Comparaciones beisboleras: ¿Pablo Miguel Abreu o Adiel Palma?

Insuperables en el montículo, ¿te quedas con Pablo Miguel Abreu o con Adiel Palma?

Llegan otra vez a la sección comparaciones beisboleras dos lanzadores zurdos de los mejores que han pasado por Series Nacionales. Muy dominantes en sus momentos de máximo esplendor, se convirtieron por varios años en las primeras figuras de sus equipos provinciales y en piezas claves de los equipos Cuba. ¿Pablo Miguel Abreu o Adiel Palma?

Del occidente y el centro del país, ambos dejaron huellas imborrables por el gran impacto que tuvieron en la época que les tocó lanzar. Por diferentes razones, uno maduró tarde y el otro se retiró temprano… pero en el lapso de tiempo en el que estuvieron saludables física y psicológicamente, fueron insuperables en el montículo.

Si necesitas a un lanzador con garra y calidad extrema para que lance en el juego más importante de tu vida, ¿a quién eliges, Abreu o Palma?

Pablo Miguel Abreu

Intimidante en el box con su alta estatura y su mirada punzante, este capitalino llegó a ser el lanzador más temido de su época. Abreu, dueño de una recta poderosa y una curva de arco de barril que contrastaba a la perfección, se dio lujos liquidando por la vía del ponche a sus rivales en el mejor momento de su carrera.

Dominó ese liderato en la Serie Nacional de 1986 con 97. Fueron famosos los 18 que le recetó al equipo de Nicaragua en los Juegos Panamericanos de 1987 y los 17 a la aplanadora santiaguera en el Estadio Latinoamericano ante más de 50 mil personas.

Apenas jugó 12 temporadas perseguido por las lesiones, pero en siete de ellas fue seleccionado el mejor lanzador zurdo del país y era el designado para abrir los juegos decisivos con el equipo nacional.

Dos veces fue campeón nacional con los Industriales y una con el equipo Ciudad Habana en las Series Selectivas. Fue el novato con mejor efectividad en el año 1983, y a partir de 1988 comenzaron sus problemas de salud; sin embargo, continuó imponiendo su calidad hasta que se retira en 1997.

En su carrera trabajó en 964.2 entradas, en las cuales le pegaron 863 imparables y le anotaron 388 carreras limpias para un promedio de 3.62 por juego completo. Sus rivales le batearon para 244, ponchó a 822, regaló 531 boletos y terminó con balance de 72 victorias y 48 derrotas.

Con el equipo Cuba, Pablo Miguel Abreu participó en el Campeonato Mundial de Holanda 1986, donde ganó tres juegos y terminó con promedio de 1.35 carreras limpias. En los Juegos Panamericanos de 1987 recetó 17 ponches en dos salidas con un PCL de 1.08; y en dos Copas Intercontinentales (1987 y 1989) destacó en la primera al lanzar un partido sin hit ni carreras y terminar de líder al no permitir limpias y ponchar a 22 adversarios.

Adiel Palma

Con solo 16 años este cienfueguero irrumpió en Series Nacionales y se destacó en la Selectiva de 1989 en la que tuvo actuaciones impresionantes. Sin embargo, tuvieron que pasar algunos años para que se consolidara, sobre todo cuando aprendió a dominar su carácter y se convirtió en un hombre religioso.

Dueño de un repertorio variado (tenedor, curva, recta y slider), en el año 1999 lanzó un “no hit no run” al equipo de Las Tunas y explotó como un lanzador de calidad que se aseguró un puesto en los equipos Cuba en los próximos años.

En 1991 alcanzó su primer liderato en ponches propinados (82), y en 2003 tuvo su mejor campaña al comandar los juegos ganados con 14 y convertirse en el máximo ponchador del campeonato con 179, título que repetiría dos años más tarde con 143.

En 21 temporadas, Palma lanzó 2 mil 405 entradas y dos tercios, le pegaron 2 mil 510 hits, ponchó a mil 816, le anotaron mil 53 carreras limpias y terminó con un PCL de 3.94. Al lanzar siempre con un equipo de los más débiles concluyó su carrera con balance negativo de 139 éxitos y 165 reveses.

Con el equipo nacional Adiel Palma escribió páginas memorables. Participó en la Copa Mundial de Cuba 2003, en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, en el Torneo Preolímpico de Panamá 2003, en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 (fue el mejor lanzador de Cuba), y en el Campeonato Mundial Holanda 2005. Fue además subcampeón en el Primer Clásico Mundial de 2006.

Por su condición de zurdo, Palma siempre era reservado para los juegos contra los canadienses, quienes tenían una alineación cargada de bateadores de esa mano. Los venció en el Campeonato Mundial de 2003 y dos veces en el pre-olímpico, entre otros duelos de importancia.

Roque Díaz