Cuba: el llanto de las madres en la prensa internacional

Periodista independiente describe el dolor causado a las madres de su familia por quienes gobiernan Cuba

Comienza un nuevo año que se avizora aún más difícil para Cuba. Dentro y fuera de la isla las preocupaciones sobre el futuro angustian a muchos. En su primera columna de opinión para The Washington Post en este 2021, el periodista independiente Abraham Jiménez Enoa es -desde el título- certero: Las revoluciones no hacen llorar a las madres.

El colega comienza su texto recordando al mundo las palabras pronunciadas por Fidel Castro un 8 de enero de 1959, hace ya 62 años: “Todo el que haga hoy algo contra la paz de Cuba, todo el que haga hoy algo que ponga en peligro la tranquilidad y la felicidad de millones de madres cubanas, es un criminal y es un traidor”.

En estas largas décadas son muchos los testimonios que podríamos recopilar de sufrimiento de madres cubanas. Jiménez Enoa habla de las más cercanas a él: “las madres de mi familia —por las que puedo hablar— llevan días sin dormir, días de desconsuelo. El motivo: en las últimas semanas, el aparato de propaganda del régimen cubano ha comenzado una campaña de difamación en los medios de comunicación del Estado contra opositores, artistas y periodistas independientes”.

Jiménez Enoa relaciona el actual accionar de quienes gobiernan Cuba y de otros, los que se se prestan al show de la mentira, con aquellos hechos de 2003 que han quedado dentro de la historia de la isla como la Primavera Negra. “Fueron sentenciados 75 opositores, periodistas independientes y artistas a penas de entre seis y 27 años de prisión. El delito: disentir de lo que promulga el régimen”, se lee en The Washington Post.

Son muchos los hijos que aunque saben que sus madres padecen por las difamaciones en su contra, no renuncian a soñar y luchar por otra Cuba posible. Y se enfrentan -sin miedo- a la policía política que los acosa.

“Después de 62 años, Cuba es una nación fallida y ese es el verdadero saldo que queda cuando se mira atrás para pensar en lo que ha sido lo que el régimen eufemísticamente llama la revolución”, concluye el artículo de Abraham Jiménez Enoa.

Neus Francino

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