Cuba: Como nunca expectante de un presidente en EEUU

Los cubanos de ahora, acostumbrados a no tener presidente, luego de casi 60 años con presidentes que no servían, viven hoy pendientes de saber quién será anunciado a las 12 de la noche como vencedor. ¿Será Trump o será Biden?

Cuba nunca ha estado más expectante de un presidente en los EE.UU. Al menos no en su historia “moderna”.

En la etapa de la llamada “neocolonia”, sí, claro. A cada rato la isla -por favor, entiéndase “los políticos de la isla”- vivía a la expectativa y merced de quién llegaba a la Silla Oval; más que nada por un tema “económico” pero sí, las maneras en que funcionaban la economía y política cubanas a merced del vecino del norte eran harto conocidas.

Sin embargo con la llegada de los barbudos al poder en enero de 1959 comenzó un proceso de “desvinculación” política que, querramos admitirlo o no, nos llevó a las antípodas de lo que antes era.

A Castro, Primer Ministro primero y “Presidente” después, le importaba sólo quién estaba en la Casa Blanca para saber a quién dispararle los dardos y las pullas envenenadas. Los cubanos, en general, pasamos a ser rivales de todo el que ganara las elecciones en EE.UU. y en las calles se escuchaban chistes y cantatas donde la burla al presidente de turno en Washington era todo el interés que se le prestaba al vecino país.

Kennedy, Johnson, Nixon, Reagan, Carter, Clinton, Bush… todos le parecían a los cubanos lo mismo; a todos “los parió una mona”, y hasta a Obama, que con tan buenas intenciones vino a Cuba, le dijeron: “Negro, ¿tú eres sueco?”

Ahora, agobiados por el endurecimiento de las políticas de sanciones económicas impulsadas por la administración Trump, si se pudiera, si existiera una máquina del tiempo, el gobierno cubano cambiaría a Trump por cualquiera de los antes mencionados. Y eso que con Kennedy y Johnson tuvimos Bahía de Cochinos y Crisis de Octubre.

Un vistazo a la prensa cubana más reciente indica que se han mantenido distantes de sus ataques “tradicionales” a cualquiera de los dos rivales; reservando casi exclusivamente las balas para el actual presidente, Donald Trump, que busca ser reelegido.

En honor a la verdad, Joe Biden “pasa” por la realidad cubana hasta como “el candidato ideal”, sobre todo después que prometiera hace apenas unas horas, cambiar la política de la administración Trump hacia Cuba lo cual implica, más que nada, revertir las medidas tomadas con relación a los vuelos, a los cruceros, al envío de remesas sin -parece- tocar el tema del embargo.

Esta noche se sabrá quién será el gobernante de EE.UU. en el período comprendido entre 2020 y 2024.  Una gran parte de los cubanos quiere que gane Biden porque -no se rían, es verdad- se podrán mantener las remesas. Otra parte quiere que gane Trump para ver si de una vez por todas, Cuba asume de modo eficaz un cambio democrático.

Parece complejo pero no. Los cubanos de ahora, acostumbrados a no tener presidente, luego de tener durante casi 60 años presidentes que no servían, parecen vivir perennemente condenados, o más interesados en saber quién será el presidente de los EE.UU., que pensar en un presidente para su propio país.

Hoy es el día “cero” para muchos. A las doce de la noche se descorchará o no el champagne en el Comité Central del Partido. Si gana Biden habrá tintineo de copas (de seguro); si resulta ganador Trump, habrá “nuevas medidas de reordenamiento económico”.

Ariel P.

tal vez quieras leer: Trump vs Biden: a unos días del día “cero“