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Cinco claves para entender el problema con Huawei, Trump y Google

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Estados Unidos relajó esta mañana las restricciones impuesta al gigante electrónico chino Huawei en lo que sin dudas constituyó un “capítulo” de relajación entre la guerra que desde hace ya un buen tiempo involucra no solo a los Estados Unidos y a China, sino también a Canadá, y ahora a Google; y que ha tenido como centro de la disputa a Huawei.

Ojo, esto que van a leer ahora, aunque a algunos no les guste pudiera ser la verdad de todo. Intentaremos ir por partes.

¿Qué sucedió en las últimas horas? Pues que el gigante tecnológico Google anunció que, a tenor con el veto decretado por Donald Trump al uso de los equipos de Huawei en las redes de telecomunicaciones del país por motivos de seguridad nacional, prohibiría al gigante chino el uso de su software Android. No nos preocupemos, Google ha aclarado que tanto Android como todas sus aplicaciones (YouTube, Google Maps, Google Drive, Chrome, Gmail, etc) seguirán funcionando en los móviles existentes de la misma forma que con cualquier otro Android.

Huawei Android

Esto, sin dudas está relacionado con la llamada “guerra comercial” entre los EE.UU. y China, y por supuesto, el anuncio de Google repercutió en Qualcomm, Xilinx Inc y Broadcom e Intel Corp, principales suministradores de hardware a Huawei.

Que Google le haya restringido el acceso de Huawei a Android tiene matices interesantes. De hecho, el fundador de Huawei, Ren Zhengfei, dijo el martes a un medio estatal chino que el indulto tenía poco significado para la empresa, pues esta ya se había estado preparando para dicho escenario.

Motivos había y hay de sobra. Desde hace ya varios meses EE.UU. acusó al gigante chino de colaborar con los servicios de inteligencia de ese país para, introducir tecnología de espionaje en sus teléfonos inteligentes, un hecho que Huawei y China han negado repetidamente.

Ahora, el Departamento de Comercio otorgó a Huawei una licencia para comprar bienes estadounidenses hasta el 19 de agosto, no solo – dijeron – para que estos puedan adquirir los componentes indispensables para mantener las actuales redes de telecomunicaciones, sino también para no verse involucrados en una guerra comercial de patentes, marcas… y gobiernos. Huawei, incluso, pudiera presentar una demanda contra el gobierno de EE.UU. por restringir sus operaciones.

Esta medida del DC, que incluso, explican analistas, le da margen a Huawei para “entregar actualizaciones de software a los teléfonos inteligentes de la firma y darle tiempo a los operadores a realizar otros arreglos,” bien poco pudiera interesarle al consorcio chino que, según ellos, ya había previsto de un modo u otro que esto, algún día, ocurriría.

Luego de que Canadá detuviera en su territorio a la vicepresidenta de Huawei, a quien amenazó con extraditar a los Estados Unidos para enfrentar cargos por espionaje, la cena ya había estado servida para esto que ha sucedido en las últimas horas.

En todo este análisis hay un detalle interesante: Huawei es el mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo. Y también falta este otro detalle: China tiene 1,386 billones de habitantes (en todo el planeta hay 7,53 billones) y EE.UU. solamente 327.2 millones. Un último detalle: Huawei está en la delantera en cuanto al uso del llamado 5G. ¿No quiere hablar de smartphones y sí de video? Huawei será el primer fabricante en llegar al 8K.

¿Qué quiere decir esto? Para un país como China que vivía en el más puro feudalismo hace apenas unos cien años, que su PIB en el año 2017 haya sido apenas inferior a los EE.UU. – 19.39 trillones de USD por 12.24 trillones – el despegue económico chino, la potencialidad comercial de un país con tantos millones de habitantes, y el hecho de que cada año sean más los ciudadanos chinos que pasan de una escala social a otra superior, supone un comercio que gana espacios en Asia y que roba clientes en EE.UU; sin contar con los beneficios que actualmente representa fabricar en China y emplear mano de obra barata en China.

Dicho de otra manera. China representa un peligro comercial para EE.UU. Estamos hablando de millones y millones de chinos comprando celulares y televisores chinos: marca Huawei.

Todavía no está claro quien va a salir con la herida más profunda en esta guerra. El Departamento de Comercio aseguró que la firma estaba involucrada en actividades contrarias a la seguridad nacional, justo después que los dos países se incrementaran mutuamente los aranceles sobre sus bienes de importación y exportación tan solo en un lapso de dos semanas. Por supuesto, quien más se va a sentir el impacto va a ser el bolsillo del ciudadano.

Huawei es apenas un “cordero” que se ha sacrificado. Y ni tanto. A Ren Zhengfei parece importarle literalmente tres pepinos que no pueda comprar hardware y software de fabricación estadounidense para hacer nuevos productos sin las nuevas licencias.

“Las acciones del Gobierno de Estados Unidos en este momento subestiman nuestras capacidades”, aseguró el magnate en una entrevista con CCTV.

Huawei asegura poder seguir adelante sin software y hardwares estadounidenses. Han creado productos propios. Cuentan con un impresionante caudal de recursos humanos. Producen y fabrican equipos y componentes baratos, así que hay que ver si en verdad esta restricción incide o no a la larga en el despegue o en la debacle de una firma que en el transcurso de unos años ha ganado un terreno que no a pocos les ha costado toda una vida. Huawei fue fundada en 1987. Es decir: hace apenas 32 años, y ya es, repetimos, el mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo.

Por si no lo tenemos claro. Huawei es el tercer fabricante de móviles de todo el mundo, pues la firma china ocupa vende el 13,4 por ciento de todos los celulares en el mercado. Con cada año incrementándose el nivel de vida de los ciudadanos chinos, es muy probable que ese número aumente y de manera exponencial en los próximos cinco a 10 años, y que pase a ser la número 2. O quien sabe si la número 1. Por si fuera poco, el sistema de gobierno chino es muy proteccionista; y su gente muy apegada a su orgullo milenario como nación.

Por si aún duda. Hace relativamente pocos meses atrás, el móvil Huawei Mate 2o Pro salió al mercado. Es cierto que ya los EE.UU. había acusado al consorcio chino de usar sus smartphones para espiar las conversaciones, pero la llegada del nuevo terminal, con las reseñas excelentes que diera el portal digital The Verge, sobre el teléfono, calificando de “una lástima que en todos los Estados Unidos no se pueda adquirir el HUAWEI MATE 20 PRO”, da otros indicios de que a nadie parece estarle gustando el crecimiento de Huawei.

Sobre todo a Google, que ha visto como su Google Pixel3, a pesar de las excelentes fotos que toma, apenas si ha podido tener la salida que de él se esperaba.

La guerra entre EE.UU. y China, le ha venido como anillo al dedo a Google. Aquí “huele a quemado”.

Roberto A.

 

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