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Comparaciones beisboleras: ¿Omar Carrero o Reinaldo Costa?

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Ambos merecieron la triple corona de picheo en Series Nacionales. ¿Eres más de Omar Carrero o de Reinaldo Costa?

Llegan hoy a la sección comparaciones beisboleras dos lanzadores de una calidad extrema que tocaron la cima del béisbol cubano en sus carreras deportivas. Inteligentes en el box, dominantes, y dueños de los secretos del arte de lanzar, estos serpentineros lograron liderar a sus respectivos equipos provinciales y ser pieza fundamental en los team Cuba. ¿Omar Carrero o Reinaldo Costa?

Ambos fueron campeones nacionales y lograron medallas de oro en eventos internacionales. Con sus picheos laterales se convirtieron en un látigo para sus rivales en sus momentos de máximo esplendor, al punto de alcanzar la tan ansiada y difícil triple corona de picheo, algo que han logrado muy pocos en toda la historia de las Series Nacionales.

Si tuvieras que escoger solo a uno para lanzar en un partido de “vida o muerte”, ¿a quién eliges? ¿Omar Carrero o Reinaldo Costa?

Omar Carrero

Basta mirar sus estadísticas para saber que estamos en presencia de uno de los “monstruos” del montículo que han pasado por los campeonatos caseros. Durante sus 17 campañas siempre fue un lanzador de élite pero los aficionados lo recordarán siempre por la tremenda temporada que tuvo en el año 1976, quizás la mejor que ha tenido un pitcher en toda la historia de estos campeonatos.

“El Guajiro de Florencia”, quien lanzó para los equipos que representaban a las provincias de Camagüey y Ciego de Ávila, fue campeón ese año con los Ganaderos y se mostró imbatible sobre el box al permitir apenas cuatro carreras limpias en 78 entradas de actuación, para un promedio de 0.76, el segundo mejor de todos los tiempos.

Además ganó ocho juegos, propinó cinco lechadas y ponchó a 94 rivales, para llevarse la triple corona de picheo y ser seleccionado como el Jugador Más Valioso del torneo (MVP)
En la Serie Selectiva de ese mismo año solo permitió ocho carreras en 116 capítulos para implantar un récord de 0.62 PCL, además de lograr otras 6 lechadas, para llevar a su equipo Camagüeyanos al tercer lugar del campeonato.

En total, Carrero terminó su carrera con 149 victorias y 105 derrotas, propinó mil 225 ponches a sus contrarios y dejó un espectacular promedio de carreras limpias de 2.27 cada juego completo. En 1981 propinó un juego sin hit ni carreras, siendo el primero en lograrlo con el uniforme de Ciego de Ávila, para aumentar mucho más su extenso currículo.

Con los equipos Cuba participó en varios torneos internacionales, entre ellos Juegos Panamericanos y Centroamericanos, y en tres Campeonatos Mundiales (Colombia 1976, Italia 1978 y Holanda 1986). Se destacó sobre todo en el de Italia, donde terminó con 4-0 y un PCL de 0.61, para convertirse en pieza fundamental para el triunfo de los cubanos.

Reinaldo Costa

Este lanzador, también de envíos laterales, llegó a ser el serpentinero número uno de la selección cubana en un lapso de tiempo. De mucho coraje en el box, dueño de una recta dura y una slider cortante, también fue famoso por sus espectaculares virajes a las almohadillas.

Como Carrero, Costa es uno de los seis lanzadores en la historia del béisbol cubano en lograr la triple corona de picheo, alcanzada en 1984. En esa temporada se convirtió en el mejor de la isla y encabezó la rotación para eventos internacionales.

En esa serie fue el líder en victorias con 12, liquidó por la vía del ponche a 60 adversarios y terminó con un promedio de carreras limpias de 1.67. En total ese año, sumando la Serie Nacional y la Selectiva, implantó un récord con 26 victorias.

En 1986 ganó los tres juegos en los Playoffs con un PCL de 1.42. Aun con una tendonitis en su brazo de lanzar, demostró su valentía y su entrega a este deporte.

En toda su carrera ganó 110 partidos y perdió 67, ponchó a 815 rivales, le batearon solo para 2.47, y dejó un promedio de carreras limpias de 3.13, excelente para esa época.

Participó en varios torneos con el equipo nacional pero su actuación más meritoria fue en el Campeonato Mundial de La Habana de 1984. Fue clave para lograr la medalla de oro al alcanzar tres triunfos sin derrotas, ponchar a 27 hombres en 27.1 entradas y trabajar para una efectividad de solo 1.65 carreras limpias.

Roque Díaz



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