Con Eliecer, todo; contra Eliecer, nada

La Cuba que muchos queremos debe ser libre, de verdad. Poca cultura política y mucha censura es el sabor que queda de esta “rabieta” de Eliecer Ávila

En sus redes sociales, Eliecer Ávila publicó su reacción visible a la nueva edición del Noticiero Combativo que se transmite por el canal de los Pichy Boys. “Acabo de ver la patética ‘respuesta’ de Vladimir a mi opinión sobre su programa”, escribe en su perfil de Facebook el líder de Somos +.

Un poco más adelante, Eliecer califica la emisión como “un acto de repudio”. Y va más allá y compara un programa de humor -que te puede gustar más o menos; a mí por ejemplo como espectadora no me dan gracia los chistes de los Pichys- con recientes actos contra opositores dentro de la isla: “Si llega a haber chapapote y un termo de cerveza, entran y me matan al perro”.

Cuando ya pensaba que el desatino del líder de Somos + durante los últimos días iría cediendo, este concluye así su primer post después de que saliera el Noticiero Combativo: “Cuba seguirá marchita, casi seca, hasta que alguien perfecto, sin manchas, sin pasado, sin ego, sin criterio que moleste, sin casa, sin seguidores, sin sponsor, sin ingresos, sin familia, que no coma, que no juegue, que no respire fuerte… llegue a la vida nacional. Si es que llega…”

Percibo en esta última parte cierto tufo a que supuestamente Eliecer se considera un salvador para los cubanos, una especie de Mesías. Lo que me reafirma en la idea de que no aprendemos. El que bajó de la Sierra Maestra en 1959 prometía librarnos de todo mal y se encargó de reescribir la historia de la isla. Como si antes de él nada hubiese pasado.

En que hable de bullying contra él y odio -camuflado-, prefiero no extenderme. En primer lugar, porque hay personas que se suicidan tras prolongados episodios de acoso, que padecen en silencio. Y usted, señor opositor, noto que le va más la algarabía del acomplejado, del que tiene pocas tablas. Nadie decidió, solo usted, colocarse como posible figura política en la Cuba que vendrá. Y eso -le aclaro- conlleva ser cuestionado: algunos lo harán en serio, y otros desde el humor. Es la vida, que a veces es muy dura. A Fidel Castro tampoco le agradaban los periodistas, solo si le preguntaban lo que él quería y le reían todas sus payasadas.

El video del Noticiero Combativo tras varias horas fue censurado en Youtube, lo cual ocasionó rifirrafe entre Los Pichy Boys  y Eliecer Ávila. Niega el líder de Somos + haber hecho algo que determinara la decisión de la plataforma y mucho menos haber movilizado a sus seguidores. Permítame dudarlo, señor opositor. Alguien que lleva bastante tiempo en los medios no cree en las casualidades. Presuntamente es usted alguien que ejerce la censura, sin haber llegado al poder. Y eso para la Cuba que viene, la que dice querer construir, es un peligro. Es como un “Con Eliecer, todo; contra Eliecer, nada”, que mejor ni mencionar lo que me trae a la mente. Aunque usted diga que el Serrano falso alimenta a las ciberclarias y por eso lo considera un humor dañino para quienes están enfrentando a quienes gobiernan Cuba por más de 60 años.

La saga de las demandas

La pataleta de Eliecer Ávila pica y se extiende. Desde que saliera a relucir el alias de Cabo Malanga en el Noticiero Combativo de Serrano -personaje que interpreta el actor Vladimir Escudero- el opositor gasta sus parte de sus horas en postear en redes sociales sus criterios.

“Si usted me apoya y me admira, o tan siquiera me respeta, no me intente aguantar más para que me den golpes bajos como un pushing bag. El que calla otorga, y yo no tengo nada que ocultar ni de que avergonzarme. Y ahora sí me acomplejé, esto es de cuello y corbata, y por el librito americano”, advierte.

En mi opinión, si Eliecer no tuviera nada atrás que lo avergonzara, hubiese asumido el video que le sacan (a partir del minuto 30:00) de su pasado como estudiante de la Universidad de Ciencias Informáticas. Y se hubiese reído de la asociación posterior del presentador Serrano: “Cabo, sigue censurando. El mismo discurso. Ya no veo que no te has apartado del camino… lo alargaste hasta Miami. Somos +, más de lo mismo”. Pero no calló -como varios que bien le quieren le aconsejaron- y optó por el bullicio y porque lo avisa: comienza la saga de las demandas.

Neus Francino

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