presión y que está listo para exigir la libertad de varias personas que fueron apresadas en calles habaneras el pasado 30 de abril durante una manifestación pacífica en su apoyo.

“Estaba toda la madrugada dibujando o leyendo y por las mañanas me tomaban los signos vitales. Ahora mismo hablar de esto es complejo. Podría decir que me torturaron de esta y tal otra manera, pero sería deshonesto. La tortura que sufrí fue psicológica”, cuenta a Luz Escobar, del portal 14ymedio.

“Me tenían la luz encendida las 24 horas, tenía un militar al lado que si pasaba más de cinco minutos en el baño ya me estaba tocando la puerta. Tremendo frío todo el día y el temor de que, en cualquier momento, te pueden llevar a otro lugar. Más la incomunicación. Todo eso fue tortura”, detalló el artista.

Otero explica que a su familia no lo dejaban verlo cuando ellos querían, sino cuando la Seguridad del Estado se lo permitía y en esas ocasiones, incluso, los mantenían separados, a unos tres o cuatro metros.

“De las cuatro o cinco veces que vi a mi hermana o a mi tía era a esa distancia, solamente una vez pudimos vernos de cerca y darnos un beso y un abrazo, pero solo por cinco minutos, no más que eso”, añade.

Alcántara revela que siempre se mantuvo en una sala del hospital y que solo lo sacaron unas tres veces para unas caminatas que eran supuestamente para coger sol, pero que en realidad eran para ser filmado, en videos que después fueron compartidos por perfiles de la Seguridad del Estado para dar la falsa impresión de que se encontraba perfectamente.

“Los presos salen a coger sol todos los días, pero yo estaba bajo aire acondicionado las 24 horas y me sacaron una vez a la semana, eso era premeditado”, asegura.

Además de la tortura psicológica a la cual fue sometido, Luis Manuel manifiesta que el hospital estaba tomado por las fuerzas del gobierno y que por eso decidió hacer uno de los primeros videos en los cuales apareció, conversando con un doctor llamado Ifrán.

“El video fue a conciencia. Entendí que tenía que mandarle un mensaje a la gente, tenía que decir algo. Los médicos que estaban ahí pendientes de mí eran los que la Seguridad del Estado seleccionó, y valoró ciertas características. A ellos les orientaron a tener un comportamiento determinado, no podían pasar mucho tiempo conmigo y los registraban en un papel al entrar y al salir con su nombre y su cargo. Esos médicos tenían ciertas posibilidades de hablar conmigo. Ifrán me llevó libros, me leí 12 libros en ese mes, también me llevaron bolígrafos y hojas y empecé a hacer dibujos. Dibujé mucho, aunque con el temor de que la Seguridad del Estado me lo quitara”, recuerda.

Luis Manuel pasará unos días en la casa familiar, en El Cerro, antes de volver a Damas, que todavía tiene custodia policial en las cercanías. Además de tener compañía y bajarle la “temperatura” a San Isidro, estará unos días en esta residencia en espera de que le devuelvan su celular en poder del gobierno, para no estar incomunicado.

Julio Linares